CHAPITRE 69
Ashton Clark…
Al terminar la orquesta su esplendorosa canción, mis pies dilataban pidiendo un momento de calma, debía admitir que durante todo el día me la había pasado levantado, recibiendo a personas y mostrando mis puntos de vista, revisando las irregularidades de mi compañía, pero, en cuando revise mi reloj y descubrí la hora, me di cuenta que ya era tarde para venir, así que postule la última reunión y me arribe a la idea de llegar tarde, pero, estar aquí con ella.
Mi cabeza era una zumba completa, mis parpados pesaban, pero, con una aspirina y unas cuantas tocadas de café, mi cuerpo empezaba a responder a mis deseos, a mis ganas de estar aquí junto a ella.
“Te ves como un príncipe”
Por favor, parecía un pavo real, no obstante, su sonrisa ocultaba es hecho y me hacía dar el lujo de que realmente debía estar atractivo, sus ojos habían adquirido ese brillo que tanto amaba, sus moños la hacían ver tan tierna e inocente, como una flor de ceibo, sus manos eran tan pálidas como siempre, pero, delicadas al tocarlas, su figura de ángel hacia envolverla en un cuento real de hadas, su forma en si reflejaba su manera sexy, lo aceptaba, aunque era celoso en cuanto a la mirada de los demás sobre ella, no obstante, debía callar y observar desde su lado como murmuraban los demás sobre ella.
-Clark, cuanto tiempo-
Carson, empresario con mucho potencial, pero, vuelto un desesperado hombre en busca de un hombre casadero para su hija, Elizabeth Carson, claramente, sus intenciones eran enroscarme con ella.
-Señor Carson-
Salude su ser en cuanto se acercó a mí y sonrió cordialmente extendiendo su mano.
Fue entonces cuando desenlace el agarre que mantenía a Alexa junto a mí y me dedique a saludar a Carson, pero, en cuanto separe la mano de él, unos ojos perversos atacaron mi ser, me abrazaron de sorpresa obligando a tocar parte de su cuerpo.
-Ashton, mi querido Ashton, hacia cuanto que no hablábamos-
Tosí levemente y separé a Elizabeth con delicadeza.
-Hace unos tres días-
Comente arreglando mi camisa, ella lo pensó y asintió.
-Aun recuerdas cuando fue la última vez que hablamos, se ve que presta atención a nuestra relación-
Y cuando intente volver a enlazar mi mano con la suya no la sentí, así que desvié mi mirada y deslice mi mano por su brazo obligándola a responder a mi estimulo, no obstante, dejo que le tomara la mano, pero, no me miro, mantenía su cabeza gacha y su mirada en la nada.
Eso me ponía de pelos, fruncí mi ceño y desvié mi mirada, pero, enseguida la voz del señor Carson llamo mi atención:
-Así que tienen una relación-
-Amistosa-
Termine diciendo con recelo.
-Solo somos amigos, recuerdo que hablamos hace tres días, porque fue cuando el señor Carson pospuso su cita con nuestra empresa, fuiste tú la que contesto, Elizabeth, por cierto, ¿le he hablado antes de Alexa? Es la hija de él empresario Cristhian Collins, ahora las llaves de la empresa Collins pasaron a los Lovegood-
-Así he oído, sinceramente es un buen negocio, eso de dar a la familia las llaves dan más ingresos, lo mejor es que se puede seguir recibiendo sin siquiera trabajar, claramente todos no somos tan suertudos, como algunos… no lo digo solo por lo de heredar, sino también por la increíble belleza de esta joven-
Sentí como aferraba su agarre al mío, eso me volvió el humor, sonreí de lado y divisé sus mejillas hincadas en el rojizo.
-Esos son atributos de un ángel, señor Carson-
Comente.
-Ashton-
Fue entonces cuando dijo mi voz en un hilo de pena.
- ¿Champan? Señores-
Fue entonces cuando en mi campo visual la silueta de una mujer de unos treinta años apareció, con una bandeja de copas, un traje de sirvienta, un sombrero en su cabeza y una sonrisa cordial en su rostro.
-Gracias-
El señor Carson fue el primero en tomar una copa y su hija la segunda.
-No creo que tenga la belleza de un ángel-
Mascullo Elizabeth con desde.
- ¿Ha visto alguno señorita Carson? -
Cuestione con una ceja alzada, tomando una copa de la bandeja, descubriendo mejor el rostro de aquella mujer.
Fue entonces cuando sus ojos chocaron con los míos, sus ojos chocolateros revolotearon en mi alrededor y su cabello hizo combinación perfecta, su forma de mirarme tímidamente, sí que se me hacía familiar, pronto desvió su mirada y todo se esfumo, suspiro pesadamente y oculto nuevamente su rostro.
Pero, no quería que se fuera, quería que me volviera a ver, que sus ojos me contaran la verdad, que su voz volviera a hablarme y explicarme el ¿Por qué?
-Jamás he visto un ángel, son simples cuentos de hadas, Ashton, pero, definitivamente no se verían, así como ella-
Baje mi mirada y tome un sorbo, tragando fuerte y saliendo del shock en el que me encontraba.
-Es claro que no cree en Dios entonces-
Masculle pensativo.
Pero, en cuanto Elizabeth estaba objetar, Clarissa entro en acción.
-Buenas Noches, me temo que debo robarme un momento a Alexa-