Cap 106 Alegría

Luis Mejía 

Cap 106 Alegría 

--- Por su parte María José no quiso preocuparle; para ella, había sido difícil. Durante todo el proceso, sintió en algunos minutos que no lo lograría, sino fuera por el ánimo de las enfermeras, lo más seguro. Fuera que tendría que dar a luz por cesaría. ¡Estoy bien! gracias por preguntar; aunque, estoy un poco cansada, solo quiero dormir para recuperar fuerzas, habiendo expresado su deseo Alejandro la abrazo suavemente para recostarla a su brazo; hasta que se durmió, minutos después una de las enfermeras ingreso para trasladarla a la habitación donde todos podrían pasar haberla y hacerle compañía con más calma y estarían sus hijas junto a ella. 
--- En el pasillo Samuel, las enfermeras, lino, Susana y el resto de guardaespaldas presenciaron, como la mujer era llevada completamente dormida por los pasillos seguida de Alejandro, quien al acercarse a ellos, les dijo: por el momento está cansada y dormida una vez se despierte podremos ingresar haberla junto a las niñas. 
--- Luego de ver a la mujer descansando, la noticia del nacimiento de: Dana, Cecilia y Lizbeth, fue difundida entre los familiares de la familia ludinski, quienes salieron de inmediato a la clínica para conocer a las tres hermosuras. 
--- Samuel también aviso a Marcela del acontecimiento quien se puso muy feliz, por la noticia; por fin, podría decir oficialmente que era tía, durante la llamada le informo a su padre que ya se dirigía al país en un vuelo para verlos a todos; en especial, a la nueva madre y sus hijas; agregando, que tenía una sorpresa más que darles en cuanto llegara. Samuel intrigado por lo dicho, trato de indagar, acerca del asunto; pero, no obtuvo resp alguna por la mujer: los sabrás cuando allá llegado a casa. 
--- En la mansión, todos los empleados estaban con el credo en la boca por no tener noticias de lo que estaba pasado en la clínica, cundo fueron informados del nacimiento de las niñas la casa estallo en un gran grito que por poco deja sorda a Susana quien fue la encargada de dar la noticia. 
--- Así como los familiares y amigos más cercanos estaban enterado del nacimiento y estado de salud de María José también lo hizo la prensa, en cuestión de hora todo el mundo lo sabía, incluso se filtraron detalles del nacimiento y estado de salud de la madre y las tres niñas recién nacidas. 
--- En la noche, por orden de Alejandro, lino salió para recoger a Ana en la mansión a quien con antelación, le había pedido que preparara comida nutritiva para María José y que al mismo tiempo, la ayudara reanudar sus fuerzas para cuando tuviera que alimentar a sus criaturas. 
--- Alrededor de la 7:00 de la noche, la mujer despertó para encontrar una gran multitud en la sala de descanso rodeando su cama y la cuna de tres puesto donde estaban sus queridas hijas descansando al ver que despertaba, Alejandro y Samuel se acercaron con rapidez para ayudarla a incorporarse ¿estás bien? Preguntaron los dos al mismo tiempo. Respondiendo “si” con un asentimiento de cabeza. 
--- Una vez incorporada Ana se acercó con un cuenco lleno de sopa de pollo para ayudarla a recuperarse, al estar débil se abrió paso entre los presentes frunciendo el ceño por ver como a rodeaban denme permiso les dijo la anciana al no poder acercarse con libertad para alimentarla. Todo era felicidad la personas presentes no dejaban de halagarla y decir lo hermosas que eran sus hijas y lo parecidas que eran a ella. 
--- El tiempo paso volando después de alimentarse, se dio cuenta que sus hijas estaban llorando por tener hambre sin saber cómo hacerlo, obviamente por ser una madre sin experiencia miro a todos los presentes para luego sonrojarse, estaba abochornada de solo imaginarse que tendría que exponer sus senos delante de tantas personas, para amamantar a sus hijas, al notar lo incomoda que estaba la mujer; Ana, les dijo por favor salgan para poder alimentar a las niñas con tranquilidad luego podrán ingresar para verlas nueva mente, muchos no comprendieron por qué tendrían que salir en especial los hombre, las mujeres de la familia arrastraron a sus esposos he hijo fuera de la habitación, para darle privacidad a la pareja. Susana quien, entendió lo que estaba sucediendo con una sonrisa antes de abandonar la habitación exclamo: ¡tiene que hacerse a la idea, que algunas personas la verán amamantando a sus hijas! esa frase la avergonzó más. 
--- Una vez finalizo con su tarea de alimentar a sus hijas estaba muy contenta por lo buena madre que había sido gracias adiós aunque sus senos no eran muy grandes, pudo producir el suficiente alimento para alimentar a sus tres hija y por el momento no tendría que depender de los suplementos. 
--- Al terminar se quedó profundamente dormida, los familiares se retiraron a sus casa para regresar al día siguiente esa noche, María José durmió plácidamente, mientras Alejandro junto a las enfermeras contratadas por la familia cuidaban de ella y de sus hija, al amanecer del día siguiente, la mujer fue despertada por el llanto de las criaturas quienes pedían con gritos sórdidos que les dieran de comer. Alejandro la ayudo a incorporarse sobre la cama colocando una almohada detrás de su espalda, acto seguido quedo paralizada al ver, como su esposo de manera rápida y hábil desabrocho su bata para dejar sus senos expuestos delante la mirada de la mujer que al mismo tiempo abría la puerta y no supo que decir al presenciar aquel acto tan íntimo; ¡lo ciento no era mi intención molestar! dijo mientras lanzaba una mirada asesina contra su cuñado; María José se cubrió con rapidez al ver al hombre que estaba justo de tras de su hermana, al verla cubrirse Alejandro lanzo una mirada de disgusto por que otro hombre había visto los pechos de su mujer que haces aquí preg enojado. ¿Acaso no saben tocar? esa preg y reclamos enojaron a Marcela ¡perdón no sabía que ustedes están haciendo cosas indebidas! exclamo 
--- “Marcela” grito su hermana avergonzada; ¡no es lo que crees, estaba a punto de alimentar a las niñas el solo me ayudaba a desabrochar mi bata! Además, no es que no los hubiera visto antes al notar que se burlaban de ella las enfermeras pidieron de manera sutil ¡por favor los caballeros pueden abandonar la sala! El estrés, no es bueno para la señora si siguen así no bajara leche para las niñas, salgan de una buena vez. Con ese recordatoria Alejandro y Nicolás abandonaron la habitación; mientras en el interior Marcela, observaba como sus sobrinas se removían en los brazos de su madre por la felicidad de tomar de su pecho ese hecho la lleno de nostalgia llevándola a pensar en lo más profundo de su cabeza; ¡qué bueno sería que el hombre a su lado no fuera Alejandro ludinski!; por desgracia aun cuando María José lo perdonara ella no lo aria él era será y seguiría siendo el culpable de sus desgracias. 
--- Cuando por fin las criaturas se durmieron, las enfermeras las llevaron a la cuna para que descansara, “salgan” se escuchó después de terminar su labor. No deje entrar a nadie quiero estar asolas con mi hermana, al escuchar la petición las dos salieron y informaron a los dos hombres que no podían entrar.