— Buenos días — salude con una sonrisa a mí madre y a mí padre
— buenos días cariño
Ese fue mí padre es el hombre más cariñoso que conocerás, tiene 44 años y es color cartucho cómo y y sus ojos son marrones al igual a uno de los míos.
— Buenos días
Esa es mí madre es una mujer con carácter fuerte, tiene 37 años, Mí madre a diferencia de mí padre y yo es blanca de ojos verdes al igual a uno de los míos, tiene buenas curvas y gracias a ella tengo un cuerpazo.
— cariño, puedes sentarte un momento— asentí y me senté en la mesada frente a ellos — no se cómo decirte ésto... — mí padre sudaba y la duda se apoderó de su mirada, era algo a la que ya me había acostumbrado
— se irán de viaje — terminé lo que mí padre no pude decir mientras jugaba con mis pies por debajo de la mesa.
Desde que tengo memoria mis padres siempre están de viaje por culpa de su trabajo. Siempre regresan a casa por unos meses o días, pero aún no me acostumbró a su ausencia.
— Cuánto tiempo será está vez?
— ese es el problema cariño, está vez serán 5 años fuera del país.
— es un caso realmente difícil— está vez fue mí madre la hablo, lo siento Emma.
Éso era lo único que dirían un lo siento Emma. Estoy cansada de que no se preocupen por mis sentimientos.
— 5 años?! .Están hablando enserio?, regresaron de Italia hace sólo unos días y ya se van, pensé que se pasarían los últimos días de las vacaciones conmigo— comencé a gritar todo lo que sentía— pero, está bien su trabajo es y siempre será más importante que yo.
Un fuerte golpe fue a parar a una de mis mejillas, mi madre me había dado una cachetada, la primera en mis 18 años de vida.
— co- cómo te atreves a pensar eso?— su voz sonó tan dolida que me estába arrepintiendo de la que le dije— tú crees que no nos duele dejar a nuestra hija sóla en casa, cuando tengas hijos lo comprenderás— y sin decir nada más se paró de la mesa y mí Nana le trajo una maleta — gracias Matilde, te espero en el auto— y se fue.
Yo me quedé ahí sintiéndome la peor persona del mundo.
— papá yo— baje la mirada sentía que estaba a punto de llorar.
— no te preocupes— acarició mis mejillas y luego miró su reloj— no tengo tiempo, el vuelo sale en 1 h, pero lee ésto por favor.
Me entregó una carta y luego se marchó no sin antes darme un beso y un abrazo. En mí habitación me acosté en la cama y comencé a leer la carta.
perdón por marcharnos tan rápido y por no poder acompañarte en tú primer día de universidad. Pero no estarás sólo un amigo mío acepto que vivieras en su casa por los tres años de universidad, Matilde ya es mayor y con la casa tiene suficiente trabajo, ve a este dirección (...) Y por favor no des problemas con amor tus padres.
— pero, ésto está en otro ciudad papá
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Editado: 29.12.2024