Capítulo 1

Era una noche de navidad de aquellas normales, realmente se pensaba que era normal, pero no, no lo fue.

Era un chico llamado Alberto, solía trabajar mucho, tenía alrededor de 16 años y ya trabajaba sin aún terminar su secundaria, pero tenía muchas aspiraciones y proyecciones en su vida, la verdad las mujeres no eran prioridad para él, conoció varias chicas pero ninguna llenaba las expectativas y capacidades que exigía y anhelaba en una mujer, solía hablar mucho con una chica llamada Ana, que conoció por redes y de hecho solo hablaban por ese medio, al parecer era alguien muy hermosa para Alberto, era pelicastaña, muy bajita, con un cuerpo con curvas finas y perfectas; el problema de todo es que ella no lo podía ver más que como un amigo, ya que el corazón de Ana se estaba entregando a un desagradable chico, la decepción de Alberto llegó a tal punto que dejó de hablarle a ella, no fue fácil para él, fue algo que pensó muy bien y en realidad fue la mejor decisión que pudo tomar ya que sabía que era imposible que ella lo viera de otra forma estando con otro hombre. Al pasar los meses, él seguía triste y pensando en porque no habría llegado la chica que tanto anhelaba; algo trajo al pensamiento de Alberto, y si, era Ana la chica con la cual solía hablar, comenzó a mirar sus fotos y a imaginarse su vida al lado de esta hermosa mujer, notó que en su perfil no había una foto que ella tenía con aquel chico y lo llevó a pensar que ya no estaban juntos, así que optó por desplazarse hacia el chat, fue una decisión muy difícil ya que era doloroso y decepcionante que no le hablara o peor aún, que todavía estuviera con aquel chico, pero afortunadamente ella le respondió y ya no estaba con dicha persona. Era un 24 de diciembre aproximadamente las 11:23 pm, faltaba muy poco para navidad, esa noche fue muy poco lo que hablaron Ana y Alberto, lo importante fue que ya estaban hablando de nuevo, ambos solteros y sin ninguna obstrucción para plantear algo. Pasaron unos días y Alberto le propuso que se vieran por primera vez en persona, Ana no dudo un en decir que si, ya que no vio problema con ello, fue algo imprevisto y tampoco planeado pero fue realidad y en la noche del 27 de diciembre estaban allí juntos sentados en el sofá de la casa de Ana, fue una noche muy bonita e impresionante para Alberto ya que vio mucha química y conexión con Ana.