CAPÍTULO 30

PREGUNTAS Y RESPUESTAS 

Me harté, esa es la definición adecuada para lo que en estos momentos estoy viviendo. El odioso de Emiliano merodeando a mi alrededor. 

—¿Qué es lo que quieres ahora? —se acomoda en su asiento y se acerca a mí —Habla. 

—Bueno, me he sorprendido de que no te has contactado conmigo. 

—¿Por qué carajos quisiera hablar contigo? Suficiente tengo con que te andes apareciendo por ahí. Si te mantuvieras alejado es algo que te agradecería, créeme. 

—Bueno, cariño —lo fulmino con la mirada —. Ya, tranquila. Sin querer te encontré y bueno, tal vez querías platicar. Algo que al parecer no quieres. 

—Al fin te has dado cuenta, te han iluminado. ¡Qué milagro! 

—Oye. ¿No te has encontrado con Inder? 

—Ya que tengo la desgracia de encontrarnos, hablemos. ¿Por qué tanta preguntadera hacia Inder? ¿Qué es lo que quieres saber?  

—Quiero saber si eres novia de él. Bien, lo acabo de decir. 

Me limito al no reírme en su cara, aunque ganas no me faltan. 

—Permíteme decirte esto. No. Te. Interesa —me acerco a él —. Mi vida no le incumbe ni a ti ni a nadie, solo a mí, si estoy con él o con quién sea es algo que sencillamente no te importa. Déjame en paz, si tienes un asunto que resolver con él hazlo y lárgate de aquí. 

—Tu actitud no ha cambiado —y no lo hará. 

—Limítate a hacer lo que necesitas, a mí ya no me estés fastidiando la existencia. 

Me levanto y me agarra de la muñeca, me suelto y también se pone de pie. 

—Es un mentiroso ya te lo dije. No digas que no te advirtieron. 

—¡Qué considerado! En ese caso, deja que yo me encargue de saber si lo es o no. Ya te lo había dicho. Por último, la orden de alejamiento se hace efectiva muy pronto. 

Con eso me voy de ese lugar. Vibra mi celular. 

¿Hemos encontrado alguien que nos ayude con el local? Si. 

Me dijiste que te avisara y es algo que he hecho. 14:25 

Tengo clases, hablamos luego. 14:25 

Gracias por avisar. 14:26 

Puedo estar más tranquila por mi familia, con alguien que nos ayude significa que tendré tiempo en ocuparme de otras cosas. De igual manera iré este fin de semana para ver cómo va todo. 

—Ya no quiero estudiar. Los exámenes son lo peor que nos puede pasar. 

—Te vives quejando y siempre sacas un buen puntaje al igual que tus hermanos. 

—¿Cómo sabes eso? 

Estoy cerca de ellas y me mantengo al margen de la conversación. Algo va a pasar aquí. 

—¿Qué dices, Kathy? 

—Bueno, eso dices siempre. ¿Es mentira? 

—No, es verdad. Lo he dicho algunas veces. 

Ay, amiga. Que despistada eres a veces. No voy a decir nada, no es algo que me incumba. 

—¿Qué dices, Eli? 

—¿De qué? 

—Sobre lo que hemos hablado. 

—Pues... Kathy tiene razón. La mayoría de las veces te va bien, son difíciles los exámenes, pero te has preparado todos estos días. De seguro te va bien. 

—Eso espero, chicas. ¿Salimos a pasear? 

—¿Acabas de decir que salgamos?  

—Yo me apunto —digo a favor. 

—¿Y esa cara? 

—No puedo ir. Ya tenía planes. 

—En ese caso, iremos nosotras nomás. 

Últimamente hemos salido solo las dos, Kathy no ha podido salir con nosotras. 

—¿Crees que tenga novio? —me pregunta. 

—No lo sé. Ya sabes que no nos cuenta algo hasta que sea oficial. Puede que esté saliendo con alguien. 

—Tienes razón. Quiero comprarle algo a Inder, con esto de su mudanza a otro lugar. ¿No te lo he contado cierto? —niego. 

» Si, bueno. Se cambió a otro lugar porque quería relajarse y encontrar inspiración en nuevos proyectos. Aunque no creo que sea del todo cierto. Lo conozco y tengo un presentimiento. 

 —Tienes muchas cosas en mente justo ahora, Moni. Si ocurre algo puedes preguntarle a él mismo o a Esteban. 

—Ese es el problema, ambos siento que me ocultan algo, pero no sé qué puede ser. 

Yo sí que lo sé. 

—Como dices tú, si ocurre algo me lo han de comentar luego. Mientras tanto, vamos a recorrer el centro comercial. 

El tiempo pasó algo rápido y cuando nos dimos cuenta ya estaba oscureciendo. 

—Cenemos algo, no creo que mi estómago aguante hasta que llegue a casa. 

—Y bueno, eso ha sido todo.