Destino Inevitable

CAPÍTULO 22

DIVERSIÓN

 

—¿Aceptas venir o no? 

—Si digo que no, harán lo posible por convencerme, ¿o me equivoco? 

—En lo absoluto, tienes toda la razón. Vamos, ¿sí? 

—No lo sé, aun no estoy tan segura chicas. 

Mis amigas se han venido a mi habitación como hace una media hora, desde ese entonces y hasta ahora lo único que ha salido de sus labios ha sido “acompáñanos a viajar” “te divertirás mucho” y pues, claro que lo haré.  

Iré, sin embargo, quiero que me lo sigan pidiendo. Quiero que pasen lo que yo paso cuando ellas me hacen pedirle lo mismo por un largo tiempo. 

Sí, puede que me haga la de rogar, pero eso no es de siempre, que quede claro, eh. 

—¿Sabes algo, Eli? 

—No, no lo sé. 

—Claro que lo sabes, nos tienes aquí desde hace una media hora, aproximadamente, y no nos has dado una respuesta. 

—Pues, ustedes dos me han hecho lo mismo. No veo una gran diferencia. 

—Te lo dije Kathy, esta chica nos ha tenido aquí solo para decirnos que si irá. 

—Yo no he confirmado nada. 

—Es algo que harás después de todo. 

—Puede que no… 

—Sé que lo harás, Eli. Te dejamos, sigue en lo tuyo y no olvides que iremos el sábado muy temprano. 

—Hecho, gracias por la información. Puede que si vaya. 

—¡Seguro lo harás! 

Una vez que se fueron me dediqué a realizar mis tareas y avanzar unos proyectos que he estado posponiendo desde hace un tiempo atrás. 

Muchas veces he dicho esto, y nunca que cansaré de decirlo. Un buen viaje sirve para distraerme y para alejar tantos pensamientos que me carcomen la mente. 

Ha pasado una semana desde que me reuní con mi primo y la he pasado bien, sin ningún imprevisto o una noticia desagradable en cuanto a mi exnovio. 

A pesar de todo, eso no es lo único en lo que pienso. La casa de mis padres no queda muy lejos de donde iremos, aprovecharé para ir a visitarlos por un momento. 

Ya es un poco tarde, así que mañana empacaré mis cosas para el viaje de fin de semana. Tengo que hablar muy bien con mis amigas, me dijeron que vamos a tener compañía y no se a que se referían con eso. 

 

Al escoger la ropa estaba decidida a llevar algo, luego de que ya estaba lista para guardarla, me indecise de esas opciones.   

Que complicada soy, hasta para escoger unas prendas de ropa soy difícil. 

A las 6 a.m., EN PUNTO. Las pasamos a ver. Coloquen alarma. 

Eso es lo que dice el mensaje que envío el hermano de Mónica, ella nos pasó una captura del mensaje que le envió. 

—¡NOOO!  

—Se ha vuelto locooo. 

Estoy totalmente de acuerdo con lo que ha enviado Kathy. Levantarme temprano, ¡oh no! 

Solo envío al grupo un sticker de un muñequito triste, eso es lo que quería transmitir, después de todo. 

Coloqué una alarma para así no quedarme dormida y estar lista a tiempo. Aunque cuando se trataba de viajar muy temprano estaba lista en unos minutos, en estos casos no importaba tener que madrugar, hacía ese esfuerzo. 

 

¿Qué si me levanté temprano? De eso nada, y no fui la única, la misma Mónica se le habían pegado las sábanas. Y eso que ella conoce a su hermano y sabe cómo es cuando de puntualidad se trata. 

Eran seis y diez de la mañana y nosotras queríamos recién terminar de empacar todo. Un pequeño adelanto, sus hermanos y su amigo estaban a nada de irse sin llevarnos. 

Justo a las seis y veinte terminamos de empacar la comida para el camino y empezamos a organizarnos en la furgoneta en la que los hermanos Garcés realizaban sus viajes. 

Según nosotros ya estábamos listos para iniciar el viaje; sin embargo, el chofer de esta ocasión no estaba del todo de acuerdo. Inder. 

—No puedo manejar contigo a mi lado, hermanita. Ve atrás a dormir. 

—Luego no te quejes de que no tienes copiloto. 

—Créeme, prefiero ir sin copiloto que tenerte a ti. Me harás dar sueño si vienes a dormir a mi lado. ¿Alguien quiere venir adelante? 

Nos quedábamos viendo los unos a los otros y nadie dijo algo. 

—Bien, nadie quiere venir aquí adelante. Empezaré a conducir.  

Después de pensarlo hablé— ¿puedo ir? 

—Claro.  

La vez pasada fui en los asientos traseros de un auto, esta vez quería ver mejor la carretera. Me lo pensé un momento, no tenía mucho sueño, por lo que no creí quedarme dormida hasta que llegásemos a nuestro destino. 

 



#11862 en Novela romántica
#2266 en Chick lit

En el texto hay: novela juveil, destino inevitable

Editado: 02.04.2024

Añadir a la biblioteca


Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.