Destino Entrelazado

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Capitulo 1 I Emily Rose I

La suave melodía de la música del departamento de al lado que se filtra en la habitación me despierta.

Me estiro intentando alargar unos segundos mas el tiempo antes de levantarme de mi cómoda y caliente cama.

Me paso las manos por la cara intentando despertarme mientras abro la puerta de l a habitación dirigiéndome a la cocina.

Mientras camino por el pasillo el olor a café recién echo me envuelve dándome una sensación cálida, parecida a la de los rayos del sol.

Al pasar la puerta del salón veo a Max en la cocina con una sartén en la mano y una espátula de plástico en la otra.

Cuando me ve acercarme me sonríe como de costumbre.

---Buenos días, hermanita--- saluda con alegría mientras gira los huevos revueltos.

Me froto los ojos con cansancio sentándome en uno de los bancos delante de el.

Siento como si me hubiera pasado un camión por encima.

---Buenos días Max--- respondo medio dormida

Mx me pasa una taza casi a desbordar de café humeante.

Justo lo que necesito

---Pensé que te vendría bien un buen desayuno antes de que te marches a trabajar--- dice mientras termina de saltear los huevos en la sartén.

---Eso es maravilloso--- respondo con una pequeña sonrisa.

Varios segundos después Max deja delante de mi un plato de huevos revueltos recién hechos.

Max se sienta delante de mi en silencio con otro plato y taza antes de comenzar a comer.

Tomo un sorbo de café sintiendo como el liquido caliente pasa por mi garganta.

Después de desayunar tranquilamente tengo que salir casi corriendo, como de costumbre, para llegar a tiempo a la cafetería.

¿Por qué no me puedo levantar mas temprano como las personas normales?

Cuando por fin llego a la cafetería, el lugar donde llevo los últimos tres años me recibe como todas las mañanas.

Al abrir las puertas la campanita suena antes de que el olor a café y pan recién tostado me envuelta.

Me dirijo al mostrador mientras veo como Oliver esta atendiendo a una mesa a un par de metros.

---¡Emy! ---me saluda cuando me ve--- Buenos días.

---¡Oliver! ---respondo con la misma alegría--- ¿Cómo estas?

Antes de que le de tiempo a responderme Oliver como la persona torpe que es se tropieza con una de las mesas derramando el café sobre ella.

---¡Ten cuidado! ---digo en un intento de aguantarme la risa mientras me acerco.

El rostro de Oliver se pone totalmente rojo mientras mientras recoge la taza.

---Ya sabes que soy torpe. Al menos esta vez no he roto nada--- responde también conteniendo la risa.

---Si como no--- respondo entornando los ojos.

Oliver me guiña un ojo de forma amistosa antes de alejarse hacia una de las mesas que lo llama.

No puedo recriminarle nada porque a pesar de su torpeza es una de las personas mas alegres que conozco.

---¿Lista para otro día en el paraíso del café?--- pregunta sarcásticamente cuando pasa por mi lado.

La voz de Oliver se pierde cuando el grito de nuestro jefe inunda toda la cafetería.

---¡Emily, Oliver! ¡Pónganse a trabajar ahora mismo!--- grita desde detrás de la barra totalmente rojo.

Ambos nos miramos molestos antes de poner los ojos en blanco a escondidas al mismo tiempo antes de ponernos de nuevo a trabajar.

Thompson tiene el maravilloso superpoder de aparecer en los momentos donde menos lo llaman.

Nótese la ironía

---Si, señor Thompson. Lo sentimos--- Respondo por ambos tratando de mantener mi tono neutro.

Me dirijo a un pequeño vestuario para ponerme el uniforme de la cafetería.

Un delantal verde con el logo de la cafetería bordado en el pecho

Cuando regreso, la cafetería ya se esta comenzando a llenar de personas.

Me doy cuente de que Thompson ha vuelto a su puesto detrás de la caja supervisando su alrededor con ojo critico.

Me pongo a trabajar moviéndome con rapidez de un lado a otro mientras trato de atender a todo el mundo con una gran sonrisa.

Mientras estoy comenzando a preparar un café con leche para uno de los clientes escucho la voz de Sídney detrás de mi.

Sídney siempre tiene algo de lo que hablar y al parecer hoy no es la excepción.

---¿Has oído hablar del nuevo empresario de la ciudad? ---me pregunta mientras se acerca llenando un jarra de leche caliente--- Por lo visto se llama Alex Blake. Y por lo que dicen es un genio de las finanzas que ha llevado la empresa al top uno en tiempo récord.

---¿Alex Blake? ---pregunto parecer lo mas curiosa posible mientras vierto la leche espumosa sobre el café---Creo que e oído hablar de el. ¿Qué es lo que sabes?

---Emily ¡Es en serio!--- exclama emocionada por contarme mas--- Al parecer según los medio tiene la reputación de ser impecable y tener un carácter mas frio como el hielo. Aunque me pregunto si realmente será así o solo es una imagen.

---Probablemente sea un simple hombre de negocios sin ningún tipo de sentimiento--- comenta Oliver dejando algunos vasos sobre la barra--- Las personas como el normalmente solo piensan en el dinero.

---Puede ser--- digo saliendo de la barra en dirección a una de las mesas.

Pero, aunque no lo puedo explicar siento un pequeña punzada de curiosidad sobre ese tal Alex.

Quizás lo que se pregunta Sídney no es simplemente una tontearía.

Niego intentando quitarme esos pensamientos de la cabeza.

¿Por qué motivo estoy pensando en alguien que ni siquiera conozco?

El día avanza como de costumbre con el ruido de la cafetería disminuyendo conforma pasan las horas.

Sídney menciona a Alex cada que tiene la mas mínima oportunidad especulando sobre su vida y como a conseguido hacer crecer tanto su empresa.

Cuando estamos cerrando la cafetería me despido de Oliver y Sídney con un abrazo a cada uno antes de alejarme caminando en dirección a mi departamento




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