-Aquí hay personas con tan poco amor propio- dijo Cristal a varias de sus compañeras, las cuales asintieron apoyando su comentario.
Estaban reunidas en un pequeño círculo en el lado derecho del salón.
-¿Se enteraron de lo que hizo Mérida?- preguntó Sandra.
Se notaba el toque de frialdad en sus palabras, pero nadie pareció percibirlo.
-Si, por eso lo digo- agregó Cristal
-¿De qué hablan? ¿Qué hizo?- preguntó Esmeralda.
Cristal le hizo una señal para que se acercara y dijo casi en un susurro.
-Se beso con Joaquín en la fiesta de cumpleaños de Miriam-
Esmeralda abrió los ojos con sorpresa, pero pareció recuperarse inmediatamente.
-¿Pero ella no tiene novio?- preguntó
-Si, y él también está con alguien, pero eso no pareció importarles mucho- comentó Sandra
-El alcohol te lleva a hacer locuras- intervino Julia levantando los hombros para restarle importancia, luego dirigió la vista a su celular, de nuevo.
-Yo creo que esos se habrían besado hasta sin haber tomado. Joaquín es un mujeriego de primera, y Mérida… es Mérida- volvió a hablar Cristal
-Exacto- la secundó Sandra.
-Por lo que me han contado esa fiesta estuvo llena de locuras, no solo fueron ellos los que hicieron tonterías- comentó Amanda, quien había permanecido en silencio como procesando palabra por palabra.
-Lo dices y no sabes nada, ahí pasó de todo. Para la próxima acompáñennos- volvió a hablar Sandra.
-Ay gracias, pero yo paso. No me gustan esos coros-
-Ya somos dos- la segundo Esmeralda
-tres- agregó Julia con la vista en el móvil.
-Bueno ustedes se lo pierden- comentó Cristal
En ese momento entró Marcos al curso cantando una canción llena de pleberías a todo pulmón. Sus compañeros ni siquiera voltearon a verlo.
-Dios, ¿no se cansa de tratar de llamar la atención?- soltó Sandra con algo de rabia en la voz.
-Lo mejor que puedes hacer es ignorarlo- le respondió Julia dejando de lado el teléfono.
-No, no, yo no puedo hacer eso porque él se está pasando de verdad, sobre todo con Oliver-
-Cierto, todos los varones se están pasando de la raya con él- agregó Esmeralda.
-No, y después lo verás cuando llegue un maestro, fingiendo que es el más humilde- intervino Cristal.
Todas vieron a Alicia acercarse y se quedaron en silencio, bueno, todas menos Sandra, quien estaba de espaldas a esta y fue justo a quien la chica le puso la mano en el hombro para atraer su atención. Traía un cuaderno en manos así que todas supieron a qué venía y eso lo hacía más incómodo todavía.
-Puedes ayudarme con la tarea de matemáticas, por favor- dijo apenas audible.
Sandra miró a sus amigas con una cara de terror muy poco disimulada que la chica, por suerte, no pudo ver al estar detrás de ella.
Todas permanecieron el silencio un largo rato, mientras tanto, dos de las jóvenes mantenían una batalla de miradas y una le decía claramente a otra. “¡Sálvame!”.
-Ven, yo te ayudo- dijo Julia finalmente derrotada
Cristal la miró y negó con la cabeza mientras sonreía, pero ella la ignoró y se apartó con Alicia al centro del salón donde esta última se sentaba.
***
-De verdad me gustaría ayudarla, pero es que no entiende, tendría que hacérsela yo- se escudo Sandra con sus compañeras.
-Me pasa lo mismo, ella no parece captar la más mínima explicación- habló Esmeralda con cierta pena.
-¿Quieres ir a ver a Julia estresarse con ella?-
Esmeralda respondió poniéndose de pie y yendo tras Sandra.
Ambas se quedaron a unos pasos de Alicia y Julia un largo rato en el que vieron repetidas veces como una de ellas se daba un pequeño masaje en la frente con dos de sus dedos mientras que la otra usaba la calculadora para teclear algo.
No podían escuchar claramente lo que decían, pero, de vez en cuando, veían como se les escapaban algunas sonrisas y eso las hacia pensar que las cosas no iban tan mal después de todo. Estuvieron observando hasta que la explicación pareció terminar y Julia se acercó a ellas.
-¿Te entendió?- preguntó Sandra con diversión.
Julia exhaló un suspiro y levantó los hombros.
Editado: 24.07.2024