Contexto:

Este no es el típico relato en el que dos amantes se enamoran profundamente al cruzar miradas en un encuentro inesperado y mucho menos ese cliché en el cual la chica tira sus libros y el más popular del colegio le ayuda a levantarlos y se genera la mágica conexión con el simple roce de sus manos, está muy lejos de ser de esa manera.

Esta historia parte así…

Una jovencita de 18 años llamada Sally cursaba su último año de colegiatura, su vida para ella un tanto tranquila, en casa todo bien, la niña buena de papá, pero en el colegio al juntarse con sus amigas se convertía en una coqueta, podía coquetear con cuanto chico que se le cruzaba, menos con uno, pero no se equivoquen, la historia no es con él.

Sally no lograba poder coquetear con Paul, su amigo, desde que lo conoció sintió cierta atracción hacia él, ¿Serian sus ojos de un color que mezclaban el verde y color miel? ¿Sería su altura que la llamaba a colgar de su cuello? ¿Sería su sonrisa que la hacía perder los sentidos? Sally nunca lo supo, tampoco supo en qué momento se le ocurrió la brillante idea de buscarle novia, si a ella le gustaba, lo sé, Sally se pasa de tarada.

Sus amigas Yarela, Caterin y Tanza la acompañaban en sus locuras, cada mañana al verse se contaban las cosas que habían hecho cuando no se veían, Yarela es igual de coqueta que Sally, la diferencia es que Yarela si sale con chicos, en cambio Sally solo coquetea, pero nunca llega a una cita, Caterin es una chica tranquila, la más tranquila diría yo, metida en su propio mundo de música y arte abstracta, Tanza es una chica que se encuentra en el punto medio, no es demasiado sociable, pero tampoco se encierra tanto en sí.

Lo que obviamente une a estas cuatro chicas es su reacción al ver a un joven pasar, solo al mirarse saben lo que piensan, Caterin sonríe de lado y Sally comienza a reír a carcajadas, sabe las perversas ideas que cruzan su mente, ya que no están tan lejos de las de ella misma, eso contagia a las demás.

El… ¿Cómo describirlo? 28 años, alto, delgado, un estilo más o menos cool, ojos dormilones, de un marrón intenso, pestañas largas y llamativas, risa peculiar y única, quizás no lo que Sally buscaba, no es el prototipo de hombre que a Sally siempre le ha llamado la atención, heredero de la empresa de su padre, con una relación quebrada, la cual tenía con su ex conocida del colegio y como guinda de la torta, el amor platónico de su prima, ¿No será demasiado Sally? ¿A caso no te das cuenta de los problemas que esto te puede traer? ¿Arriesgaras todo por "amor"?