CHAPITRE 43...
-Entonces, Alexa, estudias con mi hermana en Columbia University-
Sus hombros reposaban de manera brutal, mientras su miraba de alguna manera penetraba los míos, a medida que daba sorbos a su cappuccino, exclusivamente caliente, para él, acompañado de su nombre "Calvin" con un corazón a un lado.
Debía admitir que el chico era algo Don Juan.
-Cierto es, aunque no del todo, ella estudia periodismo, yo literatura-
-Si el periodismo, es lo que mi madre siempre quiso para Blair desde que era pequeña, soñaba con que Blair se luciera en cada televisora, quería que ella fuera... como decirlo...-
-Calvin, basta...-
-Vamos Blair dime... que fueras...-
Oí su suspiro decadente y divisé como desviaba su mirada y se limitaba a pronunciar algo por lo bajo.
-Y tu... que hay... ¿de dónde vienes? –
Y allí comprobé mi duda, definitivamente algo había en Clarissa Blair que no encajaba.
-Oh, Alexa, vengo del mundo entero, ando por allí otras veces por allá-
-Sin rodeos, Calvin-
La voz clave de Clarissa Blair, era como luz en la oscuridad, lentamente Calvin alzaba su mentón al igual que sus cejas, sonreía de lado y se apoyaba de e respaldar del cuarto.
-Soy modelo de ropa masculina-
Tiró sin más, con una mueca de lado.
Un...
-Creí que no se necesitaba estudiar para eso-
-No, no es necesario solo fui como una estrella que relució en el campo deportivo, para un agente que casualmente fue a unos de nuestros juegos y bueno... que puedo decir el destino así lo quiso-
Alzo sus manos y exhalo profundamente.
Seguidamente desvió su mirad un segundo y guiño el ojo a lo lejos.
-Mi estúpido hermano tiene razón, se ganó la lotería en cuanto jugo-
Descarrié mi mirada hacia Clarissa, quien removía su carrizo de su vaso, vagamente.
Pero, de un momento a otro la piel se me erizo en cuanto sentí el roce de una mano sobre la mía, la removí de inmediato, hasta que elrubor apareció en mis mejillas y mi mirada de horrorizada de película de terror se dirigió hacia el responsable.
- ¡¿Qué rayos te pasa?! –
Exclame horrorizada en cuanto mire a Calvin, quien se dignaba estúpidamente a sonreír de lado como todo mujeriego experto.
-Es mi amiga idiota-
-Solo quería tocar tu mano, es tan suave, sabes que son catalogabas como el tipo de mano que todo chico amaría tener-
-Eso no me importa, solo no quiero que te... acerques, Calvin, no de esta manera-
-Solo quería tomar tu mano, tranquila-
-Calvin, cállate-
-Solo digo-
-No, no, Calvin, eso, solo cállate, debo irme al baño, pero, no, no la toques de nuevo-
La pelirroja se removió de su asiento, y se levantó de inmediato, tirando su vaso en la basura.
Dejándome con este idiota.
-escucha, Alexa...-
-Yo debo hacer una llamada-
Evadí su mirada y su comentario, levantándome seguidamente de la mesa y tirando a la basura la idea de que seguramente Calvin Blair, era guapo.
Salí a el centro del mall, teniendo en cuenta que Cristhian y Hannah me seguían, deliberadamente a una distancia algo corta.
-Señorita Collins si gusta podría darle un par de golpes-
Y de alguna manera la idea de Cristhian causaba algo de risa, pero, a la vez descabellada, golpear a un modelo era arruinarle la vida, así que no, era mala idea.
-No, Cristhian, estoy bien así-
- ¿Segura? –
-Segura Cristhian, aunque agradezco tu valioso apoyo-
Cuestionaba mi día a día cada segundo de mi vida, con las decisiones que tomaba y las que seguía tomando, desde la perspectiva de elegir como sabor favorito de helado: Chocolate, como la elección de mi verdadero pasatiempo de leer y remediarme en mis cuatro paredes, también, estaba el hecho de que había tomado la decisión de... convertirme a los trece años en , cuatro ojos, impostora de identidades, conocida en Jacksonville como: Destiny Moonligth, había decidido seguir con ello hasta el último año de secundaria, tome la decisión de no mirar adelante y de verdad estrellarme con alguien que al final terminaría dándome, más problemas de lo que una nerd, como yo podría tener, cuando había tomado la final decisión de que, cuando fuera grande sería una chica de miles de gatos en una casa con muchos lujos gracias a mi trabajo, súper interesante.
Pero... jamás imagine que llegaría a estar en un mall de Manhattan, junto a dos guardaespaldas y dos amigos pelirrojos.
-Señorita Collins, ¿le sucede algo? -
Y el simple de que estuviera sentada en las afuera de Starbucks con dos personas formales frente a mí, de alguna manera me hacía la charla de un grupo de rubias quisquillosas al otro lado, que deliberadamente comentaban sobre Cristhian y su misterioso cuerpo atractivo y cabello que acompañaba a su buena formación.
-Nada...-
Pero al instante en que me digne a responderle, mi celular palpito dando a conocer que tenía un mensaje.
Aunque... el numero fuese ligeramente desconocido.
"Hoy te ves hermosa"