Detrás de una sonrisa.

Capítulo 8

Las vacaciones de invierno llegan y con ellas el sentimiento de abandono qué me acompaña estas fechas.
Recordar aquellos que se marcharon para no volver y dejaron sus cosas atrás y costumbre qué no podre olvidar, el olor a cigarrillo qué entraba por la puerta, las risas qué emanaban del interior de esa casa, las visitas, los regaños, todo eso de parte de aquellos que ahora nunca volveré a ver otra vez.

Terminando el año y empezando el otro encerrado en mi habitación, realmente no quiero ver como los adultos terminan alcoholizados y el desastre qué causaran en la casa.

Mis amigos han organizado salidas y accedí a cada una de ella, me gusta estar con ellos. 
Con mis amigos puedo ser yo en mi totalidad, no tengo que forzarme a sonreír o algo ya qué ellos me causan las risas con sus estupideces y ocurrencias. Ángel más que los otros ya que normalmente Daniel es serio y los otros simplemente se dejan llevar.
El pasar el rato con ellos es hasta terapéutico ya qué me olvido completamente de lo que me acompleja, por esos momentos por lo menos.

Estar en casa es otra historia. La mayor parte del tiempo me toman a amargado o loco por el simple echo de congeniar con su retorcido sentido del humor, no soy material para seguir una conversación en mi familia, talvez tema pero nunca participe.
Digo que me toman a loco por que escuche que mi madre les llega a contar cosas que le conté las cuales pueden parecer fantásticas e inclusive imposibles, pero para mí fueron un motor de aliento, fueron los sueños que me ayudaron a pensar que la vida por lo menos tiene un sentido, las metas que me plantie desde pequeño y qué más de una vez soñar despierto el poder cumplirlas. Esas aspiraciones, todas las palabras que tal vez dije por el momento de felicidad o porque estaba demasiado motivado, porque pensé que podría lograrlo, pero que mi familia con su manera infantil de darme a entender que todo fue una simple pérdida de tiempo o estupideces que un adolescente aspira a lograr realmente fueron un golpe bajo en mi autoestima dándome entender que probablemente nunca llega a lograr nada de lo que alguna vez me propuse.

Luego pienso que ellos no son aquellos que me van a ver llegar a la cima, y que si llegó a estarlo, simplemente los miraré desde arriba, demostrando que yo soy aquel que manden mi destino y no soy aquello que ellos intentaron pisotear. Yo soy el amo de mi vida y sus opiniones pueden irse a la mierda.

Si mi familia no apoya mis aspiraciones o sueños como quieran llamarle por lo menos sé qué mis amigos o yo van a ser el impulso que me recuerde día a día que yo puedo lograr todo lo que me proponga ya que el único que va a disfrutar de su éxito al final seré yo y nada más.

Claro que en estos momentos aprecio tener a Ángel y a Daniel a mi lado, ya que ellos son los que más me ayudan a sobrepasar aquellas etapas de depresión o ansiedad que llegan a inundarme. Ese par de amigos que en este momento son mis Ángeles de la guarda y que me apoyen en lo que quiero lograr, en mis planes a futuro, en mis metas a corto y largo plazo y que sin duda ellos son la mejor compañía en este viaje a cuál denominamos vida.

Tengo muy bien entendido que los amigos de verdad si llegan a contar con sólo una mano, y en este momento puedo decir que por lo menos sólo necesito dos dedos.

Los vacaciones de invierno son bastante cortas en realidad y la entrada a la escuela de nuevo está más cerca de lo que uno imagina volver a ver a mis amigos diariamente, conocer gente nueva tal vez, intentar esquivar a Laura cada vez que pueda, intentar pasar las materias con éxito para poder llegar junto a mis amigos a la graduación de la preparatoria, la cual puede marcar una nueva etapa en nuestra vida ya que unos empezaron a trabajar y otros irán directo a la universidad y desde ese momento eso marcar el rumbo de lo que será nuestro futuro.

El frío cala los huesos, el uniforme no es bastante brigador que digamos y no podemos llevar gorros o algo para cubrirlos la cara  no podemos llevar ropa muy colorida y tampoco podemos llevar algún suéter o sudadera o polero que tenga alguna imagen ofensiva para la institución, lo cual hace que muchos tienen que llevarlos hasta dos pantalones o tener que poner exceso de ropa para poder cubrirse del frío del Invierno, también recuerdo que Ángel no puede regular su temperatura, el pobre tiene que sufrir demasiado frío en esta temporada pero pensando un poco, la primavera también llegará rápido y con ellos las flores de los jardines de la mayoría, el crecimiento del follaje en los árboles que nos brindará sombra, y un clima algo agradable por un corto tiempo para por lo menos. 
Estamos seguros que este último semestre no sera en vano en nuestras vidas.

En esta etapa terminal del colegio es hora de buscar las universidad des y las mejores opciones pero, realmente no podre estudiar aquello que deseo. 
La carrera que me interesa que es Psicologa es algo cara y no es muy demandada en donde vivo por lo cual estudiare Comercio.
La carreass de Comercio no es que me disguste simplemente que no es algo que estaba en mis planes, yo desde más joven quise la psicología pero al parecer esa me conviene más.
No tengo muchas opciones así que no importa la universidad qué elija, la carrera tendrá que ser la misma, quiera o no.
Se que dije que soy el amo de mi vida, pero debo pensar a futuro y esto es la mejor opción para ello, es mentirme a mi mismo, pero ¿Cuantas veces no lo e echo?
 

~Gracias por leer. ~
 

Perdonen faltas de ortografía y gramatica.
Últimamente no puedo concentrarme, así que pido una disculpa de todo corazón. 
 


 




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