Capitulo once.

Después de ese momento incomodo que pasamos Dexter y yo seguimos nuestro camino de la manera más normal que se pudo, yo trate de dormir de nuevo pero no podía dejar de pensar en ese beso. Es impresionante la manera en la que las chicas nos ilusionamos, es raro porque constantemente estamos pensando no me voy a ilusionar, pero terminamos más enamoradas que nada, y es, raramente, lo que me está pasando a mí. No es que ame a Dexter o algo por el estilo, pero no puedo negar que me llama la atención.

-Ya puedes dejar de hacerte la dormida Haven.-Dijo Dexter estacionando la camioneta al tiempo que me zarandeaba.-Olvidas que eres demasiado ruidosa al pensar, incluso te delataste tu misma, pensé que pasaba todo eso por tu cabecita dormida.

-Lo lamento.-Hice morritos y acomode el asiento.

-Solo baja, al rato hablamos de eso, eres demasiado impaciente.

-No tienes idea de cuento.-Abrí la puerta de la camioneta, dando un saltito para bajar ya que era demasiado alta.

La casa de Aldrin estaba ubicada en un bosque que estaba como a cinco horas del pueblo, según él, es su casa de verano, pero la utiliza para cosas más importantes y arriesgadas según él. Ya eran casi las 12 de la tarde y no había comido nada, tenía tanta hambre que no hubiera dudado en comerme a la liebre que había pasado enfrente de mí, solo que conseguí domar a mi instinto raro. El día estaba fresco pero el sol se asomaba dando una buena temperatura, se escuchaba el canto de las aves y... todo se vio arruinado por el estruendoso grito que lanzo Aldrin.

-¡CHICOS! VENGAN.-Voltee a ver a Dexter con cara de fastidio y el solo asintió.-PEQUEÑA ARRASTRADA VEN AHORA.

A paso lento e acerque a la pequeña casa que tenía Aldrin, lo único en lo que podía pensar era en mi tripa gruñendo.

-Cuando Aldrin y Muki ya no nos ocupen vamos a comer.-Peque un pequeño brinco al escuchar la voz de Dexter muy cercas de mi oído.-Y de pasada hablamos.

-Si.-Lo mire, asintiendo al tiempo que me perdía en sus ojos caramelo.

-Eres demasiado cursi que asco.-Hizo una cara de asco pero con una sonrisa en el rostro.

-Y tú eres demasiado estúpido.

Una vez saludamos a Aldrin de manera normal entramos a una especie de casa rara, porque el tamaño que se veía por fuera no era nada comparado con el del interior.

-¿Qué clase de casa es esta?-Pregunte anonada, podía ver la cara de burla en Dexter.

-Un hechizo.-Dijo Muki saliendo de la nada.-El idiota este, quería una casa grande en medio del bosque, algo completamente estúpido e irresponsable, así que le di la mitad de su casa soñada.

-Increíble.-Le sonreí a Dexter quien hizo lo mismo.

-¿Encontraste algo de tu madre?-Muki se puso enfrente de mi bloqueándome la vista hacia Dexter. Asentí.-Bien, dámelo, y puede que tarde un poco en encontrar a tu madre pero estoy segura que la encontraremos.

Me acerque a las maletas que había bajado Dexter de la camioneta y en el que traía los pendientes de mi mamá, pase al lado de Dexter, sintiendo la mirada de los tres en mí. Agarre los pendientes y cuando Muki y Aldrin estaban caminando hacia la cocina, Dexter me dio una nalgada.

-Hey.-Lo mire arrugando el ceño, él solo estaba viéndome relamiéndose los labios.

-En la comida te diré todo lo que pienso sobre usted señorita, y también sobre sus pantalones ajustados.-Paso un brazo sobre mi hombro y me apretó contra él.

-¿Te digo algo pero no te enojas?-Deje de caminar y lo mire, el asintió.-Me confundes mucho, derrepente tienes tus momentos de vampiro cachondo y es muy raro.

-Te prometo, que en la comida te responderé todo lo que me preguntes.

-¿Todo?

-Todo.-Afirmó y seguimos caminando a la cocina.