Destino Inevitable

CAPITULO 36

SE ACABÓ

Ya no puedo seguir así.

Debo terminar con todo esto.

Debo salir de este sitio.

Y solo hay una forma de hacerlo, empezando por quién me introdujo en donde he estado.

He pensado en escribirle antes de aparecerme sin previo aviso en su lugar de trabajo, pero no creo que le moleste que llegue sin avisar.

He terminado otro semestre de la universidad, lo que significa que he entrado en la etapa de buscar en que ocupar mi tiempo y justo eso es lo que haré a partir de este preciso momento.

—¿Vas a salir, hija?

—Sí, ya se lo había comentado a mamá. ¿Se te ofrece algo?

—No, ve con cuidado. Cualquier cosa que necesites, házmelo saber.

—De acuerdo. Te veo luego, papá. —me despido con un abrazo y empiezo el camino.

Llego al edifico que me dio la bienvenida en repetidas ocasiones cuando era una niña.

—Bienvenida, señorita.

—Buenas tardes. ¿Me puede indicar si se encuentra Johan?

—El se encuentra aquí. Puede subir, su secretaria le hará saber si se encuentra disponible.

—Muchas gracias.

En mi camino escucho murmurar a las personas a mi alrededor. Algo que detesto.

Si tan solo los ascensores no estuviesen en mantenimiento me daría el lujo de subir por uno de ellos, pero lamentablemente me encuentro en las escaleras eléctricas.

—Tantos años sin aparecer y recién lo hace. ¿Reclamará algo?

—De seguro su padre la ha enviado para acá.

—La envió a estudiar una carrera acorde para la empresa, ¿lo sabían?

Estoy por llegar a la planta donde se encuentra mi primo y es lo que voy escuchando de las bocas de tres empleados en el transcurso.

—¿Y ustedes saben que acaban de generar una sanción?

—Señorita, nosotros no queríamos…

—Ustedes querrán seguir conservando su lugar de trabajo, ¿o me equivoco? —asienten —¿Esperan invitación para hacerlo?

No sé quiénes sean, pero mis palabras no fueron en vano.

Si iban a hablar mal de mí, al menos tengan la decencia de no hacerlo en mis narices.

—Buenas tardes, me indicaron que vendría. El señor la está esperando.

Vi su movimiento de querer levantarse para abrirme la puerta y la detuve, puedo hacerlo por mí misma.

Un golpe y escucho el acceso a la oficina.

—¿Cómo has estado? Toma asiento.

—Debo hablar contigo de algo importante y lo sabes —debo irme sin un peso menos sobre mis hombros de este lugar.

—Lo sé, Elianna. También te hablaré de todo para finalizar aquello que tienes en mente.

Veo que empieza por abrir un cajón y saca un sobre, el sobre de mis pesadillas.

—Empecemos…

—El término correcto no es ese, es TERMINAR.

Asiente, y empiezo a escuchar todas las palabras que oí en esta misma oficina tiempo atrás, cuando no sé qué me nublo la mente y decidí aceptar todo esto.

—Firmaste y aceptaste todos las cláusulas.

—Y hoy firmaré para acabar con ello. Hice lo que me pediste y se acabó.

—Soy consciente de ello. En el proceso no solo sufriste tú, Elianna. No busco justificarme con lo que te digo, pero vas a obtener tu recompensa.

—No me reconforta, créeme.

—Ya está todo listo para que firmes y esto se disuelva. Antes de que te vayas quiero que me escuches atentamente a lo que te diré.

—¿Tiene que ver con ello? —Señalo los documentos que se encuentran en el escritorio.

—No, implica tu posición en la empresa como miembro activo.

—¿Qué tramas ahora, Johan? —trato de mantenerme tranquila, en serio lo estoy tratando.

—Nada, no debe ser novedad para ti.

—Aún no es el momento para eso —hablo entre dientes.

—Lo es. Tu padre dio un plazo para el próximo miembro y el tiempo ha llegado. Nunca abandonó su lugar por completo de esta empresa, para tu información él ya ha sido comunicado de todo esto.

—¿Y…? —No puedo terminar la frase.

—Está de acuerdo.

Esto debe ser una jodida broma, vengo a este lugar para liberarme de un peso solo para llevarme uno más grande.

—No se hará ni mañana ni en un mes. Va a tomar tiempo, no te desesperes. Seré tu asesor.

—No, no te quiero como asesor. —me ve incrédulo ante mis palabras. —Si debo ir a una empresa, será a una sucursal. Y será donde está mi hermano, él será mi asesor.

—¿Crees que él no sabía de esto?

—Ya no me interesa saber quién sabía y quién no.

—La junta deberá aprobar lo que acabas de decidir.



#14513 en Novela romántica
#2706 en Chick lit

En el texto hay: novela juveil, destino inevitable

Editado: 21.07.2024

Añadir a la biblioteca


Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.