Detrás de cada sonrisa - Lo que nadie ve

Capítulo 9 - Amanda y Laura

Era una de las horas más odiadas por la mayoría, luego de matemáticas; Educación Física.

Todos corrían de un lado a otro sintiendo el sudor correr por su frente y la peor parte de todo es que aún habían empezado, apenas estaban calentando.

La única que parecía estar bien era Amanda, quién caminaba a paso lento mientras los demás trotaban o corrían. Sus compañeros iban en equipos y ella sola, pero eso no la preocupaba, lo único que la preocupaba era lo inútil que se sentía en aquél momento.

***

Todos los demás pueden correr- pensó -y yo con apenas caminar rápido me pongo mal, mi cuerpo es un desastre. Desearía poder hacerlo también, no correr el riego de desmayarme si acelero mucho pero sé que después de la operación eso es muy difícil. Solo espero que con el tiempo esto se vaya porque sino no podré volver a jugar voleibol nunca y Dios sabe que no quiero eso.

Esmeralda se acercó a Amanda y empezó a caminar a su lado, cosa que ella agradeció porque la sacó de sus pensamientos.

***

A última hora de clase mientras la profesora corregía el último trabajo que había puesto, los alumnos se repartían por todo el salón, unos pocos vagando de un lado a otro, otros en sus teléfonos, dos o tres hablando entre ellos y el resto permanecía con la cabeza agachada ya que no hallaban nada mejor que hacer que escuchar sus pensamientos desordenados.

Y, fue justamente en una de esas mentes llena de pensamientos desordenados dónde apareció una escena dolorosa. Una discusión entre dos chicas que había terminado en golpes, la voz de una madre alterada separando a sus hijas y la amenaza llena de odio que una hermana había dirigido a la otra, amenaza que estuvo a punto de cumplir.

***

No pienses tonterías Laura- se dijo -ella solo estaba diciendo eso porque estaba enojada, no iba a hacerlo realmente.

No lo haría ¿no?. Es mi hermana.

Las imágenes cambiaron y ahora por su mente pasaban, una y otra vez, escenas donde la amenaza se cumplía, donde una de las chicas acababa mal herida y nunca despertaba, y en las manos de la otra unas tijeras antes grises goteaban un líquido rojo inconfundible.

Laura levantó la cabeza asustada y miró a su alrededor.

El salón estaba mas tranquilo que de costumbre y había más cabezas agachadas de las que solía haber, probablemente a causa del entrenamiento físico que habían hecho en la mañana y que los había agotado a todos.

La chica buscó a Mirian con la mirada porque sabía que hablar con ella seguro la distraería, pero cuando la encontró descartó la idea de inmediato porque su amiga se encontraba al final del salón junto a Joaquín.

Ahí Dios, es que no se cansa- dijo para si misma y buscó con la mirada a otra persona que también podría ayudarla a distraerse. Wilmer

Este estaba acostado en el suelo junto a Evelin, la tipa con la que se había metido cuando ella no le hizo caso, ¿tan poco le duró el enamoramiento?.

Decidió dejar de verlos porque tenía cosas más importantes de qué preocuparse en ese momento.

Ese podría ser uno de los últimos días de su vida. Pensar en eso le erizaba la piel y le llenaba de pavor, pero era la verdad y no iba a poder dormir tranquila hasta que no ocurriera lo inevitable; que su hermana mayor, celosa de que ella hubiese llegado al mundo a quitarle la atención de sus padres, la lastimara de verdad.

Ya lo había intentado varias veces y ¿Qué garantizaba que esta vez su plan no saliera como lo espera? Su madre no estaría siempre allí para protegerla y ese día precisamente trabajaría hasta tarde, así que estarían las dos solas en la casa y su hermana podría aprovechar para intentarlo nuevamente.

Estoy perdida- pensó- y el timbre que anunciaba que era hora de ir a casa sonó en ese instante, como confirmando su pensamiento.




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