Después de la tormenta

Capítulo 7 ✅

Miro a Lukas mientras que come, parece estar pensando profundamente en algo, no sé lo que sea pero lo tiene tan concentrado que no se ha dado ni cuenta de que ya no hay más comida en el plato. Es interesante verlo desprevenido, siempre parece estar excesivamente pendiente de todo. Como si permaneciese en un estado de alerta constante.

- Lukas.- le llamo la atención.

- ¿Qué?- contesta tan seco como siempre.

- No tienes comida, ¿qué coño estás pinchando?

Él baja la vista al plato y confirma que lo que dicho es cierto y que no le estoy tomando el pelo, qué grado de distracción tiene que tener una persona para ni darse cuenta de que no hay absolutamente nada en su plato de comida.

- Es verdad.

- Estás distraído.

- Si.

Se levanta de la mesa, lava los platos y luego entra a su cuarto, esa es su rutina, además de claro, pasar de mi todo el día, no sé si solo me odia a mi o a toda la población en general, algo en mi dice que odia a todo el mundo.

Salgo del apartamento es completamente estúpido quedarse aquí sin hacer nada, temo tocar la televisión y que el ruido lo moleste así que es mejor buscar actividades que hacer fuera, como ir a la nueva casa de mis padres y ver a mi hermano mayor.

Tomo el autobús que me llevará hasta allí, y me siento al lado de una señora mayor,no debe tener más de ochenta años pero no es una señora amable, arruga su cara cuando le sonrío.

- Niña, ¿No había otro asiento?- miro alrededor y niego. Ella resopla.

Intento no pensar mucho en la desagradable mujer que tengo al lado y me coloco los cascos de música que después conecto a mi teléfono.

Miro mejor y me cercioro de dos nuevos mensajes, de Lukas, ¡qué raro! Abro los mensajes con intriga y curiosidad, él y yo interactuamos poco por móvil, menos aún vía mensaje.

Lukas:¿Dónde estás?

Lukas: Da igual, iré yo solo.

¿Ir solo a dónde? Lukas puede llegar a ser muy confuso, si no le aviso se molesta si lo aviso se molesta aún más, no hay quien lo entienda y yo no quiero entenderlo en absoluto.

Al final ignoro los mensajes de Lukas, no entiendo ni siquiera porque parece afligido por no haberlo tenido en cuenta antes de salir del apartamento, la verdad es que nunca lo entiendo.

Me bajo en mi parada, por suerte la señora mayor sigue su camino y yo sigo el mío. No siempre tengo el tiempo de poder visitarlos, ahora que están cerca es más fácil, antes tenía incluso que tomar un vuelo, y con mi sueldo de camarera eso era imposible.

Llamo al timbre y es mi padre, el gran Roderick Schwarz, quien abre la puerta. Sus ojos turquesa igual que los míos brillan al verme y me da un abrazo de bienvenida.

- Tu madre y hermanos estarán emocionados de verte.- dice antes de dejarme pasar.

Juntos entramos en su nueva y espaciosa casa, mis padres siempre han tenido dinero, no como Lukas o Eleanor pero jamás hemos sido pobres, por suerte.

- Mirad a quien tenemos aquí.

Mi madre se gira antes que mi hermano y me mira con una gran sonrisa, sus ojos miel y los ojos azules de mi hermano me miran con la misma simpatía de siempre, toda mi vida he pensado que mi madre tiene los ojos más simpáticos y amables del mundo, cualquiera se siente bien solo viéndolos.

- Samy.- grita mi hermano antes de intentar levantarse y marearse.

- Voy yo, no te preocupes Carsten.- él me sonríe con debilidad.

Me acerco hasta mi madre y dejo un beso en su mejilla, para luego sentarme al lado de mi hermano en el sofá y abrazarlo llevando cuidado de no hacerle daño, siempre temo que algo le pueda pasar.

- ¿Cómo estás mi niña?- pregunta papá cuando se sienta en su sillón de siempre.

- Bien, tengo nuevo trabajo.

 -¿Enserio?- dice mi hermano con sorpresa.

- Si, en empresas Emerson como publicista jefe.

- Muy bien, felicidades cariño.- me felicita mamá con una enorme sonrisa.

- Quiero decir que siento que lo tuyo con Olaf no funcionase pero en verdad me alegro, eres demasiado mujer para ese medio hombre.- dice mi hermano que ni siquiera sabe que Olaf me engañó,

- Tiene razón hija, tu eres mucho para ese chico.- lo apoya papá.- Solo lo tolerábamos porque era tu novio, pero a nadie le caía bien.

- Ni a ti mamá.- ella niega un poco avergonzada.- Y yo que pensaba que si.- los cuatro reímos.

- ¿Ahora con quien vives?

- Me mude con otra persona.

- ¿Con quién?- pregunta mamá con emoción.

- Un chico, se llama Lukas, Lukas Hoffman.

- Alexandra, ¿ese no es el nombre de l hijo de Adriana Hoffman?- mi madre asiente con una sonrisa.

Hablamos durante otro rato, incluso ceno con ellos, y me despido de mi hermano que aunque la ha intentado ya no aguanta más tiempo sin dormirse, el pobre ya no tiene energía y me da pena verlo calvo cuando él adoraba llevar una media melena, lo hacía diferente según él, y le ayudaba a conquistar a las chicas, ahora ya ni tiene ganas de salir con sus amigos, o conmigo, le da vergüenza, aunque para mi sigue siendo el mejor hermano mayor del mundo.

- Tu hermano te echaba de menos, gracias por venir.

- Yo también lo echaba de menos a él, y a vosotros.- digo antes de darle un abrazo a cada uno.- Vendré más seguido a veros, nos vemos.

No tardo mucho en llegar al apartamento, la ex novia de Lukas ya ni me dirige la mirada cuando nos cruzamos, dudo que sea por mi, algo tuvieron que hablar ella y Lukas para que ahora se comporte de esta forma, no me creo que yo la haya intimidado porque yo no intimido ni a una mosca.

Subo rápida y abro la puerta para encontrarme a Lukas dándole biberón a un hermoso bebé de pelo rubio que no deja de llorar, parece horrorizado.

- Ya Candela, deja ya de llorar.- le pide a la bebé que ahora sé es su sobrina.

- Lo estás haciendo mal.- él me mira por unos cortos segundos.

- Andrómeda no lloraba tanto y Biel tampoco.- no sé quien es el otro niño pero le creo en lo que dice.




Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.