Detrás de cada sonrisa - Lo que nadie ve

Capítulo 2 - Alicia

Cerca de la pared del lado izquierdo del salón había otro grupo de 6 chicas, en el que seguían socializando las preguntas, o eso parecía, porque en realidad solo algunas personas eran las que hablaban mientras que las demás miraban como si no entendieran lo que decían y, en efecto, algunas no lo hacían.

-…Y es que con el surgimiento de un nuevo renglón la sociedad cambió y ya habían más personas con poder económico, además de los mismos de siempre- dijo Sofía.

-Ahora hay que resumir eso para que Clara lo escriba- Dijo Julia.

-Exactamente- habló la susodicha -porque no entendí que puedo escribir de todos lo que dijeron-

-¡Tengo una idea!- exclamó Teresa –podemos iniciar diciendo: que el siglo xix fue una época de grandes cambios sociales y económicos en la República Dominicana y después empezamos a hablar de los renglones.

-Está muy buena esa idea- dijo Sofía

-Entonces ¿La escribo?- preguntó Clara mirando a sus compañeras

Julia y Sofía asintieron y ella empezó a escribir.

Así se fue una hora socializando ideas entre ellas 4 y escribiéndolas en una hoja en blanco. El problema era que el grupo estaba compuesto por 6 personas, no 4. Habían dos chicas que seguían mudas mirando a sus compañeras y sintiéndose incómodas.

Alicia deseaba hablar y, de vez en cuando, soltaba unas cuantas palabras queriendo mostrar su inteligencia, pero al no manejar el tema se le escapaba una que otra incoherencia que las demás le corregían inmediatamente de forma brusca y ella volvía a hacer silencio.

Marianny, por su parte estaba molesta al ver cómo sus compañeras hablaban entre ellas como si fueran las únicas del grupo. Sin embargo, cuando le preguntaron que opinaba, se quedó en silencio.

La profesora al fin se fue y todos ocuparon nuevamente se lugar, Alicia se fue al frente de la clase en la hilera que estaba junto a la de Oliver mientras que los demás, colocaron su silla donde iban y luego se reunieron en pequeños grupos a socializar.

Alicia empezó a verlos con envidia.

***

Aquí todos tienen amigos menos yo- pensaba -Desearía que por un día todos me quieran, que noten el esfuerzo que hago por encajar y se acerquen.

Ya estoy cansada de pasar los días sola en la escuela y en la casa. Tal vez, si tuviera una  hermana las cosas serían mejor porque podría hablar con ella en las tardes y contarle las cosas que hacían sus compañeros en el curso para hacer reír a los demás, pero no, yo soy hija única y no tengo nada que hacer al llegar a casa más que acostarme a usar el móvil para ver la vida de esas chicas perfectas que no tienen de que preocuparse porque tienen amor, belleza y un cuerpo de infarto, no como yo, que parezco un lechón.

***

Volvió a salir de sus pensamientos y a mirar a su alrededor, sus compañeros seguían reunidos en cuatro grupos con distintos números de integrantes, pero ella solo fijó su atención en un grupo en específico, o mejor dicho, en una persona en específico,  Esperanza.

Traía en cabello largo en una coleta (al igual que ella) y estaba rodeada de tres personas de las cuales, una le mostraba algo en el móvil que la hacía reír a carcajadas.

-Ella si que es perfecta, saca buenas notas, expone bien y como si fuera poco, todos la quieren- Se dijo a sí misma.

-Esmeralda es la mejor- exclamó Miriam al otro lado del salón confirmando sus pensamientos, sin embargo, nadie se percató de cómo la misma persona que lo decía rodaba los ojos.

-Cuanta razón tienes- pensó Alicia y sacó un libro que a principios del año llamó la atención de muchas de sus compañeras que compartían la afición por los libros, pero ahora se había convertido en un objeto que parecía invisible para todos.

 




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