4. El Duque y la Duquesa Davenport

Estoy que me estalla la cabeza de la locura que estoy viendo. Esta mañana pensé nada más raro puede pasar de lo que haya pasado el día de ayer, me equivoqué Isabella tiene la habilidad de volarme la mente, ya sea con su sola presencia o con todo lo que hemos estado pasando estos días. Pero claro ella era un cofre con muchos secretos y sorpresas nuevas cada día.

• Hola.... – me saludó de una forma como ansiosa.

• Hola, ¿estas bien o te pasó algo en el camino?

• No, no, no… pero tienes que ver una cosa, hay que aprovechar que solo tenemos una de las dos clases de hoy y juntarnos a la salida – algo en su semblante me daba a entender que hubiera preferido que fuese antes, pero creo saber por dónde va todo esto.

Durante toda la clase pude notar las pequeñas miradas que daba Isabella hacia donde yo estaba, incluso la he atrapado mirándome y puedo apostar que pude ver como se sonrojaba al notar que la había atrapado mirándome, aunque obviamente yo no me puedo quedar atrás, soy un poco más disimulado eso y que el estar unos asientos atrás ayuda muchísimo a poder verla cuanto yo quiera sin que ella se percate de eso cuando no está intentando voltear a verme.

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Bueno al fin terminó la clase y por fin podré hablar con Steven de lo que encontró acerca de nuestros pasados si a mí me voló todo eso no sé cómo reaccionará él, aunque nunca se sabe cómo reaccionará a algo al menos esa es la impresión que puede llegar a dar, pero al estar frente a él su mirada lo delata de lo que puede estar pasando por su mente.

• Hola muñeca... - me tomó por sorpresa, pero al mismo tiempo no puedo evitar tener una sonrisa tonta al notar que era él.

• Hola, quieres quedarte aquí o prefieres que salgamos.

• Pues cómo tú quieras estará bien, te lo dejo a tu elección – me gusta que me dé la oportunidad de elegir cuando estoy con él.

• Bien entonces qué tal si salimos, y buscamos uno de los árboles del jardín.

• Por mi está bien – me gusta cómo con una mirada expresa sus sonrisas y la comodidad cuando estamos juntos.

Al salir podemos notar que a todo mundo se le ocurrió también salir al jardín y buscar un árbol o un espacio del jardín donde estar.

• Y ahora a donde.

• Podemos buscar algún espacio entre los edificios de las facultades, no creo que no encontremos un espacio libre, es verdad que somos un montón, pero más de algo encontraremos.

• Bueno entonces guíame.

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Guíame dice, si supiera lo que esas palabras provocan en mí con solo escucharla me imagino con ella saliendo de todo este lugar a cualquier parte a donde sea, pero con ella simplemente.

• No sé tú, pero a mí me gusta este lugar – le digo mientras vemos un espacio libre y tranquilo.

• Por mi está bien, lo importante es poder estar tranquilos para poder hablar.

Cuando veo lo que encontró Isabella no puedo parar de leer todo eso, pero que carajo era todo eso y en que locura nos habíamos metido. Quien rayos eran los Davenport y por qué esos dos se parecían a nosotros o más bien porque nosotros nos parecemos a ellos. Todo eso estaba de locos.

• ¿Cómo encontraste todo esto?

• Pues solo puse el nombre y el apellido y tadaaaa... no fue por el nombre precisamente por lo que supe que era lo que estaba buscando es decir solo mira la imagen son demasiado parecidos.

• Y me quieres decir que yo me llamaba Charles.

• Pues de eso no estoy muy segura... pero mira dice alguien mató a Charles mientras estaba de viaje en Londres.

Lo que faltaba además de feo el nombre, también asesinado que otra cosa faltaba... que ella se casara con otra persona solo para mantener la posición o algo.

• Y con Elizabeth que pasó después de eso.

• Pues se quedó viuda criando al duque heredero, hasta que enfermó y murió.

Bueno al menos no se casó o la hicieron casarse con alguien más. Aun así, no explicaba mucho de toda la situación, por qué teníamos todas estas visiones o recuerdos, por qué nos parecíamos tanto a ellos y que tenía que ver todo eso con nosotros acaso el destino o alguna fuerza externa noes estará mostrando más de algo. Esto tenía que tener una explicación razonable.

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Durante el resto de los días Steven y yo nos hicimos aún más apegados el uno del otro, rayos me estoy empezando a enamorar de él, aunque una parte de mi me dice que siempre lo he estado y que de una u otra forma ambos somos uno esperando el momento hasta que nos volvamos a unir en nuestro camino. Un mensaje me saca de todos mis pensamientos y sonrió cuando veo quien me lo ha enviado, de la única persona que puede sacarme una sonrisa así de tonta enamoradiza.

• Hola muñeca, ¿qué haciendo?

• Pues nada solamente tomando un poco de café.

• A bueno y no has pensado en nuestros locos pasados.

• Pues un poco pero no sé cómo relacionar eso con lo que nos pasó.

• Pues que te parece si tratamos de conocernos un poco a nosotros y así poder conectar con todo eso.

Eso no sonaba para nada mal para mí, es decir me encanta pasar cada momento que puedo con él y no puedo evitar buscar cada oportunidad que tengo para estar con él... aunque sea por un momento, aunque sean por una duda o algo pequeño no me interesa con tal de tener un tiempo con él y poder verlo.