Parte Dos
Termino de hacer la cena para Lukas, Biel y para mi, siempre con la ayuda de Biel. Lukas es nefasto para preparar otra cosa que no sea bocadillos, en cambio a Biel le encanta cocinar y aprender nuevas recetas por lo que siempre que puede y no tiene deberes, me ayuda en la cocina.
Termino de poner la mesa en el momento que Lukas llega a la mesa con su silla de ruedas, no tengo claro que es lo que odia más, si la silla o a su enfermero, aunque no es el único que lo odia. Prueba de que más personan lo odian ha sido hoy y como Biel lo ha humillado teniendo la mitad de edad.
Los ojos grises azulados de Biel se centran en la lluvia de fuera antes de ayudar a su padre a entrar completamente en la mesa.
- ¿Te gusta la lluvia Biel?- él me mira por unos segundos antes de asentir y volver a mirar por la ventana.
- Me gusta mucho la lluvia.- sonríe.- Papá dice que nací un día que llovía mucho y que fue el mejor día de su vida.-siento ganas de llorar, pero de la emoción, adoro al niño.
- Fue el día más feliz de mi vida.- le sonríe levemente Lukas.- ¿Cenamos?
- Claro.- le sonrío.
Ayer por fin Lukas se cortó el pelo, efectivamente odiaba llevarlo largo y yo odiaba que lo llevase así, me gusta mi novio como lo conocí hasta con su actitud extraña, seria y distante, pero es parte de él, no puedo querer cambiarlo ahora, y menos cuando es completamente perfecto.
- ¿Hoy andaste más?- pregunto por hablar de algo, ya que no fui a la empresa, no tengo mucho que decir de mi día.
- Digamos que Ana me obligó un poco.
Desde que despertó habla más, ni la mitad que yo pero se expresa más y habla con más personas, nunca con extraños o personas que no le interesan, por lo general a esos suele ignorarlos de forma bastante evidente que a veces roza lo maleducado, pero con quienes quiere es bastante más abierto, incluso bromea de vez en cuando con mi hermano, su primo, sigue siendo extraño. La relación con Amalia es cordial, no es que se odien, solo es que mi amiga no entiende porque él la juzga con la mirada, aunque en verdad no lo hace, es solo su cara.
- Tienes cara de odio.
- Me ha venido a la cabeza la cara de mi enfermero intentando ligar contigo y con Ana, ojalá poder pegarle.
- Eres demasiado agresivo.
- Ya lo sé, pero es que las palabras no parecen servir de mucho con ese estúpido.
- Papá, tu eres mejor solo tienes que ignorarlo.
- Eso, hazle caso a tu hijo.- choco los cinco con mi hijastro.- Él sabe mucho y es muy sabio.- no miento, Biel es demasiado inteligente sobre todo en matemáticas.
Alguien golpea la puerta del apartamento, ¿quién será? Nadie ha llamado al timbre de abajo, así que la única persona que podría ser sería Eleanor, pero vamos, hoy tenía cita romántica con Jackson y luego irían a pasear con los niños o eso me dijo, sería muy raro que viniese y más sabiendo que teníamos cena nosotros tres.
Abro la puerta encontrándome directamente con Brianna, ella me mira detenidamente, recorre mi cuerpo para luego hacer una pequeña mueca de disgusto.
- ¿Está Lukas?
- Está pero no quiere verte.
- Prefiero que él me diga eso, no te creas tanto sigues siendo solo su compañera de piso.
- También compartimos habitación y cama.- ella abre sus ojos en sorpresa.- ¿Qué quieres de mi novio Brianna?
- ¿Tu novio?- parece muy indignada.- ¿Sabes que tu novio es un asesino?
- Lo sé.- ella se ríe.- Sé a lo que se dedica su familia, Ana ya me lo dejó en claro y yo acepté todo lo que viene con esa vida.-le sonrío.- Aunque Lukas me dejase y volviese contigo, jamás serías una Hoffman porque quien manda es Ana y ella nunca te dejaría portar ese apellido, antes te quema viva, así que no te creas importante Brianna.- ella me mira indignada.- ¿Crees que soy débil? No lo soy, débil eres tú y las personas débiles mueren en el mundo de Lukas, lo mejor es que te marches y no vuelvas a cruzarte en nuestro camino.- levanto el mentón como me enseño Ana.
- Tú.- me señala.- ¿Qué te crees?
- Se cree lo que es, la dueña de la casa.- sonrío al escuchar la voz de Lukas.- Samantha es mi novia, la mujer que calienta mi cama y a la que mi hijo adora, así como mi familia, tú solo fuiste una chica que decía ser mi novia,- sonríe.- Largate Brianna, ten un poco más de dignidad y sal con alguien que sea tan superficial como tú.
Le cierra la puerta sin darle tiempo a replicar las palabras de Lukas, no tengo muchas ganas de seguir escuchándola, es muy ruidosa y luego me duele la cabeza de escuchar tantas tonterías.
- Estuviste genial.
- Aprendí de los mejores.- digo dejando un beso leve en sus labios.
Volvemos a la mesa donde Biel ya ha acabado todo su plato de comida. Él mira a su padre, no sé que se dicen de forma silenciosa pera Lukas acaba asintiendo y Biel sonríe.
- Sam, ¿puedo hacerte una pregunta?
- Claro Biel.
- Sé que llevas muy poco con mi papá, y que puede asustarte pero en este tiempo has sido algo que siempre me ha faltado, has estado en los buenos y malos momentos, estás aquí aún sabiendo todo lo que somos, y me has cuidado mientras mi papá no podía.- sus ojos se cristalizan y los míos también.- Así que, ¿querrías ser mi mamá?- lloro sin poder evitarlo, desde que Lukas despertó he estado esperando a que él me preguntase.
- Claro que si cielo.- lo abrazo.
Como puede Lukas se une a nuestro abrazo, dandonos un beso a ambos. Somos su familia, somos aquello que él siempre buscó pero de lo que siempre tuvo miedo, pero ya no más. Ahora que se arriesgo a ser feliz, ahora nada nos parará, nadie lo hará retroceder.
- Os amo.- nos dice con lágrimas.
- Nosotros también.
FIN
****
Queda el epílogo y un par de extras supongo, pero la historia ya llegó a su fin.
Ha sido todo un placer escribir a mis niños.