Salgo corriendo de la oficina después de recibir el mensaje de Eleanor sobre un cambio nuevo y urgente en el estado de Lukas. Casi me salto dos semáforos por suerte no lo hice y evité acabar yo en urgencias por un accidente de transito, no es lo que necesito en estos momentos.
Subo por las escaleras, no quiero esperar al ascensor. Al llegar a la planta me paro un poco para tomar aire, necesito ponerme a hacer ejercicio, dos pisos de escaleras y ya estoy muerta, ni Ana estando embarazada se cansaba tan rápido.
Cuando ya he recuperado algo de aire vuelvo a correr hasta la habitación de Lukas y Ana, necesito saber cual es el cambio y si es o no positivo.
- Llegué.- digo apoyando mi cuerpo en el marco de la puerta, recuperando otra vez el aire.
- ¿Por qué corres?- la miro con confusión por su estado desanimado de voz.
Miro la habitación, está vacía, ¿dónde está Lukas? No puede ser, él no puede haberse rendido sin darnos tiempo, me niego a creerlo. Es imposible, es un Hoffman y ellos no se rinden con facilidad, dos meses es muy poco.
Siento las lágrimas picar en mis ojos, intento no pensar que de verdad esté muerto, de seguro solo lo están operando de nuevo. Él no puede estar muerto, me niego, NO.
- No...no puede ser.- digo a punto de llorar.
- ¿Vas a llorar por mi?
Me giro con rapidez, vale, me esperaba cualquier cosa menos encontrarme a Lukas despierto, en su camilla pero despierto y lúcido. No perdió la memoria como los médicos creían.
- Ella...
- A mi hermana le gusta ser cruel.
- Es cierto.- se burla cuando la miro.- Está despierto.- deja de sonreír.
Ana se levanta de su camilla, deja que los enfermeros coloquen la cama de Lukas en su sitio y luego se acerca a donde su hermano y le propina una colleja, no entiendo el porque y si alguien lo hace que por favor me lo haga saber. Esperaría cualquier tipo de reacción de Ana excepto esa, digamos que es peculiar.
- ¿A qué viene eso?
- Por imbécil.- ambos la miramos con confusión.- Y a ti te tendría que dar otra pero suficiente has sufrido ya.
- ¿Pero, por qué?
- ¿Y todavía preguntas?- Lukas asiente con confusión.- Habéis necesitado que te convirtieran en un colador para admitir que os amáis, aunque tu no lo hayas dicho en voz alta, solo preguntar por ella me lo dejó claro.- dice con frustración.- Desde que llevé esa ropa a tu apartamento y la vi supe que ella era algo más, te dejé claras señales y tu como imbécil las ignoraste.- está enfadada.- Así que como a alguno de los dos le de ahora se atreva a decir que no quiere estar con el otro.- hace un gesto de muerte.- A ti te mando a la mierda, y te quedas sin un puto euro.- amenaza a Lukas, juro que esta mujer da miedo, pavor.- A ti, mierda Samantha, otra a la que mando a la mierda y fuera protección de cualquier tipo.
- Ana...
- Ana una mierda, no sean más estúpidos y amense libremente.- suspira.- Lukas, desde que ella llegó has estado preparado para ser un buen novio, y para ser el padre que siempre has querido para Biel, así que no me jodan más y se pongan baches en el puto camino porque entonces mi presunta muerte no será presunta porque moriré de estrés, pero no os preocupéis que si yo muero ustedes se vienen conmigo.
- Dramática.- la acusa.
- Si, pero ¿a qué sirve?
- Si lo hace si.
- Pues ya está.- vuelve a sonreír como si nada.- Ahora los dejo solos que me voy a por mi hijo.
- ¿Salió de la incubadora?
- Si, hace diez minutos la matrona me dio el visto bueno para poder trasladarlo aquí.- me sonríe, su sonrisa es hermosa.
- Me alegro.
- Si, yo también.- suspira de felicidad.- Hablen o me verán cabreada y seguro no quieren que eso pase.
- Personalmente no.- le respondo yo.
Ella abandona la habitación y yo me quedo parada en el centro de ella sin saber si acercarme o no a Lukas, la verdad es que tengo miedo de que me siga rechazando, espero por mi propia salud que no lo haga. No he pasado dos meses casi tres esperándolo para que ahora me bote.
- Acercate.- con pasos lentos lo hago, de verdad que no quiero que me bote.
Al hacerlo él me indica que me siente en la silla, se ve todavía muy débil pero estoy segura que podrá volver a ser el mismo hombre de antes, seguro. Estamos hablando de Lukas, él puede con todo.
- Soy idiota.
- Yo también.- sonrío tímida.
- Mírame.- lo hago, sus ojos azul oscuro chocan con los míos turquesa.- Fui un cobarde Samantha, no me di cuenta que al alejarte no solo me hacía daño a mi sino que también te lo hacía a ti.- hace una pausa.- Creí que no merecía el amor de nadie más que el de mi familia e incluso a veces dudaba de merecer ese amor.
- Yo...- él me pausa.
- Soy un asesino, me entrenaron para serlo, siendo adolescente asesinaba a cualquiera que dijese una mala palabra de mi familia y después de mi secuestro maté a toda una familia, no podía concebir que personas tan asquerosas como esas respiraran el mismo aire que yo.- veo como le cuesta hablar.- Yo era un adolescente cuando me secuestraron, me torturaron por casi un año entero, me escupieron y me drogaron hasta que casi olvidé quien era, y cuando creí que ya no podía más, que nada podía ser peor la hija de treinta años del hombre que me tenía prisionero, decidió que quería un hijo con mis genes, fui violado por dos meses hasta que ella consiguió embarazarse, desde el principio fue un embarazo complicado y Biel nació a los siete meses, a los Hoffman nos gusta adelantarnos.- intenta hacer una broma.- Estuve el primer mes de mi hijo a su lado, los hombres seguían torturándome hasta que me harté e intenté revelarme pero ellos me acuchillaron – recuerdo la cicatriz de su abdomen.-, y me tiraron en medio de una carretera. Una pareja me encontró y me llevó de inmediato al hospital, pronto sabían quien era mi familia y la llamaron, no sé que pasó o como se lo tomaron pero Ana, ella me salvó la vida Samantha, la única persona con el mismo grupo sanguíneo que yo en mi familia era ella, y donó su sangre.- Ana es la héroe de Lukas, y Lukas es el héroe de Ana, se nota que son hermanos.- Después de las violaciones la única mujer que toleraba ver era a mi hermana, tenía miedo además a que ella me encontrase y cuando mi abuelo dio con la dirección, acabamos con toda la familia, y me llevé a Biel antes de que lo viese, e intenté colarle un poco después que había sido de una aventura pero hace poco supe que él sabía la verdad; con el tiempo pude tolerar un poco a las mujeres, pero seguía con miedo, ¿quién me aseguraba que ninguna otra quisiese aprovecharse de mi? Nadie y eso me aterrorizaba, salí con Brianna y jamás pude tocarla y se insinuaba mucho.- me molesto por ello, no quiero hablar de Brianna.- Y entonces apareciste tú, una mujer que acababa con mi paciencia de tanto hablar pero a la que me encantaba y encanta escuchar, me fui enamorando sin saberlo, poco a poco, de todas y cada una de tus facetas y amaba y amo escucharte hablar sin parar.- hace una pequeña pausa.- Y ¡sorpresa! Algo que pensé jamás despertaría en mi, despertó el deseo sexual, querer que gimieras mi nombre, querer gemir el tuyo. Deseaba tanto oírte hablar como verte desnuda, lo que fue todo un desafío para mi porque seguía teniendo miedo, no a que me violases sino a que me odiases después de saber que maté, que me violaron y que era un padre soltero.- proceso todo lo que me ha dicho.- Nunca en mi vida he hablado tanto y que no digas nada me está poniendo realmente nervioso, y yo no me pongo nervioso con facilidad.