Diario de una perdedora

Capitulo 12

—¿Puedes salir de mi maldito cuarto? — le aviento una almohada al rubio y este solo se ríe.

—Ya te dije que me dejes quedar o al menos hasta que se vaya Lily, no quiero que sepa dónde estoy — dice juntando sus palmas

—Al menos podrías darme privacidad, imbécil — el me mira de arriba hacia abajo con una sonrisa

—Tienes razón, no es muy caballeroso de mi parte entrar a la habitación de una dama cuando solo tiene puesta una toalla — se burla y yo le aviento otra almohada

El imbécil entro justo cuando estaba a punto de quitarme la toalla, disque que, porque Lily lo estaba buscando o más bien sus padres, ahora estoy en una situación incómoda en la que un rubio esta acostado en mi cama y yo encerrada en el baño.

—Solo tengo una pregunta, ¿Estarás mucho tiempo en el baño?, es que quiero orinar — grita y yo salgo furiosa

—Porque mejor no te vas al demo…— mis palabras se quedan a medias cuando salgo del baño ya que él me toma de la cintura y me mete al baño cerrándolo

—¡Shhh! — pone su mano sobre mi boca — Lily está aquí — susurra

—Y cómo es que lo sabes, yo no escucho nada — me cruzo de brazos

—Siento su presencia — mira hacia la puerta — Lily es como un ente, se puede sentir su mal vibra desde aquí

Intento contener la risa, pero no funciona, el me mira y también ríe, ambos nos asustamos cuando tocan la puerta desesperadamente.

—¡KILIAN! Más te vale que no tengas tus sucias manos sobre Greta — grita furiosa Alondra, Kilian solo resopla y yo frunzo el ceño

Kilian abre la puerta, le da un golpe en la frente a alondra y sale de la habitación, alondra me mira de pies a cabeza y suspira.

—No dejes que ese gorila te toque — se pasa una mano por el cabello — yo soy mejor opción que él.

Me guiña el ojo yéndose de la habitación también, par de raros.

Al día siguiente, el día fue tranquilo, empecé con mi tratamiento que se trata de vitaminas y medicina, comí, fui con la psicóloga, después estuve en una reunión con los demás en los que platicamos sobre nuestros problemas, me bañe y ahora estoy en la cama, se me hizo raro que hoy no me topara con los primos raros.

Digo estoy aquí desde hace una semana y siempre me los topo, hoy ni siquiera vi a Lily, tal vez sea por lo de ayer que estaba buscando con urgencia a Kilian…las luces se pagan y antes de que duerma decido sacar el celular que escondí cuando vine, se supone que no se puede usar celulares aquí, pero he visto que los demás chicos lo hacen a escondidas.

Le mando mensaje a mis padres y abuela, mensajeo un rato con Hana, me ha dicho que Dana se ha ido de la escuela, al parecer su padre fue acusado fraude por lo cual ella y su madre tuvieron que irse del país, Vera y Zac se han vuelto más víboras que antes.

Cuando ya estoy a punto de dormir, alguien me llama, reviso quien es…mi corazón empieza a latir fuerte, dudo en si contestar o no, al final me decido y contesto.

—H-hola — apenas puedo hablar

—Lamento no haber ido a despedirme — dice con voz ronca

—Tranquilo…Hana dijo que estarías con tu novia — digo y siento una punzada en el pecho

—Y-yo…termine con ella — un silencio se extiende

—Lo lamento — digo y lo escuchó suspirar

—Me gustas Greta — me dice y antes de que pueda contestar me hayo interrumpida por el rubio

—¿Puedo dormir aquí? — pregunta y yo abro los ojos de par en par — ¿Tienes teléfono?

—¡Maldición! Acaso en tu casa no te enseñaron lo que es la privacidad — le reclamo y el solo cierra la puerta y se sienta en la cama

—Quiero dormir — intenta acostarse y yo le pongo una mano en el pecho

—Pues ve a tu habitación — el mira mi mano en su pecho, me voltea a ver con una ceja enarcada

—¿Greta? Quien es, n-no te está haciendo nada, que está pasando — escucho por el teléfono

“se me había olvidado que estaba en una llamada con Basil”

—Claro que está bien y ahora déjanos dormir, imbécil — dice Kilian colgándole, lo miro con la boca abierta

Él se acuesta a mi lado, lo corro, pero no hace caso, intento irme yo, pero él me abraza de la cintura haciendo que mis intentos de huir sean inútiles.

—Te has puesto roja como un tomate — dice lo volteo a ver y esta con los ojos cerrados y una sonrisa.

Con un demonio, lo que me faltaba…rubio imbécil.

No sé en qué momento me quedo dormida, siento los rayos del sol dar mi cara, intento darme la vuelta, pero me es inútil, abro los ojos y lo primero que me encuentro es un brazo alrededor de mí, volteo y veo una cabellera rubia, intento empujarlo y el solo se ríe.

—Eres muy enojona — abre sus ojos — toda la noche te la pasaste quejándote y pataleando

—Ni mi subconsciente te quiere — lo miro con desdén

—Sera un trabajo duro, pero hare que hasta tu subconsciente piense en mi — me dice con una sonrisa

Se levanta, me da un beso en la frente y sale de mi habitación, gente rara, lo más raro es que cuando salí de mi habitación me topé con alondra la cual me saludo con un beso en la mejilla y me dijo que me veía hermosa.

—Así que éramos unos raros para ti — una pequeña sonrisa se forma en mis labios.

Cierro el diario, me sirvo un trago de whisky, miro hacia la ventana y suspiro, mi tiempo se acaba…tal vez si no me hubiera acercado a ti, tan solo tal vez si no te hubiera conocido tu seguirías aquí, hubieras cumplido tus sueños y habrías sido feliz, algo que conmigo no fuiste.

Maldito bastardo, fue tu culpa, ojalá sufras hasta el punto que quieras morir, pero no puedas”

Recuerdo las palabras de Alondra…lo merezco, claro que lo merezco, termino aventando el vaso contra la pared, este se hace añicos, del golpe un libro cae de un estante que estaba junto donde se estrelló el vaso, del sale una nota.

“Eres el rubio más tonto que he conocido” una nota…la nota que me escribió antes de que no volviera a saber nada de ella, lagrimas corren por mis mejillas, me tiro de rodillas, los pedazos de vidrios se encajan en mis rodillas y manos, este dolor no es nada comparado con el que siento en el corazón.




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