Capítulo 3:

Lo primero que veo al llegar es a Paul y Lucy besándose, algo dentro de mí se estremeció causando un dolor agudo en mi pecho, mis ojos comenzaron a nublarse a causa de las lágrimas que querían salir, apreté los puños y bajé las escaleras hasta el baño del colegio, ahí me refugie hasta que el timbre que anunciaba el inicio de las clases sonó, subí las escaleras dando grandes suspiros para calmar mi respiración, mis ojos rojos de tanto llorar, me senté con mis amigas sin decir palabra, ellas me miraban y yo sólo miraba mis manos, abrí mi cuaderno y comencé a escribir las palabras que nunca le diría a Paul:

"Querido Paul.... ¿querido? ¡Qué va!

Paul:

Aquí te escribo todo lo que nunca en mi miserable vida podré decirte, ¿sabes? me gustas, me gustas desde que te conozco, o ¿por qué crees que me hice tu amiga? me encantan tus ojos, su color, su forma, todo, cada vez que te veo me pierdo en ellos, tu boca tan bien definida, tu pelo crespo y claro, me gustaría meter mis dedos en él, sólo para saber que se siente, te quiero, te quiero y no sabes cuánto Paul. Ahora te veo con esa estúpida que sólo te quiere para ella, ¿y yo? ¿Qué pasa conmigo? Ya no me hablas, me ignoras cada vez que nos vemos, me haces daño, tanto daño... El sonido de tu risa ya no es a causa de nuestras conversaciones, ahora la razón de tu risa es ella.

Espero no me olvides Paul, de corazón espero no lo hagas.

Con cariño la que siempre te ha querido, aun cuando nadie te veía

Tu eterna amiga Sally"

Al terminar cierro mi cuaderno y seco las rebeldes lágrimas que recorrían mis húmedas mejillas.

Caterin y Yarela me miraban con preocupación y les regalé una falsa sonrisa, al llegar el profesor comenzó su clase, comencé a tomar nota y a distraer mi mente de lo que apenaba mi corazón, cuando salimos a un receso con mis amigas caminamos a la parte trasera del colegio.

• ¿nos dirás que pasa? - Yarela alzaba una ceja y cruzaba los brazos - sabes que podemos sacarte la información a la buena o a la mala
• No pasa nada, en serio chicas - miro a Caterin que me mira con cara de que hable o me golpea - es sólo que cuando llegué... Vi a Paul y Lucy... Besándose - bajo la mirada y juego con mis manos
• Sabía que tenía que ver con esa víbora - Caterin empuñaba las manos, mira a Yarela y luego a mí - no le des importancia a ese par Sally, son unos estúpidos, sobre todo Paul que no supo valorarte, cuando reaccione estará sólo, Lucy no lo soportará por mucho tiempo
• Para hacerme daño es capaz de pasar el año con él

Luego de hablar un rato regresamos al aula, llega el profesor y así en cada clase, al salir a las 5:30 de la tarde, me despido de mis amigas y camino a casa con los auriculares puestos, mientras caminaba siento que tocan mi hombro, al girar veo a Ian, ahí parado junto a mí

• Hola - me quito en auricular y sonrío
• Hola pequeña - sonríe achinando los ojos - te hablaba y no me hacías caso, ahora veo porqué
• Los auriculares - río por primera vez en el día
• Así es, ¿vienes del colegio? - asiento y mira mi uniforme - se te ve bonito - me sonrojo y él ríe - oye, ¿sabes? Quería saber si tenías el número de tu primo Sam, es que necesito ubicarlo
• Claro, te lo doy en un segundo - busco mi móvil y le doy el número - Sam siempre anda con el móvil en las manos, seguro lo ubicas
• Muchas gracias, Sally, me ayudaste demasiado - sin aviso besa mi mejilla y se va - nos vemos al rato
• Claro, adiós - sonrío y sigo caminando a casa, una pequeña sensación de bienestar llenó mi mente y pude llegar con más ánimo a casa.

Así transcurrieron los meses, yendo y viniendo de la casa al colegio, del colegio a la casa, mis ojeras ya eran notorias, casi no podía dormir, mis padres estaban teniendo problemas y discutían por las noches.

Narra Ian...