Destiny Moonlight- Destinados

Destiné

CHAPITRE 5...
 

Después de entregar la hoja, prácticamente de vida, suspiré pesadamente y me senté en el sillón frente al escritorio de la rubia, mientras esta tecleaba una y otra vez, sin prestarme importancia.

Frente a mí, unas tres revistas se encontraban, todas tratando casi el mismo tema o algo igual... ¿Cómo ser un empresario?; Las empresas más exitosas del mundo y en especial, bajo todas ellas se encontraban una enorme foto de tamaño portada, ajustando su corbata roja y frunciendo severamente su ceño y mirando fríamente la cámara, tomé inertemente ese catálogo y lo abrí en la página central descubriendo así su contenido.

El joven empresario o como todos lo conocemos: Príncipe Empresario, con tan solo dieciocho años es la sensación en la moda y las fotografías, también reconocido como el chico más intimidante de la historia por sus cortas respuestas y sus increíbles explicaciones acerca de la economía de Nueva York.

El príncipe Empresario es uno de los ejemplos de todas las empresas pues, desde que su padre abandono el liderazgo en las empresas Clark, el joven, se ha dedicado a sacar a relucir a la compañía, poniéndola en número uno ante otras.

Apunte en mi carpeta lo que extraje de la revista y simplifiqué mis preguntas, rogando a Dios que fueran suficientes para el magnate hombre de negocios Ashton Clark, pero, una leve idea y pensamiento surgió entre todas...

Al otro lado... de la puerta enorme de roble frente a mi... se encontraba un trabajador charlando con el gerente de todas las empresas Clark... aquel gerente... que alguna vez significó el mundo para mí.

Pero...

¿Por qué... seguía sintiéndome nerviosa por la idea de volver a verle?

Tal vez por el hecho en que quedó aquella noche nuestra discusión.

-Lárgate de una buena vez Alexa! –

Mis ojos se estrellaron con ese impacto, en cuanto empujo de mí y me alejo completamente, con dificultad traté de equilibrarme, pero, lo hice.

Tome mi mano y con el ceño fruncido, camine de nuevo hacia él.

No estaba dispuesta a largarme como una cobarde.

-Te equivocas, no te dejare, nunca-

Trague fuerte y entorne mis puños.

Dejó soltar un suspiro de agonía y finalmente sus ojos se cristalizaron, quiso decirme algo, pero, no pudo, reflexionó en el y luego tomo un respiro para tirarlo.

- no soy bueno para ti, solo te hare daño, ya lo has visto-.

-te estas controlando, puedes hacerlo-

Musite convencida de ello.

-no, no lo hago... ahora vete no te quiero lastimar más-.

-te dije que no me iré Clark-.

-Alexa, eres buena, eres inteligente, eres cobarde, te escondes tras unos anteojos, pensaste que con eso tu vida cambiaria, que todos te harían caso, en serio crees que un chico como yo puede estar contigo, tu misma lo has dicho... jamás dejaras Jacksonville, tienes miedo de arriesgarte entonces... para que vives? -.

Él estaba...

Su sonrisa era débil y sus ojos soñadores, pero, sus palabras eran estacas de metal que se introducían en mí.

-Ashton-.

-ingenua Alexa, en serio pensaste que podría estar contigo-.

-duele...-.

-no te imaginas la carga que representarías-.

- ¡ME LASTIMAS! –

Mis manos terminaron en su pecho y con un empujón lo aleje de mí.

Termino retrocediendo y tambaleando.

-Insensato-

Gruñí con odio - crees que no lo sé.... crees que no sé que soy una maldita carga, pensé que podría al menos ayudarte en ánimos, pero, veo que eres suficiente para ti, creí que resistiría, pero, no puedo- cerré mis ojos y tome mis manos en el corazón- no puedo seguir con esto... yo.... fui demasiado estúpida en pensar que podría ayudarte.... estúpida - gruñí lo último y con los ojos cerrados reteniendo mi dolor, caminé fuera de esa habitación, sin importar que, sin mirar a quien, solo yéndome en el silencio que transcurría en ese momento.

Y tal vez guardaba un poco de resentimiento y rencor por aquel suceso.

Lo cual claramente odiaba, sacudí levemente mi cuerpo y bufé desesperadamente mirando a todos lados, viendo si había si acaso un baño, donde la privacidad fuera esencial, sin embargo, no encontraba indicios de un baño o un lugar en específico, suspiré pesadamente viendo el reloj en la pared estampado, tocando cada segundo y avisando que mi tiempo estaba llegando con su absurdo (clac).

Fueron alrededor de tres clacs que soporte, para después pararme y llegar frente a la rubia.

- ¿Podes decirme donde está el baño? –

Levanto su mirada, con una ceja alzada y una mirada de pocos amigos, chasqueo la lengua y volvió su mirada al computador.

-solo faltan cinco minutos para que entres a la oficina del señor Clark-

Indico vagamente.

Rodeé los ojos y asentí.

-pero... necesito ir al baño, no demorare cinco minutos ahí dentro-




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