Detrás de cada sonrisa - Lo que nadie ve

Capítulo 4 - Tres amigas y dos engaños

Teresa entró al curso.

Traía el pelo mojado y revuelto, todos la miraron un segundo y después volvieron a lo suyo como si nada porque eso era algo muy común en ella, casi siempre que iba al baño venía maquillada o con los cabellos húmedos y antes de ir a casa se volvía a peinar en una coleta, como si hubiese pasado así todo el día. Estaban tan acostumbrados ya, que ni los profesores le decían nada, al fin y al cabo, eso sólo era perder el tiempo porque al día siguiente volvería a pasar lo mismo.

Cruzó por el centro del salón, como si nada, y se sentó junto a Lucía y Mérida en el suelo. Estas la integraron a la conversación.

-Tere ¿conoces a Nicolás?- preguntó Lucía.

-¿Tú primo?-

-Si, le escribió a esta el fin de semana- terminó la frase codeando a Mérida, quien soltó una sonrisa nerviosa que ella ya había visto tantas veces que sabía perfectamente lo que significaba.

Se quedó unos segundos en silencio.

Ninguna de sus amigas lo sabía, pero ella estaba saliendo con Nicolás desde hace tiempo y eso le pegó bastante fuerte.

-¿Y que pasó con eso?- preguntó al fin

-Me estaba tirando, pero ya sabes, le dije que estoy con Eliezer. Solo que él insistió y mira esto…

Le pasó el teléfono y ella empezó a leer la conversación, no apta para menores, que habían tenido. Se llenó de rabia mientras lo hacía, sin embargo, no lo demostró.

-Pero ¿qué es esta mierda, Mérida?- dijo en su típico tono de broma.

Las chicas no sospecharon que detrás de esa pregunta había molestia y es que esa era la forma de expresión que Tere solía usar. Ruidosa y explosiva, así era ella siempre.

-Estábamos hablando muy normal y, de repente, pues… no sé cómo llegamos ahí- Se justificó Mérida con tono de niña inocente y sus amigas se miraron entre ellas, porque sabían que eso en parte era mentira. Ya la conocían y habían vivido esa misma historia muchas veces.

-¿Y qué pasó con Eliezer?- 

-Ay, ni me hables de él que tengo dos semanas sin verlo por la culpa que siento, después de haber…- se acercó más a ellas y susurró -besado a Joaquín en la fiesta de cumpleaños de Miriam.

-¡Pero para qué susurras si eso lo sabe todo el mundo!- habló Teresa.

Su tono exageradamente alto llamo la atención de algunos compañeros, pero al poco rato siguieron en lo suyo. Eso era algo a lo que todos se habían acostumbrado.

-Hey, muchos aún no lo saben, Eliezer incluido, y no me gustaría que se enterara. Ya buscaré la forma de decírselo.

-Te va a mandar a la mierda- Dijo ahora con la vista fija en el suelo deseándo que así fuera

-Eso le dije yo- agregó Lucía.

-Claro que no. Él tiene que entender que estaba borracha-

Las dos chicas se volvieron a mirar como diciendo “si claro”.




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