Detrás de una sonrisa.

Capítulo 4

Esteban
 

 

La preparatoria a pesar de todo, después de conseguir encajar en esta institución, a pesar de los trabajos enormes, días que no parecían tener fin, todo parece ir bien.

Las ganas de vivir disminuyen como las horas de sueño y las esperanzas de ser feliz.

No tengo el suficiente valor para hablar por mi persona, no puedo defenderme, no puedo expresarme, no nada.

Los gritos en mi casa aumentan día con día y mis padres ya no me permiten ver a mis amigos, son malas juntas pero, no tengo muchos amigos con los cuales hablar.

Ya no sé qué hacer, hay veces que quiero llorar y me detengo.

Mi padre desde muy pequeño me decía que los hombres no deben llorar pero la rabia y la impotencia me orillan a querer caer en ello.

Siempre decían algo hiriente ya que sabían que eso era lo que más me dolía, tal vez en mi vida pasada llegue a ser un hijo de puta con alguien, tal vez un mal padre pero, decirle cosas feas, dolorosas, denigrantes a una mente aun inmadura, a un niño que creció escuchando lo fracasado y poca cosa que es afecta de manera negativa su autoestima por lo cual cuando dicen algo bueno de mi les corrijo.

Yo no soy inteligente, simplemente hay momentos en los que me salen las cosas; yo no soy alguien de habla excelsa, simplemente que leer a veces ayuda para poder hablar en casos que lo requiera; yo no se desenvolver temas ni exponerlos, simplemente es cuestión de estudiar y cualquiera lo puede hacer.

Profesores, compañeros y amigos lo dicen pero, quienes quiero que me lo diga no lo hace.

Mis padres simplemente me dicen que es mi obligación ser todo eso y más, no me gusta ser forzado, sé que tengo muchas responsabilidades en el ámbito académico por lo cual también he dejado de prestarle atención a mi vida privada como mis amistades y necesidades.

Eso me hace sentir una mierda de persona.

El calor de hogar falta desde que empecé con mis estudios, eso ya no me afectaba, la frialdad de mis padres es sepulcral, de vez en cuando demuestran cariño a medias, uno ya no sabe si está ganando o perdiendo.

Mis amigos se alejan, Mario resulto tener una relación sentimental con Brandon, yo les dije que los apoyaba incondicionalmente pero simplemente se alejaron por una tontería.

''Tú no eres como nosotros así que no entenderías'', soy persona que es lo que cuenta, era su amigo pero ellos prefirieron alejarse.

Con Ángel llevo un año de amistad, inclusive ya duermo en su casa por motivos de tareas.

Mi padre sigue viajando constantemente por el país por asuntos de negocios y tratos.

Mi madre sigue en casa, con sus quehaceres, casi no logra conciliar el sueño y tiene arranques erráticos que en si ya se me hicieron algo común en el hogar.

Ya no comemos juntos en la mesa, Pedro come con papa y yo con mi madre, mi padre y hermano son un tanto mal educados al comer y mi madre y yo no toleramos eso, los horarios no coinciden y también es un factor que afecta la convivencia en familia.

Los días domingo salimos a comprar los víveres de la casa pero yo me la pase inmerso en la música con los audífonos a más no poder con tal de no escuchar los gritos.

Esa es la rutina de siempre, evitarnos.

Los dolores de cabeza son más frecuentes y la escuela con los constantes trabajos y el esfuerzo en hacerlos bien hace que el estrés acumulado sea más, los anteojos ya no me funcionan frente a la computadora, eh dejado de ver series por el tiempo que ya no alcanza.

Cuarto semestre y uno apenas pasando materias, si saben mis calificaciones mi padre seguro me mata.

Espero sobrevivir lo que queda de preparatoria.

Hay cosas que preferiría que se quedaran en el olvido, como mis sentimientos hacia Laura.

Pensé que ya había superado esta etapa de enamoramiento que fue durante dos años, dos tortuosos años, pero cuando sonríe no puedo evitar pensar como seria si yo no fuera tan cobarde, he inclusive dejado de tratar con ella de la manera en la que solía hacerlo.

Ángel me ha dicho que no está bien dejar de ser amable, nunca lo dejare de hacer pero hay que tomar distancia, y claro que cada acto sucede por algo.

Ella está enamorada de otro, un amigo.

Conocemos la historia del enamoramiento ya que hay otra chica que también está enamorada de él mismo chico por el que Laura suspira.

Emily, una muchacha alta, pelo rizado de ojos color avellana, tez morena clara y muy inteligente, perdidamente enamorada de aquel chico, ese chico que también es amigo mío.

Mi amigo, Octavio, un chico de mi altura, de anteojos, ojos casi negros, risueño y un apasionado por los libros. Emily nos ha dicho que ha hablado con Octavio el cual afirma estar enamorado de las 2, ella no puede con eso y a Ángel y a mí no nos parece lo que él está haciendo, él también tiene problemas pero parece preferir a Laura sobre Emily siendo que ella lleva más tiempo junto a él.

Después de todo eso no puedo volver a ver a Laura igual, ella o está enterada de la situación pero, no me gusta el tono de voz que usa Emily para contar esa historia, el dolor y los ojos tristes, algo que a Ángel y a mí nos parte le alma, ver llorar a alguien es una cosa, ver la tristeza de un corazón enamorado es otra y nos duele verla así.

Nosotros no podemos hacer nada por ella, no nos podemos meter en esta juego, no podemos sacar Laura de su camino, eh pensado en intentar hacer algo para cambiar lo que hay, buscar la manera de que Laura mires alguien más que Octavio, que se enamore de otro, no precisamente de mí, de cualquier otra persona.

Ya no la quiero como lo hacía de un principio pero algo dentro de mi duela al verla tan cerca de Octavio y Ángel se da cuenta.

Ángel y yo platicamos sobre ello y el acepto que deje de lado a Laura, que el dolor termine, que ella se acostumbre a estar lejos de mí.

En su casa cuando me quede para un trabajo que era de más de 50 páginas para el día siguiente.




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