Después de la tormenta

Capítulo 23 ✅

Parte dos de la novela

Dos meses después

Ana me sonríe mientras le cuenta un cuento a Candela que tiene ya diez meses, está preciosa y más rubia algo que ninguno creía posible.

El susto de hace meses con Ana no fue más que eso, un susto. Nunca llegó a morir solo que al no estar conectada a ninguna máquina que midiera sus latidos pues se tuvo que medir manualmente y la enfermera que lo hizo, no lo hizo bien.

Pero se consideró que Eleanor tenía un embarazo de alto riesgo y mientras que dos semanas después le dieron el alta a Brandon y a Jackson ella permaneció y permanece aquí, no es que nadie fuese a echarla teniendo en cuenta de que Hans Hoffman es el mayor inversionista del hospital.

Lukas, sigue tendiendo en la cama del hospital, con sus constantes vitales constantes, no ha tenido más paros cardíacos pero si un par de operaciones más, en una de ellas acabaron poniéndole un marca pasos, algo que también quieren ponerle a Ana pero cuando de a luz que se estima que no le queda mucho porque está de casi siete meses y por esas fechas tuvo a las niñas.

- Algunas veces me siento egoísta por querer que despierte, ninguno sabemos si en verdad es algo que quiera o no.- la miro con lástima, está perdiendo las esperanzas y entiendo el porque, pero yo todavía continúo creyendo que se levantará.- Cuando lo veo sin la mascarilla vuelvo a tener fuerzas y creer que algún día despertará.

- Lo hará Ana, él es fuerte.

- Se ha perdido año nuevo y mi cumpleaños, prometió no volver a perderse ninguno de mis cumpleaños.- sonríe con tristeza.- pero puedo con ello, por él puedo esperar.

Recuerdo bien su cumpleaños, lo pasamos aquí, no creí que fuese a ser bien recibida pero al contrario de mi suposición, ella misma me invitó y me presentó como su cuñada aunque Lukas todavía no ha aceptado ser mi novio, pero lo hará, aunque tenga que rogar.

- Hola señoritas.- nos sonríe una enfermera.- ¿Cómo se encuentra mi paciente favorita?

- Con ganas de dar a luz, a mi hijo le gusta dar patadas.

- Bebé.- todas miramos a Candela, le encanta decir bebé, mucho mas que papá o mamá.

- Voy a medir las constantes de Lukas.

- Adelante.

Las dos permanecemos calladas mientras ella toma los datos sobre Lukas, vienen todos los días dos veces a la semana, ya es rutina para ambas. Nos alegra bastante cuando nos dicen que siguen iguales, es mejor eso a que nos digan que han empeorado.

- ¿Pero qué tenemos aquí?

Ana y yo nos adelantamos un poco para mirar el monitor pero no entendemos nada, pero cero. Nosotras no hemos estudiado nada de enfermería ni medicina, así que el monitor es líneas y número, y dibujos que no entendemos. Ana incluso me confesó que al principio no entendía como las madres veían a los fetos cuando a penas tienen un mes, porque ella siempre se entera tarde y a veces no sabe donde están.

- ¿Qué pasa?- pregunto con impaciencia.

- Sus pulmones han mejorado mucho, si continúa así, pronto podremos quitarle el respirador de forma definitiva y no por media hora diaria.

- ¿Enserio?- puedo notar la emoción en la voz de Eleanor.

- Enserio.

- Esa es una muy buena noticia.- digo antes de abrazar a Eleanor.

- Rompí aguas (fuente)

- ¿Qué?

- Si, duele.- se lamenta.- ¿La tomas?

- Claro, dame.

- Llama a Jackson para que se de prisa.- lo hago.- Solo una semana para siete meses hijo, ¿qué prisa tienes?- le regaña a su barriga.

La enfermera sale corriendo para avisar a otra que prepare todo lo necesario para el parto, el hijo de Ana tendrá que pasar un tiempo en la incubadora pero es algo por lo que han pasado las otras dos niñas y no ha había problema.

- Mientras que no.... hay contracción.- me río porque si la ha habido.- ¿Cuánto...estás dispuesta a esperar a Lukas?- piensa la respuesta.

- No lo sé, pero voy a seguir haciéndolo.

- Bien.- respira con dificultad.- Un consejo, no tengas hijos, esta mierda duele.- se queja antes de otra contracción.

Rápido las enfermeras comienzan a monitorearla, e incluso llega la matrona para asegurarse de que todo vaya bien, le hacen incluso una ecografía, aunque Ana no puede dar a luz naturalmente, por lo que me dijeron es muy peligroso para ella, así que solo van a esperar un poco a que venga Jackson, al que ya he llamado.

- Agradezco dar a luz por cesárea.- intenta sonreír.- La epidural.

- Ya vamos, y vamos a esperar a tu marido abajo.

- Me parece correcto.- hace una mueca de dolor.- Cuida a mi hija y a mi hermano.

- Si jefa.

- Nos vemos.

Salen rápido con Ana para bajarla a planta y yo me quedo con Lukas, sé que toda su familia estará esperando por la llegada del nuevo integrante, yo lo estoy esperando pero mi sitio en estos momentos es junto a Lukas y no con el resto de la familia, este es mi lugar de hoy.

Mi hermano llega media hora después de que se llevasen a Ana, verlo con pelo me da alegría antes me imaginaba que tenía, ahora ya no tengo que hacerlo, es una realidad.

- Hola hermanita.- le sonrío.- ¿Qué haces con Cande?

- Su madre se puso de parto.

- ¿Qué Ana qué?

- Se puso de parto.- me río de su cara pálida.

- ¿No es muy pronto?

- Pasará un tiempo en la incubadora.

- Imagino que si.

Mi hermano no se sienta en la silla en la que estaba antes sentada Ana, ya que le aviso que ahí es donde Ana rompió aguas, si quiere mojarse con ese líquido ya es cosa suya pero yo al menos avise y eso ya me hace buena persona.

Después de otra media hora suben a planta a Ana que se encuentra cansada pero que se niega a dormir porque dice que durante el embarazo ya durmió lo suficiente.

- Einar es hermoso.- me gusta el nombre de su hijo.

- Las madres siempre dicen eso de sus hijos.

- No te metas conmigo Carsten, que eres mayor pero yo sigo mandando.




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