CHAPITRE 21..
French Beth era el dueño de la panadería francesa más cara de todo Nueva York "FRENCH", pero, era el lugar más celestial para mis paladares.
No obstante, también era un magnífico lugar para pensar y para reflexionar sobre los problemas de tu vida, disfrutar de lo que sucede o simplemente escapar de tus límites de: ir La Universidad y regresar a tu apartamento.
Algo que sinceramente encontraba magníficamente celestial en este lugar eran los chocolates con diseños, podrías pedir cualquier cosa, como un edificio, una flor, un rostro, un nombre, un sueño... podías pedir que te dibujaran lo que fuera y ellos lo hacían... siempre.
El pequeño problema mío, era que nunca sabía que dibujo exacto pedir, por eso solo pedía chocolate simple y normal, sin dibujos, ni pirotecnia, ni nada por el estilo.
-Alexa, no has dicho nada desde que llegamos ¿pasa algo? -
Me sobresalte en cuanto escuche la suave y delicada voz de Steven por un momento suspire pesadamente tragando el escaso chocolate que atravesó mi garganta y me limite a negar con la cabeza.
- ¿No cómo crees? -
Comente con una sonrisa de lado.
-Alexa te conozco, además se cuándo algo está pasando en la vida de alguien-
- ¿Eres adivino, Steven? -
Comente burlona.
-No-
Hizo un ademan de un sorbo dejo la taza en la mesa, acercando su rostro a mí, apoyando sus codos en la mesa, teniendo irme su cuerpo.
-pero, tu, intentas convencerte de que estas bien cuando en realidad no lo estas, tus ojos
últimamente han tenido un brillo nostálgico, Alexa-
Brillo... Nostálgico.
Bajé mi cabeza desvié mi mirada entornando así mediante aquel lustrosos y brillante vidrio el reflejo del chocolate caliente entre mis manos, enroscadas una a cada lado, teniendo en cuenta que en mi pasado hubo mucho de estos, acompañado de historias, sonrisas, secretos, nostalgia y... perdidas.
-Tal vez tengas razón...-
Musite por lo bajo, sintiendo mi derrota ante la representación de Steven, pues se suponía que era mi novio, mi confidente, el que debería saber todo de mí, sin embargo, no le he permitido saber más allá de que vengo de otro estado, que no soy exactamente de Nueva York.
Tenía tantas cosas que decirle... como lo era el hecho de estas siguientes cosas:
...Steven no tenía idea que venía de Jacksonville.
...Steven no sabía nada sobre mi familia.
...Steven no sabía mi pasado.
...no sabía que usaba anteojos.
...no sabía que tuve una historia triste y deprimente.
...no sabía que me enamore por primera vez de un compañero nuevo, el último año de instituto.
...Steven jamás había escuchado de mis labios el nombre de mi padre.
...Steven no tenía idea de que conocía al Príncipe Empresario.
...Steven no sabía que tuve una historia de amistad y amor cruzados con el príncipe empresario.
...Steven no sabía que fui una de las chicas en ser ayudada por el maravilloso Príncipe.
...Steven jamás pensaría que tuve un pasado amoroso tan doloroso como lo era Ashton.
Y por último...
Steven no sabía que yo... Alexa Luna Collins Valente, estaba total e irrevocablemente enamorada de un empresario, de diecinueve años con uno ojos que podía revivir la pasión que alguna vez pudo haberse perdido.
-Escucho-
Abrí mi boca para decir algo, pero, sencillamente no salió nada de mí, negué con la cabeza y la cabeza sobre la taza de chocolate, recibiendo el auténtico aroma de chocolate recién hecho y el vapor en mi rostro.
-Extraño... mi vida pasada-
Admití.
-Extraño, no tener que depender del dinero directamente, extraño no tener que hacer papeleos, extraño el instituto, extraño no estar en mi antiguo cuarto, con mi antiguo horario, con mi compañero de charlas-
Ashton...
-En serio le extraño-
Fue entonces cuando sus manos se posaron sobre las mías inertemente mire sus ojos llenos de dulzura.
-Alexa, entiendo lo que sucede sé que es difícil para ti-
Sonrió de lado y formando círculos imaginarios en mis palmas, chasqueo la lengua.
-Acostumbrare a esta gran ciudad... sé que lo extrañas mucho, créeme-
Acaso... Steven sabía todo.
No podía ser cierto... pero ¿Quién?
-Sé que extrañas que te bese todas las noches en la frente y que proteja tus sueños, sé que lo amas mucho-
Sinceramente jamás bese a Ashton, pero, si ansiaba hacerlo.
-Entonces sabes que...-
Él no me dejo terminar cuando ya estaba asintiendo con la cabeza.
-Lo sé, es normal sentirse bien con eso, es normal amarlo tanto, yo lo hacía-
Entonces fue allí donde se arruino todo, por un momento quede sin voz, perpleja y con las manos sudorosas.
-Steven...-
-Que no tengo pena de decirlo, mi padre fue un hombre excepcional, pero, también era un borracho aun así le quería-
Espera ¿Qué?
- ¿Porque hablas de tu padre? -
-Porque tú piensas en el tuyo, entonces quiero decirte lo que pienso-