Destinos Alineados

3. Reencuentro

Mientras que Isabella iba soltando mi brazo y veíamos como todo volvía a ser normal, o al menos a como lo conocemos, rogaba para que ella no saliera corriendo y se quedara conmigo un momento más a pesar de toda la locura que acabamos de pasar no quería que desapareciera esa sensación de calor que me hace sentir desde la primera vez que pude acercarme a ella, solamente me surgen pensamientos de protegerla todo el tiempo incluso si pierdo la vida tratando de protegerla, incluso poniendo mi felicidad encima de ello.

 

  • Tú entiendes algo de lo que ha pasado, es decir acabamos de estar en un lugar totalmente ajeno a todo esto y estuvimos en un claro el cual se sentía... se sentía.

 

  • Cómo si ambos lo hubiéramos conocido antes y era como nuestro lugar privado de todo... - ella me veía tan desconcertada como si lo que acababa de decir era exactamente lo que quería decirle.

 

  • Pues sí, es decir era un lugar muy bonito del cual no quería irme, pero toda la realidad se volvió como papel rasgándose en el tiempo.

 

Estaba de acuerdo en que a mí también me volaba la cabeza el hecho de la posibilidad de que habíamos viajado a otra época a otro momento de la historia, nuestra historia.

 

Esto me tiene tan... tan, la verdad no sé ni cómo explicarlo y ahora no creo poder irme a casa – mencionó y hasta cierto punto pude notar cierto toque de súplica para que yo también me quedara con ella.

 

  • Si quieres y me permites puedo quedarme contigo, digo solo para asegurarme que estas bien y te tranquilices.

 

Ella movió su cabeza en expresión de que estaba de acuerdo y no sé porque tuve un impulso de abrazarla y tomarla en mis brazos. Ahora si estoy súper jodido o ya se jodió ella porque ahora no la quiero soltar no, aunque me la arranquen de los brazos, se siente tan bien tenerla entre mis brazos, toda su calidez, sentir como todo su cuerpo se relaja mientras que ella se encoge más en mis brazos.

 

Mientras viajo en el autobús se me vienen imágenes y como voces en mi cabeza, si estuviera en terapia ahora la terapeuta podría hacerme preguntas para ver si no estoy psicotizando o si son síntomas de esquizofrenia; miro por la ventana y cada vez se hacen más fuertes como si fuesen recuerdos incubados en mi inconsciente y puedo verlo con claridad.

 

  • ¡A que no me alcanzas!

 

  • ¿Qué no? – menciona él con una sonrisa pícara y una ceja arqueada.

 

  • Ya verás esta vez sí que te gano.

 

  • Trata, pero si ganó tendrás que recompensarme con algo.

 

  • No te la haré tan fácil.

 

  • Ya verás que sí Elizabeth....

 

Y por un momento despierto de mi ensueño con el corazón acelerado sintiendo una presión extraña, mi respiración es igual de rápida y tengo la sensación en el cuerpo como de estar ausente en esta realidad, pero tomo fuerzas para levantarme del asiento, justo a tiempo de mi parada. Trato de avisar que la próxima es mi parada y así no tener que ir hasta la próxima y caminar desde ahí suficiente tengo con caminar hasta la casa.

 

Me quedo pensando en lo que acabo de recordar y puedo distinguir a Steven en toda la escena, pero por qué me llamó Elizabeth; había algo en ese nombre que no se me hace desconocido tampoco y últimamente todo lo extraño se vuelve tan familiar para mí. Creo que a él también le sucede este tipo de cosas, cuando se quedó viendo hacia la nada al parecer pensando en todo lo que se le venía a la mente se le veía tan confundido.

 

Bien durante el almuerzo he estado dándole vueltas a un montón de cosas y se me ocurrió la loca idea de buscarlo por las redes sociales, en este caso nuestro buen amigo Facebook; parezco adolescente obsesionada con su nuevo chico, pero esto era necesario (o al menos eso quería pensar) solo para averiguar si él también estaba en las mismas. Y empecé a buscarlo como toda una tonta, bien no le sé el apellido así que empiezo a buscarlo por paginas relacionada a la Universidad y termino encontrando a muchos del salón, pero ninguno es el que busco realmente; escribo su nombre más una página de la Universidad y como por arte de magia lo encuentro, reviso su perfil solamente para cerciorarme de que sea realmente él; al revisar sus fotos doy por hecho que es él. Envió la solicitud de amistad y espero, A que me acepte. Lo cual no tarda más de una media hora, y me siento súper emocionada puedo sentir como toda la adrenalina sube por mi cuerpo haciendo que por un momento se me ericen los bellos y se acelere mi corazón, todo esto por una aceptación. Decido enviarle un mensaje después de toda la emoción (después de esperar un momento y no parecer que estaba muriendo porque me aceptara)

 

  • Hola... ¿cómo estás? Llegaste bien a casa.

 

  • Hola, pues estoy bien y llegue bien, y tú.

 

  • Pues estoy bien y también llegue bien a casa. Oye debo contarte algo que me dejó pensando…- al grano y sin rodeos.

 

  • En serio, cuéntame que pasó.

 

  • Iba de camino a casa y pude ver claramente como tú y yo estábamos juntos al lado de unos establos, estábamos hablando de una competencia y peleando por quien ganaría.

 

  • En serio D:

 

  • Si muy en serio y hubo otra cosa me llamaste por otro nombre... Elizabeth.

 

  • A mí me sucedió algo muy loco, también cuando iba de camino a casa volví a sentir como todo a mi alrededor se desvanecía de nuevo y te veía a ti de nuevo en ese vestido y estábamos con unos caballos, cuando desperté de eso ya estaba en casa como si todo el viaje solo me hubiera teletransportado en una burbuja de tiempo.



#14248 en Fantasía

En el texto hay: romance, viajeseneltiempo

Editado: 12.06.2020

Añadir a la biblioteca


Reportar




Uso de Cookies
Con el fin de proporcionar una mejor experiencia de usuario, recopilamos y utilizamos cookies. Si continúa navegando por nuestro sitio web, acepta la recopilación y el uso de cookies.