Destino Inevitable

CAPÍTULO 21

TODAVÍA

El paseo que tuve esta tarde-noche fue espectacular, visitamos tantos puestos de la feria, hubiera querido subirme a uno que otro juego atractivo. No pude hacerlo porque, en primer lugar, le tengo miedo a las alturas y lo segundo era lo que menos me gustó, escuché algo que me dejó paralizada. 

Todo lo que dijo aquel muchacho me hizo pensar en una sola persona, Emiliano, mi exnovio. Él decía cada palabra que esta otra persona dijo hoy, desde el sabor de helado hasta la frase que decía al probar la mezcla de helado rara como él decía. 

No era lo único que me hacía pensar que era él el que estaba detrás de todo esto, tras entrar a la casa y dirigirme a mi habitación, me llegó un mensaje de un número desconocido. Esto último solo hizo que confirmara mis sospechas. 

Creí que no querías repetir la historia... al parecer te tocará vivir eso nuevamente. 21:53 

—¿Qué carajos está planeando este imbécil? —dije esto en el silencio de mi habitación. 

Tenía que hablar esto urgentemente con mi primo, él debería saber algo. Es momento de que me diga todo lo que me ha estado ocultando, necesito que responda a mis interrogantes. 

Luego de enviarle un mensaje me dispuse a darme un baño, quería refrescarme para pensar con claridad todo lo que se viene.  

 

—¿Por qué sigues pidiendo ese mismo sabor de helado? 

—Sabes que me gusta la mezcla de ambos sabores, a ti también te gusta así que no me pidas que deje de comerlo. 

—Tienes razón, es una delicia. 

—Ya que has dicho eso, vamos —lo empujé para que pida lo mismo —. Ve y pide lo mismo. 

Se dirigió al carrito de helados y pidió la misma mezcla de helado que tenía en mis manos. 

—Nunca me cansaré de probar la maravilla que hemos creado juntos. 

Me desperté en ese mismo instante, volví a recordar lo que había hecho años atrás. Todo esto era por lo que había pasado la noche anterior. 

¿Ese muchacho era amigo de Emiliano? ¿Me quería volver loca?  

Todo esto no puede ser una simple casualidad porque yo no creo en eso. Las casualidades no existen para mí, todo esto tiene que ser obra de él. 

 

╰───────────✧───────────╮ 

—¿Me estás diciendo que esto te ha enviado él? Y también hay un secuaz de él, detrás de ti. 

—Así es, también siento que alguien está siguiéndome, puede que te parezca loco, pero me siento vigilada. 

—¿Desde cuándo? 

—Aproximadamente, desde unos dos o tres días atrás. Necesito que me digas lo que sabes, sin ocultarme nada. 

—Hecho. Primero, él no ha llegado todavía —Todavía —. Segundo, deja de pensar que viene por ti, su objetivo es otra persona. 

—¿Quién es? 

—Antes de decirte esto necesito que me vayas a ver mañana a este lugar —me dio un papelito con una dirección —. Temprano y no me dejes plantado porque todas esas preguntas que tienes no te las responderé, ¿entendiste? 

—Sí. 

Suspiró pesadamente y se despeinó el cabello con las manos, estaba frustrado. No hacía falta que me lo dijera. 

—¿Ocurre algo más? —negó. Se puso de pie y se alejaba hacia su habitación. 

—Te veo mañana y no olvides la puntualidad.  

—Chao, primito —cerró la puerta de su habitación.  

Terminé el vaso de agua que me había ofrecido y me dirigí a casa. 

 

—Yo si me subí a la montaña rusa, aunque casi me vomito en la ropa de mi amigo—se encogió de hombros sin saber cómo identificar lo que tenía con el chico en esos momentos. Lo que había dicho Kathy nos hizo reír. 

—Era la primera cita que tenías con él y... y casi... —Moni no podía terminar la frase porque le ganaba la risa. 

—Ya estuvo bueno, deja de reírte tan alto porque vas a levantar al pequeñín —le dije señalando al cachorro que dormía plácidamente sobre unas mantas, era su cama temporal. Inder aún no le compraba una cama adecuada para la mascota. 

—Está bien, está bien —dijo apretando los labios, en un intento por dejar de reír. 

—Mejor sigamos viendo la película —concluyo Kathy. 

—Siento que voy a tener pesadillas con esto —le di un pequeño golpe con el codo para que hiciera silencio, al parecer mi amiga no tenía planeado callarse. 

Estábamos viendo una película de terror que en estos momentos estaba en tendencia, muchas personas comentaban sobre ésta y nosotras no quisimos quedarnos atrás. También queríamos emitir nuestro comentario. 

Era una clase de pijamada lo que teníamos organizado para esta noche, probablemente dentro de poco termináramos dormidas; pero, sin embargo, merecíamos disfrutar —tras mucho tiempo— una noche de chicas. 



#11965 en Novela romántica
#2291 en Chick lit

En el texto hay: novela juveil, destino inevitable

Editado: 02.04.2024

Añadir a la biblioteca


Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.