Capítulo 2

Esteban
 

A la edad de 12 años fue cuando entre a la secundaria.

En esta estaba más que inseguro pues no sabía cómo me tratarían en ese lugar ni la mecánica de este.

El primer día fue divertido ya que los profesores parecían amables y no paso de presentarnos, en este lugar uno era quien cambiaba de aula para ir a la siguiente clase, cosa que no se hacía en la primaria.

La hora del descanso solo duraba 20 minutos lo cual se nos hacía muy poco pero el grupo se las ingenio. Esa tarde almorcé con unos chicos llamados Jadean y Santiago, parecían ser buenos chicos de lejitos.

Con el tiempo me quede con Santiago y una chica un tanto alocada llamada Rosa la cual venia de otro lado del país. En cuestión de meses conocí a Mario, un chico que a primera vista parecía un chico con un mal genio o inclusive depresivo, su cabello negro sobre el ojo y los guantes sin dedos no favorecían al hecho de que su personalidad era otra y nada que ver con la primera impresión.

Santiago era un chico con muchas aspiraciones, una de ellas en un principio era ser DJ, después ser rapero, luego quiso incursionar en el rock, luego entro en esas cosas suicidas como cortarse los brazos y cortarse el pelo de un modo que no favorecía su cara regordeta ni su físico, a sabiendas de que Mario y a mí nos gustaban cosas como el anime y así, el queriendo sentirse superior o más conocedor quiso saber de eso y miro lo básico, nunca paso de eso.

Mario era un chico con severos traumas pero muy buena gente, y claro que averigüe porque lo del pelo en el ojo, era por un problema en su visión y así lo protegía de la luz.

Él es un gran artista ya que sus obras era ganadoras de premios extraescolares, era un chico de gran corazón y con el sueño de ser pintor y un profesor de artes plástica y visuales, yo lo apoyaba en todo como el a mí.

Con el tiempo Mario y yo nos hicimos muy unido, pasábamos la mayoría de los fines de semana juntos, dormí en su casa, el en la mía, nuestros padres no eran amigos pero sabiendo nuestra amistad nos toleraron la mayoría del tiempo. Él era alguien con el cual podía contar y él contaba conmigo pero nunca falta una pequeña discusión o algún desacuerdo entre amigos.

La primera de mis novias se llamaba Paola, a esta la conocí en primaria, me gustaba su forma de ser pero no contaba que en cuanto uno pasaba a secundaria cambiaba y ella no era la excepción.

Le declare mis sentimiento y ella dijo que igual yo le gustaba, otra mentira más que este idiota se creyó.

Mi amigo me alentó a pedirle que fuéramos más que amigo y fuimos novios, no por más de 2 meses ya que en un descuido se metió con otro a mis espaldas y pensó que no lo averiguaría, yo tenía más informantes que la D.E.A. y eso información me llego casi a una semana de volver de vacaciones ya que tenía un mes sin verla, al regresar la mire enroscada en los brazos de otro que era un conocido llamado Armando y que de igual manera fue engañado por Paola a no más de 3 meses de que fueran pareja, a él le dolió más que a mi pues prácticamente le restregó al otro en la cara.

Esa chica no tenía vergüenza, precia una buena chica de lejos, no era guapa y mucho menos tenia buen cuerpo, pero su aparente cara de inocencia hacia caer a cualquiera y, parece que ella también pensaba que yo era un ángel, pues en un principio la trate como a una princesa pero un día que un tipo la miro demás, dije una que otra cosa fuera de contexto y se sorprendió pues pensaba que no decía malas palabras pero no se enojó ni mucho menos si no que, dijo que si la cuidaba de esa manera me quería incluso más, palabras vacías para un tonto enamorado.

Con el tiempo toda la secundaria se enteró de lo zorra que es y ninguno se le acercaba por miedo contraer una enfermedad o algo por el estilo.

Conocí a otra chica llamada Jessica, igual, nada bonita pero me gustaba su manera de ser, también resultó ser una zorra y por miedo de contraer ahora si un chancro o cualquier otra cosa me aleje de ella, esa chica solo buscaba sexo y a mí en ese momento ese tipo de cosas no pasaban por mi mente, desde ese día prometí ser casto hasta el matrimonio o hasta que la calentura me lo exija.

Con el tiempo toda la secundaria se enteró de lo fácil que era y ninguno se le acercaba por miedo contraer una enfermedad, infección o algo por el estilo, otra vez otra zorra, pero esta fue llevada a un colegio solo para señoritas y ahora resulta que también le gusta la concha (que es bisexual pues) y mi informante era su amigo y me lo hizo saber en cuanto esta se lo contó.

Mi informante como me gusta llamarlo se llama Gustavo, un chico el cual tuvo demasiadas novias pero buena gente, en menos de un año 14 novias, un campeón para muchos, un asco para otros.

Santiago se cambió de turno que por cosas de que su novia (mayor que él) quería más tiempo para estar juntos y el por buena gente hizo ese cambio.

En ya el último año de secundaria le conocían por ser drogadicto, satánico, bebedor, fumador, que podía con cualquier mujer y (decía él) ser un animal en la cama.

Al final no entro a una preparatoria ordinaria sino una de paga de carrera que en mi opinión no era relevante.
Mario salió de la secundaria como el mejor pintor entre la generación y Rosa como la mejor matemática.
Yo me gradúe con honores ya que mis calificaciones fueron muy buenas, obtuve excelencia académica y la generación tuvo mi nombre, Esteban Guzmán Mora.

A pesar de todo no me siento muy orgulloso de ello.
Pero mi padre, dios, mi padre estuvo eufórico todo ese día.
Solo en ese momento mi padre mostró estar orgulloso de mí, solo frente a los demás compañeros, solo frente a los invitados, solo frente a las cámaras, solo en ese día.

Mario aún después de graduarnos sigue en contacto conmigo y ya llevamos más de 4 años como amigos.

Mi padre insiste en que Mario es mala influencia para mí pero yo ignoró eso. Dice que solo me está volviendo rebelde pero sus constantes has esto y realizó a aquello lo están logrando.