Siento mi corazón débil, siento que respirar arde. Me cuesta hacer lo más sencillo del mundo, vivir. Nunca creí que podría encontrarme en una situación tan mala, nunca creí que fuese a hacer sufrir tanto a Ana, porque puedo asegurar que ella debe de estar sufriendo aunque solo hayan pasado unas cuantas horas. También estoy preocupado por Biel pero sé que mi hermana y mi abuelo lo cuidarán bien de morir yo.
¿Cómo estará Samantha? Ahora, justo en este momento que mi vida está pasando a otro lugar me doy cuenta de que haría cualquier cosa por estar a su lado. Mi madre siempre me dijo que si amaba hiciese lo que fuese para estar con esa persona y en vez de eso yo estuve intentando alejarla.
Podemos decir que al menos en eso Eleanor y yo somos parecidos, algo que de seguro no es un defecto de Brandon porque con miedo él no se alejó de quien amaba. Ana y yo lo hicimos y los resultados fueron bastante parecidos.
Mi madre amó a mi padre aún sabiendo que no podría tenerlo por completo para ella pero jamás se rindió o alejó. Mi abuelo, que creía era homofobo, nunca se alejó de Rafael, y lo amó tanto o más como a mi abuela. ¿Por qué no aprendí de ellos? Porque por primera vez en mi vida fui un cobarde.
Ahora voy a luchar por ella, no sé cuando despierte pero juró que haré lo posible para estar con Samantha, porque aunque quise negarlo, me enamoré de la chica debajo de la lluvia. Sin darme cuenta de mis acciones fui enamorándome, un error a la vez que un gran acierto, porque si alguien se merece que la amen es Samantha, una mujer hermosa por dentro por fuera.
Abro los ojos con mucha dificultad, la luz me molesta y siento mi cuerpo pesado, siento como si llevase mucho tiempo tendido y me siento débil, algo que no me gusta en absoluto.
Al girar la cabeza me encuentro con un hombre que no conozco, intento mirarlo mal porque no puedo moverme correctamente. Será uno de los hombres que me atacó, lo dudo. Para poder entrar a mi cuarto seguro que Ana ha tenido que dejarlo pasar, y ella jamás dejaría pasar una amenaza.
Cuando siento que puedo moverme un poco estiro mi brazo y agarro al hombre que no puede ser más que unos meses mayor que yo, parece de mi edad.
- ¿Quién eres?- aprieto débilmente el agarre.
- Ana.- llama a mi hermana.- ANA AYUDA.
Miro detrás de él al escuchar un ruido, mi hermana despertando en una camilla, ¿qué pasó? ¿qué le pasó a mi pequeña? Ella no tendría que estar aquí, tendría que estar en su casa. Los hospitales no le gustan.
- Lukas.- dice emocionada, su pelo está alborotado y no parece tener nada mal.- Lukas, suelta a Carsten.
- Pero, ¿quién es este?
- ¿Cómo lo explico?- se pregunta.- Es el hermano de Samantha y nuestro primo.- ¿qué?
- ¿Qué?
- Samantha no es nuestra prima.- dice rápido al ver mi cara de espanto.
- ¿Pero de quién es hijo él?
- Es hijo de Freedrik.
- Que pena.- digo rápido.
- Suéltalo.- me repite
- Si, perdón.
Cuando suelto al hermano de Samantha... un momento... yo a este chico lo conozco, de cuando era más pequeño.
- ¿Carsten Schwarz?
- El mismo.
- Joder, ¡has crecido!
- Y soy un Hoffman.
- ¿No lo eras de pequeño?
- Bueno.- sonríe.
- Me duele todo.
- Voy a llamar a Rafael.- dice Ana.
- Tu descansa, dios, diste a luz hace dos semanas.- ¿qué mi hermana qué?
- ¿Qué ha dicho?
- No te enfades, Jackson y yo utilizamos protección.
- La mejor protección es ta abstinencia.
-:Claro, estoy casada y en vez de tener sexo voy a jugar a las palmaditas.- bueno, tiene un buen punto, me excedí un poco.- ¿Quieres ver a Einar?
- ¿Es un niño?
- Si, hoy creen que podrá salir ya de la incubadora.- me sonríe.
El cabreo con Jackson al saber que dejó, nuevamente, embarazada a mi hermana desaparece cuando veo la enorme sonrisa con la que Ana habla de su recién nacido hijo. Si ella es feliz, si ella está contenta entonces yo no tengo nada por lo que preocuparme. Cuando la vea llorar, rota y triste entonces me preocuparé.
- Un momento, ¿cuánto ha pasado desde que acribillaran mi coche para que tu hayas dado a luz?
- Dos meses, yo estaba de casi cinco.
- ¿Dos meses?- asiente.- Hablar se siente raro.
- Lo entiendo, a mi también me pasó.
- ¿Cómo...?- necesito saber de ellos.
- Jackson solo tiene un riñón y Brandon está en rehabilitación después de la rotura de un hueso, pero ambos están bien, felices y bastante vivos.- me tranquiliza.
- Hola dormilón.
Sonrío al ver a mi abuelo Rafael, él seguro hizo lo posible para que todos nosotros siguiéramos con vida, porque la mirada triste de Ana al hablarme de lo que les pasa ahora a los otros dos, me deja saber que no fui el único en coma. Tuvo que ser muy duro para ella ver a los hombres que más ama en el mundo, en circunstancias tan malas.
- Bueno, tengo que hacerle pruebas para descartar algún tipo de daño mayor.
- Claro.- digo sintiendo rasposa la garganta.- Me molesta al hablar.