CAPÍTULO 9

BUENA JUGADA 

Iremos el día sábado, avisa a todos. TODOS. 23:46 

No entiendo nada, ya estaba por dormir y el insistente de mi amigo molesta. No me dice el mensaje completo y todo para que le responda. 

¿Cuál es la necesidad de escribir a estas horas de la noche? 23:47 

Vamos, hermano, tú lo has dicho “estas horas” es muy temprano. 23:47 

¿No has escuchado esa frase de “LA NOCHE ES JOVEN”? Pues si no ya te la he dicho. 23:47 

Estás loco, ¿qué se supone que haremos el sábado? 23:48 

IREMOS AL... PAINTBALL 23:48  

Emocionante, ¿no lo crees? 23:48  

Claro que lo es, dime todo y allá nos vemos. 23:49 

A pesar de que estoy emocionado con ir a disfrutar uno de mis deportes favoritos, no quiere decir que se me haya ido el sueño.  

Dejo a un lado mi celular y me acomodo para quedarme dormido. 

Luego de haberme despertado y de realizar mis actividades matutinas reviso el celular, que se había quedado sin batería durante la noche, por eso recién lo reviso. 

Día: sábado 18 

Hora: 14:30 

Lugar: el de siempre, amigo. 9:23  

Ahí te veo, entonces. 10:40 

No te olvides de la gente. 10:41 

A pesar de todos los conflictos que tenemos, él siempre busca la manera de distraerme y alejarme de cualquier pensamiento que se me cruce por la mente. 

 Recuerdo que al regresar de la fiesta de mi hermana quiso hablar conmigo por lo que me había dicho, no lo culpo, admito cierta culpabilidad. 

—Inder, te debo una disculpa por lo de ayer. Hermano, sabes que no quiero que... 

—¡Hey! Tranquilo, ya sabes... pues, es normal en mí. 

—Lo sé, créemelo. Lo que te dije no estuvo bien, eres lo suficiente grande para saber que es lo que haces y que no. Disculpa por meterme tanto en tu vida. 

—Te disculpo por eso —él ríe por lo que he dicho. —Franco, te agradezco por preocuparte, pero ya sabes que haré. 

—Me lo dijiste, no tengo por qué adivinar. 

La persona que se emocionará con esta noticia es mi hermana. Por eso voy rumbo a buscarla, luego iré con Esteban. 

Llego más rápido de lo que pensaba donde mi hermana y toco el timbre, y me abre a la persona que menos esperaba, Katherine. 

—Hola, disculpa las molestias, vengo a ver a mi hermana. 

—Ella no está, si quieres puedes esperar —¿ella me dijo eso? No puedo creerlo, antes de que se arrepienta le respondo. 

—Claro, yo la espero. 

—Bien, aquí en el corredor hay una cómoda silla. Si quieres agua... 

—No te molestes, esperare aquí —me sonaba muy bonito para ser verdad. 

Me siento en la silla en lo que ella cierra la puerta. A los minutos vuelvo a escuchar que abren de nuevo la puerta. 

—Hola —esta vez no era ella. 

—Hola, Elianna —me ofrece un vaso de agua. 

—Moni no tardará en llegar, puedes esperar por ella —aquí —adentro, si quieres. 

La veo para ver si no se burla, pero no, a diferencia de la otra chica ella de verdad me invita a donde quería. 

—Gracias, el aire es fresco acá fuera. 

—De acuerdo —dicho eso, se va. 

No quise entrar, no porque no quería sino por Katherine, no entiendo porque no quiere que mi hermano y yo entremos.  

No quiero hacer incómodo el ambiente, por eso me mantengo al margen. 

Que mi hermana ya estaba por llegar, no, la señorita se demoró más de media hora en aparecer y en cuanto lo hizo me arrastró a la sala de la casa. 

—¿Volveremos a ir? —asiento —¡QUE EMOCIÓN! 

—¡LO SE! 

—A mi amiga le soporto los gritos, pero... 

—¿Qué es eso que los tiene emocionado? —pregunta Elianna, para eliminar la tensión, supongo. 

Mi hermana se pone a darle todos los detalles, a ambas, y parece que observo un toque de diversión y se podría decir ¿alegría? A Katherine. 

Quedaron las tres en ir puntuales el sábado al lugar acordado. Aunque Elianna dijo que no es muy buena en eso dijo que lo intentaría y sobre todo que se divertiría, veamos que ocurre. 

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—Han llegado todos, así que ya podemos empezar —empieza hablar Esteban —. Primero, la organización de los dos grupos, ¿cómo quieren organizarse? 

Nos da un tiempo para poder pensar.