Destino Inevitable

CAPÍTULO 12

CORDIAL INVITACIÓN 

Mirar la puesta del sol en el mar era sin duda uno de los artes más hermosos en este mundo. 

Me encontraba en esta playa desde hace una semana y cada día he venido para ver cómo se oculta poco a poco el sol. 

Me sentía libre, el no tener de que preocuparme era maravilloso, aunque sabía que al llegar de nuevo a la ciudad no estaría igual de bien como aquí. 

Veía a familias reunidas en la arena, niños jugar con ella y correr de vez en cuando a la orilla de la playa. Cómo quisiera volver a esa etapa, cuando era un niño que no tenía tantas complicaciones ni problemas que afrontar día a día. Quería volver a sentirme tranquilo. 

Revisé mi celular para comprobar la hora, debía empezar a empacar mis cosas. Mañana debía regresar al caos de mi vida, a veces deseo irme lejos de este país e irme a un lugar recóndito del mundo donde nadie sepa de mi existencia, lamentablemente querer irme no es tan fácil como pensarlo y desearlo. 

Al regresar a la habitación del hotel lo primero que hice no fue empacar, fue sentarme en una silla del balcón y disfrutar del fresco aire y de los últimos momentos de este lugar. Ya vería en qué momento empiezo hacer lo que necesito. 

 

—Hola, hermano. Creí que te quedarías un tiempo más por ese lugar. 

—Era lo que más deseaba, sin embargo, me ves aquí. 

—Cuéntame todo, ¿cómo te fue por allá? ¿encontraste algo? O debería decir ¿encontraste a alguien por allá y la pasaste bien? 

—Respondiendo a tus preguntas, me fue excelente, la pasé genial y siguiendo a las otras preguntas todas tienen una respuesta negativa. No y no. Ya sabías a lo que iría, así que ya puedes saber la respuesta a lo que esa cabeza tuya este pensando en este momento.

—Definitivamente ya sé todo, no hace falta que me digas nada más. 

—De acuerdo, iré a mi habitación, debo descansar. No hay novedad, ¿verdad? —le pregunto y me doy cuenta de que está concentrado en su celular. 

—No hay novedad, lo que hay es una invitación para volver a jugar paintball. 

—¿Enserio? —me senté frente a él. Ya sé, había dicho que haría otra cosa, pero eso puede esperar un poco. 

—Así es, creí que harías otra cosa y... 

—Dime, ¿de quién es la invitación? 

—Este... es de... —se rascaba la nuca, parecía nervioso y notaba que no me quería decir —Stefano, no está aceptada, sólo me pasó la cordial invitación. Debía hablar contigo primero y decirle algo, sabes que todo esto va dirigido a ti. 

—Lo sé, veo que no tiene agallas para enviarme algo directamente. Acéptala por mí, ya que eso es lo que quiere después de todo. Y pregúntale todo respecto a los integrantes.  

—Ya me ha dicho eso, te paso toda la información para que puedas revisar y escoger. 

—Gracias. 

 

Por todo eso de los integrantes del equipo para ese fin de semana es que me encontraba de camino a la casa de mi hermano. Él al parecer no estaba, no vi su auto, deduje que había salido y lo confirmé cuando lo llamé y me afirmó. 

A diferencia de él mi hermana si estaba en casa, estaba hablando con ella cuando escuché ruidos en el pasillo superior. 

—¿Qué ocurre? 

—Nada, solo es Eli. Dijo que se iría por unos días a casa de sus padres, debe visitarlos porque no lo ha hecho en mucho tiempo. 

—Hum, sabes que también quería que ella fuera a la competencia de paintball. 

Me mira y levanta una ceja —Inder, debes hablar con ella si la quieres como dices. 

—La necesito. 

—Pues habla con ella. 

—Creí que me ayudarías. 

—Lo siento, hermanito, tú competencia, tú problema, tú petición, no la mía. Ve y habla con ella antes de que se vaya, puede que después del mes ella venga para jugar. 

—¿Un mes? 

—Eso creo o ¿eran dos? —se encogió de hombros —No recuerdo muy bien. 

—Ya regreso, no te vayas a ir. 

—No, la peli está espectacular. 

Salí de la sala y la vi bajando las escaleras con una maleta. ¿Se iría un mes? Más bien parece que se quedaría por más tiempo. 

—Hola, Elianna. Permíteme ayudarte. 

—Hola, ¿Cómo estás?  

—Bien, un poco preocupado. 

—¿Algo anda mal? 

—Sí, quería pedirte que por favor me acompañes a una competencia de paintball dentro de dos semanas, pero veo que te vas. 

—Ah sí, bueno me iré por un tiempo a la casa de mis padres. No creo que pueda asistir en esta ocasión, me hubiera encantado aceptarte tal petición. 



#11867 en Novela romántica
#2267 en Chick lit

En el texto hay: novela juveil, destino inevitable

Editado: 02.04.2024

Añadir a la biblioteca


Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.