Después de la tormenta

Capítulo 11 ✅

Comienzo a escuchar gritos masculinos, son horrorosos, hay tanto dolor en ellos que me es insoportable escucharlos, lo que sea le esté pasando a esa persona debe de estar siendo horrible, deben de estar torturándolo.

Salgo a beber agua dándome cuenta que los gritos provienen de la habitación de Lukas. Corro hasta su habitación, la puerta está cerrada por suerte sin seguro por lo que puedo entrar.

La habitación se encuentra completamente oscura y los gritos son ahora más fuertes, creo que esta habitación está parcialmente insonorizada porque yo creía que era un hombre de la calle y no alguien en el apartamento.

Busco su cama en la oscuridad hasta que doy con ella, se remueve incómodo mientras suplica que alguien lo suelte, ¿pesadillas? Parece que si, no esperaría que alguien como él tuviese malos sueños, aunque esto supera a cualquier mal sueño que pueda imaginar. Lukas parece desesperado por algo y me pone los pelos de punta cuando lo toco, está helado pero sudando.

- Lukas.- lo llamo intentando que reaccione pero no obtengo nada más que gritos de dolor.- Lukas.- lo muevo esta vez.- Mierda.

Zarandeo su cuerpo con fuerza, soy tan pequeña comparada con él que prácticamente no consigo nada pero sigo intentándolo. Le grito, golpeo y muevo hasta que abre los ojos, que se encuentran aterrorizados, nunca había visto unos ojos con tanto miedo.

- Apartate.- me empuja, tirándome al suelo

- Lukas.

- Sal de mi cuarto, largate.- me grita dándome miedo.

- Lukas.- intento que se calme.

- Largate.- no parece ser consciente de que está despierto, es como si siguiese en el sueño, me mira con tanto miedo que siento pena y lástima por él.

- Lukas, soy Samantha.- intento acercarme pero él retrocede.- Soy Samantha, tu compañera de apartamento.

- Samantha.- repite con lentitud mi nombre.

- Exacto, Samantha.- le doy una sonrisa que él no corresponde, sigue mirándome con miedo pero ya no retrocede ante mi presencia.

Él me mira antes de levantarse, dejando de lado el dolor y el miedo, su mirada vuelve a ser tan fría como siempre, helada , dura y da miedo, es como si hubiese apagado sus sentimientos después de volver a la vida real.

- Sal de mi cuarto.- dice al pasar de mi lado.

Toma su teléfono y no sé a quien esté llamando a las tres de la mañana pero alguien atiende su llamada.

- Necesito trabajar.- silencio.- Me importa una mierda, solo dame un trabajo de campo mediatamente.- le exige a la otra persona.- Te veo en veinte minutos.- cuelga.

- Lukas.

- Déjame en paz Samantha.- me agarra del brazo y me saca de su cuarto.

Me quedo unos segundos parada antes de irme a la cocina a por el vaso de agua que buscaba antes, esto ha sido demasiado raro, algo le pasa, algo esconde pero no soy quien para exigirle nada, no puedo pedirle explicaciones de lo que ha pasado hace unos minutos, no soy nada más que su compañera de apartamento, aunque si me preocupa.

Cuando estoy por volver a mi habitación, Lukas sale de la suya, completamente cambiado, entero de negro. Pasa por mi lado sin decirme nada y sin mirarme, como si yo fuese un fantasma, ni un simple gracias por despertarlo de esa mierda de sueño.

Ya me queda claro que solo soy un cero en su vida, pero podría ser más agradecido, se notaba que lo estaba pasando mal, lo ayudo y lo único que recibo es indiferencia.

Creo que Lukas tiene algún problema conmigo, lo mismo es callado pero amable, e intenta retener la risa que le dan algunos de mis comentarios y otras veces simplemente es así, borde, frío y distante, no hay quien lo entienda.

Estaba bien cuando nos fuimos a la cama, bromeó conmigo y parecía que habíamos vuelto a la rutina de antes en la que yo hablaba sin parar y él me escuchaba, no sé que ha podido ocurrir para su cambio repentino de actitud.

 

 

Llego a las empresa Emerson, esta mañana cuando he despertado Lukas todavía no había vuelto. Estoy un poco preocupada por si le ha pasado algo, sé que no debería. Él sabe lo que hace y puede defenderse bien pero eso no quita la sensación de inquietud que me dejó anoche oírlo gritar tan desesperado y como le costó volver a la realidad.

Saludo a algunos de mis compañeros que ya parecen haberse habituado a mi, me han integrado ya en su grupo y salgo a comer con algunos de ellos de vez en cuando, así que todo va bien. Al final va a ser que, que Olaf me engañase fuese lo mejor, incluso yo me siento mejor sin él.

- Buenos días.- me giro al escuchar la voz de Eleanor.- Me gusta como te quedan las gafas.- me sonríe.- ¿Dormiste bien?

- No tanto como me hubiese gustado.

- Tienes ojeras.- dice con su típica sonrisa.- ¿Pasó algo?- me debato entre si decirle lo que pasó anoche con Lukas o no.- Tu cara me dice que tiene que ver con mi hermano mayor, así que lo mejor será que me digas que pasó.- su mirada azul amable ya no es para nada amable, da tanto miedo como la de Lukas, si es que no da más.- Ahora Samantha.- asiento antes de hablar.

- Tu hermano anoche tuvo una pesadilla, comenzó a gritar y tuve que despertarlo.

- ¿Qué gritaba?- puedo oír el desespero en su voz.

- Que lo soltasen, que haría lo que fuese si lo dejaban y otras cosas que no pude entender.- digo asustada.

- ¿Qué pasó cuando se despertó? ¿Te reconoció o estaba aterrado?- trago duro, no es la primera vez entonces que esto le ha pasado.

- Aterrado.- ella me mira esperando a que diga algo más.- Cuando salió del estupor llamó a alguien pidiendo trabajo.

Eleanor traga duro y comienza a llorar, me siento mal. No entiendo por todo lo que estos hermanos tuvieron que pasar, estoy segura que lo que sale en Internet es solo un tercio de lo que en verdad ellos dos tuvieron que pasar, sino ella no estaría desesperada.

- ¿Llegó a casa?- niego.- Mierda.- grita histérica.

Eleanor busca algo en su bolso hasta que lo encuentra, su teléfono. Marca con desesperación un número y espera con impaciencia a que esa persona atienda.




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