Destino Inevitable

CAPÍTULO 33

SALDAR CUENTAS

Era el momento de afrontar todo lo que llevo cargando sobre mis hombros durante estos últimos años. Llegó la hora de saldar cuentas con Emiliano, esto no tendría que estar pasando si no hubiese estado distraído en algo que en un futuro se iba a dar, o puede que no.  

El dinero y Elianna, aquello era lo que tenía en mente aquel día. El día de hoy sigue igual, pero eso se terminará. 

Termino de alistarme y antes de salir de mi habitación escucho ruidos provenientes de la habitación de mi compañero y recuerdo que alguien iba a ocupar el lugar por un tiempo. La voz de una mujer puedo distinguir, y esa voz me parece haberla escuchado antes. 

—Si, ella vino por la mañana. Dijo que no se quedará por mucho tiempo, solo será por unas semanas en lo que regresa el otro chico —eso fue lo que me dijo el señor Juan cuando iba de salida. 

Recorrer este lugar me trae varios recuerdos, este lugar era uno de los que más visitaba cuando estaba en el instituto. Es una de las playas con más turistas recurrentes tanto nacionales como internacionales. 

 —Estabas por otra persona hace tres años atrás, y casualmente yo estaba con esa persona. ¿Qué crees que habría ocurrido si no me hubiese ido ese día? —escucho la voz de el a mi lado. 

—No sé qué lo pudo haber pasado, solo sé que ahora esto se termina. Olvídate de todo el pasado y dale cara al presente —aflojo mi agarre del maletín y este cae a sus pies —eso es todo, con interés y todo lo que se te pueda ocurrir. 

—Yo solo me hago una pregunta. ¿Qué pensara Elianna cuando se entere quién eres? Has ocultado muchas cosas, Inder.  

—Mis problemas déjamelos a mí, ya te he dicho que no te metas en mis asuntos.  

—Solo quisiera presenciar la escena. 

—Ya tienes tu estúpido dinero. Lárgate lo antes posible. 

—Falta el desenlace, terminar por lo que empezó. O tal vez, continuar con algo nuevo. 

—Pueden ocurrir muchas cosas aun, no te emociones tanto. 

—Cuanta razón tienes.

Nos vemos fijamente y antes de irme digo lo que tanto he querido decir. 

—Me alegro haber coincidido con Elianna ahora y no años atrás para tu conocimiento. Yo veré como se desarrollan las cosas. Sera la última partida y la despedida de tu parte por este país.  

—Elianna no es quien tú crees. 

—Y yo no soy quien ella cree. 

Con esto último me dirijo al departamento, asunto suyo si toma el dinero. Con lo codicioso que es no lo dejara pasar. 

—Debes dejar que todo fluya, ya déjalo en paz. 

¿Qué es lo que ven mis ojos? ¿Qué hace ella aquí? Mi compañera de curso —con la que menos tengo contacto y la que me ha molestado gran parte de la carrera —se encuentra sentada en uno de los sofás de la sala del departamento. 

—Hola, Inder.  

Cuelga la llamada en la que se encontraba y se centra en mí. 

—Hola, ¿eres amiga de mi compañero? 

—Es mi hermano. 

¿Qué carajos? Ni siquiera me di cuenta en que compartían ciertos rasgos. Bueno, tampoco es que vaya por ahí comparando los rasgos de la gente. 

—Entiendo —no sé qué entiendo, en realidad no entiendo nada de lo que pasa. —. Bienvenida, supongo. Te veo luego. 

—Espera un momento —se levanta y se me empieza a acercar —, yo sé que en la universidad no hablamos mucho, pero puede que eso cambie ahora. 

No, eso no pasara.  

—No, no cambiara. 

—¿Por qué? ¿Tienes alguien en tu corazón? 

—Eso no es de tu incumbencia —en este caso soy yo quien me acerco a ella —. Mantente al margen, tal como lo has hecho todo este tiempo. 

Suenan unos golpes en la puerta y se asoma quien menos me esperaba en este momento— ¿Puedo? —su mirada cae sobre ambos. 

—Adelante, ven por aquí —le señalo el pasillo que conduce a las habitaciones. 

—Hola, mucho gusto. Soy Dayanna, comparto piso con Inder y también cursamos juntos el semestre. 

Elianna la ve con una ceja enarcada —Hola. 

Se une a mi lado y escucho que murmura algo muy bajito, solo por estar cerca de ella lo llegue a escuchar —¿Por qué tanta información? Ni me interesa. 

Ingreso a mi habitación con Elianna detrás mío. Veo asombro en su mirada al observar mi habitación. Yo reaccione tal como ella lo ha hecho en estos momentos. 

—¿No estabas ocupado? 

—No, tranquila. Gracias por haber asistido a la partida. 

—Si, bueno justo de eso es porque estoy aquí. ¿Cuál será el objetivo?  

—Será eliminar a todos los del equipo contrario, especialmente a Emiliano. Por parte de su equipo será eliminarme. No usaremos la bandera en este caso. Emiliano quiere que todos nosotros seamos eliminados, que no quede ni uno en el campo de juego. Algo que no sucederá. 



#11862 en Novela romántica
#2266 en Chick lit

En el texto hay: novela juveil, destino inevitable

Editado: 02.04.2024

Añadir a la biblioteca


Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.