Cierro la puerta del cuarto de Samantha frustrado, no puedo creer que Brianna la hiciese perder el control, llorar y desvelar lo de su hermano, no debió ser fácil esa etapa de su vida.
Quiero desaparecer a Brianna por alterarla tanto, ya no sé de que forma decirle que me deje en paz, ni Eleanor cabreada lo consiguió. Al final tendré que tomar justicia para que ya me deje en paz de una vez o esto solo va a ir a mayores y es lo último que quiero o necesito.
- Estás jodido.- me sobre salto al escuchar la voz de mi hermano.
- Cabrón, no llegues tan silencioso.
- Si, paso de tu susto.- le quita importancia.- Estás jodido, te gusta tu compañera de apartamento.
- Peor.- digo ya rendido, desde que hablé con ella para disculparme me di cuenta de que no solo me gustaba.
- ¿Peor?
- Me encanta, no puedo vivir sin escucharla hablar, y aunque siento que soy la peor mierda del mundo y quiero alejarla, no puedo.- digo ya cansado.- Me gusta Samantha y eso ya es un hecho.
- Estás jodido.- palmea mi espalda.- Ya te tocaba.- me sonríe. Lo miro mal.- Ana estuvo jodida, yo lo estuve, ahora te toca a ti.- se encoge de hombros.- No sé lo que te pasó para ser quien eres Lukas, pero sé perfectamente de que de los tres, tu eres el que más ha sufrido y el que más merece ser feliz, no te estorbes.- me sonríe.- Gala y yo nos vamos.
Mi hermano y su novia se van después de pasar dos horas en mi casa. Suspiro rendido, he tardado una semana en decir en voz alta que ella me encanta pero es que de nada sirve ocultárselo a Brandon, él siempre lo sabe todo. No sé de que manera pero mi hermano menor siempre lo sabe todo.
Después de cenar paso por la habitación de Samantha, abro la puerta con sigilo y me cerciono de que descansa, para después irme yo a mi habitación.
No sé que haré, ni de que forma tampoco pero tengo que alejarla de mi. Samantha es demasiado mujer para mi, yo soy un asesino. Pasé de ser un asesino ilegal a ser uno legal para las fuerzas secretas francesas y luego de la Stasi – lo de la CIA es solo una tapadera.- pero siempre con el mismo trabajo o similar, y querría decir que me arrepiento pero es lo que soy, es para lo que me han criado y entrenado.
Me despierto antes que Samantha y salgo corriendo del apartamento a las oficinas de la Stasi, oficinas que nadie puede por supuesto saber donde están ubicadas y a las que no se puede acceder sin acreditación.
Entro al edificio sin hablar con nadie, incluso aquí saben lo que hice antes de entrar aquí, todos conocen el apellido de mi familia, y al igual que el resto de Alemania están controlados por ellos. Sin el dinero de mi abuelo y la venta de armas, no tendríamos casi armamento.
- Lukas.- dice mi jefe al verme entrar en su oficina.
- ¿Qué necesita?
- Tu ayuda.
- ¿Con qué?
Mi jefe me entrega una carpeta con varios documentos, los leo todos con detenimiento. Un trabajo de vigilancia con el que posteriormente procederemos, debemos analizar primero la importancia del sujeto y que es lo que mejor nos conviene, eliminarlo o dejarlo en la cárcel para lo que le resta de vida.
- ¿Cuándo puedes empezar?- su voz profunda me hace despegar los ojos de los documentos.
- La semana que viene, este fin de semana estoy ocupado.- él asiente.- Necesito un favor.- digo como si él se pudiese negar.
- ¿Cuál Lukas?
- No me hable mal Freedrik.- lo miro mal.- Quiero que le pongas protección a esta chica.
- ¿Protección a una chica? ¿Tienes novia?- niego.
- Solo hazlo.
- Vale, lo que tu quieras.- se rinde.- El lunes empiezas.
Salgo de su oficina con rapidez. Hablé con él cuando Ana me dio visto bueno para volver a trabajar y me dijo que no tenía ningún trabajo bueno para mi, así que si me ha dado este es porque es bueno.
- Lukas.- me giro a ver a uno de los chicos que estuvo conmigo en Estados Unidos, intentando localizar a la loca de mi madrastra y ¿tía? Podríamos llamar así a ese ser asqueroso.
- Asthon.- lo saluda.
- Trabajaré contigo.- asiento.- ¿Lo has leído todo?- niego.
- Es uno de los responsables de la muerte de tu madre.
Vuelvo a abrir los archivos, y efectivamente, nuestro objetivo ayudó a mi madrastra a acabar con mi madre. Fue el fotógrafo que le dio la información a Eliza de que mi padre la engañaba, y todo porque mi madre se negó a ser su modelo y amiga con beneficios. Mi madre amaba solo a mi padre y el sentimiento era correspondido aunque su amor no era posible.
- ¿Crees que aguantaras sin matarlo hasta que hayamos determinado algo?- asiento con furia.
- A mi abuelo ni una palabra, él acabará con el fotógrafo sin pensarlo.
- Lo sé.- asentimos a la vez.- Nos vemos.
- Nos vemos.
Salgo del edificio justo cuando me suena el teléfono, Samantha me está llamando y yo no sé que hacer. Sino le contesto podría preocuparse pero si lo hago no sé que escusa inventarme para ausentarme todo el día.
- Hola.- acabo contestando.
- Hola.- su voz se encuentra ronca.- ¿Qué quieres de comer?
- Samantha.- suspiro.- Ve a tu casa, sé que quieres ver a tu hermano.- ni lo conozco pero si la conozco a ella.- Mi abuelo me ha llamado, pasaré el día con él. Puede que ni vuelva a dormir.