Capitulo 11 I Alex Wilson I
No puedo evitar contener una sonrisa cuando pillo a Emily mirándome.
Es evidente que esta fingiendo prestar atención a la película, pero su nerviosismo es evidente.
La observo en silencio, analizándola mientras pretendo seguir absorto en mi trabajo.
La luz de la pantalla del televisor ilumina su perfil, resaltando su nariz delicada y las largas pestañas que enmarcan sus ojos.
Pero es su boca la que realmente capta mi atención; la curva de sus labios, ligeramente entreabiertos en concentración, me hace preguntarme en qué esta pensando.
Su cabello cae suavemente sobre sus hombros, y siento un impulso repentino de alzar una mano y tocarlo, pero me contengo
Después de unos minutos, cierro el ordenador y lo dejo sobre la mesa frente a mí.
Luego, me recuesto en el sofá, estirando las piernas en dirección a Emily.
Ella me mira de reojo, pero no dice nada, solo se acomodo mejor en el sofá, intentando retomar la atención en la película.
Mientras la observo, me doy cuenta de cómo su camiseta se ajusta a su cuerpo, especialmente en la parte del pecho.
Mi mirada se detiene hay más tiempo del que debería, apreciando la forma en que sus pechos se nota a través de la tela del chándal.
Es una visión que despierta algo en mí, algo que debo controlar.
De repente, Emily gira la cabeza y me mira de reojo, levantando una ceja.
Mierda, me a pillado mirándola.
Por un momento, siento el calor subir a mis propias mejillas.
Sin embargo, mantengo la compostura y le devuelvo la mirada, esperando ver cómo reaacciona.
---Es una buena película, ¿no?--- digo intentando disimular sonriendo levemente.
Emily asiente.
---Sí, es una de mis favoritas. Mérida es... inspiradora--- responde, volviendo a centrar su atención en la pantalla.
Me recuesto de nuevo y cierro los ojos, escuchando los sonidos de la película de fondo.
Sin embargo, no puedo evitar sentir una conexión extraña entre nosotros, una tensión que llena la habitación en silencio.
El resto de la tarde pasa en relativa tranquilidad, cada uno inmerso en sus propios pensamientos.
Aunque no decimos mucho, la presencia de Emily a mi lado es agradable.
Extrañamente agradable.
Me doy cuenta de que, a pesar de todo, hay algo en ella que me hace querer estar cerca.
Cuando la pelicula comienza a llegar al final mis pensamientos comienzan a divagar a lo que lleva ocurriendo las ltimas semanas.
Cuando la película termina y miro hacia mi derecha veo que Emily se ha quedado dormida.
Su cabeza esta apoyada en el brazo del sofá, con sus suaves rizos pelirrojos desparramados sobre la almohada.
No puedo evitar quedandome mirandola.
De repente, veo a Ethan aparecer por el pasillo de la planta baja.
Le hago una seña en silencio para que no haga ruido, señalando a Emily con la cabeza.
Ethan me mira, luego miró a Emily y asiente, como si acabara de entender la situación.
Se acerca y, con gestos, me indica que se marchar.
Asiento con la cabeza, por suerte Ethan no es tan estupido como para ignorarme completamente y hablar en voz alta.
Pero al parecer lo he subestimando demasiado rapido.
Ya que justo cuando esta a punto de salir, Ethan se detiene con una sonrisa traviesa, hace un dibujo de un corazón con las manos, señalándonos a Emily y a mí.
Frunzo el ceño y lo aniquilo con la mirada.
Ethan simplemente se rie en silencio y se marcha.
Vuelvo mi atención a Emily, que sigue durmiendo plácidamente.
Me acerco con cuidado, tratando de no hacer ningún ruido que pueda despertarla.
Hay algo en su rostro relajado y en su respiración tranquila que me hace querer estar mas cerca de ella.
Mientras la observo, no puedo evitar pensar en los últimos días, en cómo las cosas han cambiado tan rapido.
Emily ha pasado por mucho, pero ahora esta aquí.
En mi hogar.
No es el de otra persona.
En el mio
Y no quiero que cambie, quiero ser ese refugio para ella, que quiera estar aqui, auqneu no termine de comprender completamente por que.
Decido que es hora de llevarla a su habitación para que pueda descansar adecuadamente.
La levanto con cuidado, sorprendiéndome de lo ligera que es.
Emily murmura algo en sueños, pero no se despierta.
En silencio, la llevo hasta su habitación y la dejo en su cama, cubriéndola con la manta.
Me quedo ahi por unos momentos, observándola dormir.
Estoy a punto de marcharme de la habitación de Emily cuando la escucho murmurar algo en sueños.
Me acerco un poco más para escuchar mejor y entonces de nuevo con un tono de voz suave y casi suplicante.
—Quédate... No me gusta dormir sola...
Me quedo quieto, mirando su rostro relajado en la penumbra de la habitación.
Dudo por un momento, pero finalmente decido quedarme.
Cierro la puerta con cuidado para no hacer ruido y vuelvo a la cama, sentándome en el borde a una distancia prudente.
Pasan unos minutos en silencio, con solo el sonido de su respiración tranquila llenando la habitación.
Justo cuando empiezo a relajarme, Emily se mueve en sueños, deslizándose lentamente hasta que termina pegada a mí, con su cabeza apoyada en mi pecho.
Mi corazón da un vuelco, y por un momento me quedo inmóvil, sin saber qué hacer.
Finalmente, sin poder resistir el impulso, levanto una mano y la pasé suavemente por su pelo rizado, que huele a vainilla.
Enrollo uno de los rizos entre mis dedos, sintiendo su suavidad.
Mientras la observo dormir, me fijo en lo confiada que se ve en este momento.
No se en qué momento exacto sucede, pero mientras miro a Emily dormir, sintiendo el ritmo constante de su respiración, mis propios párpados comienzan a sentirse pesados.
Con una última mirada a su rostro tranquilo, mis ojos se cierram y me dejo llevar por el sueño, con Emily aún apoyada en mi pecho y mi mano enredada en su cabello.