Diario de una perdedora

Capitulo 28

Kilian:

*Sonido de trueno* B-Basil…por-porque lo hiciste.

Y-yo…yo no tenía otra opción, yo te amo, quería estar contigo, sé que lo que hice no estuvo bien, pero fue la única opción — la voz desesperada de Basil se escucha a través de la bocina

los sollozos de Greta me apachurran el corazón, es un audio no hay imágenes como tal, al fondo se escucha la lluvia, aprieto la mandíbula cuando escucho a Greta.

—E-el…yo…yo lo lastimé y le dije cosas hirientes por tu culpa — se dirige a Basil con odio

—Greta yo te amo y quiero que estés conmigo seas o no feliz — aprieto los puños al escuchar a Basil

—Maldito enfermo — le grita Greta

Lo siguiente que escucho me deja en shock, no lo logro distinguir, pero escucha una risa “Vaya nunca había presenciado una pelea de pareja” después de eso solo se escucha la lluvia, pasan unos cinco minutos en lo que después se empiezan a escuchar golpes, escuchó a Greta llorar, se escucha un disparo y todo vuelve a quedar en silencio, volteo a ver a la detective que esta igual o peor que yo.

Se pone la pantalla en negro, una música clásica se empieza a reproducir a continuación pasa el video que fue enviado a los padres de Greta, el video donde la torturan, ya he pasado por esto y no creo volver a soportarlo, le pido a la detective que lo adelanté, al acabar el video de Greta sale de nuevo el chico del inicio.

“Lamentablemente no estuve para poder ayudar a Greta en su secuestro, claro que se quien fue…pero saben, no hay nada gratis en esta vida, no les pediré dinero, lo inicio que les pido es una por otra, es decir dejen libre a mi padre, la detective Candace sabrá quien es Rodrigo Anderson, es una buena oferta, piénsenlo, dejare este número para una respuesta, claro que mis evidencias son reales, todo apuntan, bien me despido. La pantalla se pone negra y a continuación aparece un número”

01 08X XXXX

—No vamos a dejar libre a nadie — refuta la detective

—Necesito saber quién fue — murmuro

—No…esto ya demostró que eres inocente o al menos una cuarta parte — empieza a explicar la detective — abriré más carpetas de investigación, tal vez tarde un poco pero encontrare-

—ENCONTRAR QUE ¡MALDICION! — me levanto de la silla desesperado y con un nudo en la garganta — y-yo fui el culpable, decidí irme y dejarla en paz

—Sé que es difícil de asimilar, pero no es tu culpa

—Libéralo o te atienes a las consecuencias — candace me mira y levanta el mentón

—No me gustan las amenazas, no lo liberaremos, ya te dije que es lo que va a pasar — sonrió de medio lado y asiento

—Ya m puede quitar las esposas o seguiré encerrado — digo tranquilo, haciendo que la detective arrugue su ceño

—Si solo deja que hagan un registro y te podrás ir — me vuelvo a sentar

Miro a la nada por un largo tiempo, la detective y sus colegas entran y salen, no sé qué dicen, están hablando pero sus voces se escuchan a lo lejos, la detective se me acerca y me dice algo, su voz se escucha muy lejos como para entenderle, me quita las esposas y un policía me saca, en la calle, miro mi alrededor, todo se ve tan tranquilo, parece que el mundo nuca se detiene, el sol está en su mejor punto, el cielo tiene nubes lo cual hace que se vea hermoso.

Las personas caminan, los coches pasan, pero…sigo sin escuchar nada, de repente todo empieza a ir más despacio, los sonidos, las personas, los coches, los sonidos de la ciudad, bajo las escaleras de la estación, camino, no sé cómo fue, pero estoy parado frete a la casa de Basil, todo pasa rápido.

Él está en el suelo golpeado, yo estoy arriba de él, mi puño manchado de su sangre, su esposa gritándome y golpeando mi espalda, unos niños llorando, a lo lejos escucho una patrulla, pero…porque todo sigue pasando tan lento, Basil me dice algo, no lo escucho, pero logro leer sus labios “Caín”, ¿dónde había escuchado ese nombre?, la cabeza empieza doler, de pronto Basil se levanta empujándome contra el suelo, me pide que me vaya y le hago caso.

Huyo antes de que la policía llegue, camino sin rumbo, mi teléfono vibra en el bolsillo de mi pantalón, lo saco y veo que es una llamada de alondra, le contesto y espero a que diga lo que tenga que decir.

“Que fue lo que paso, Hana me ha llamado y ha dicho que golpeaste a Basil”

La linea se queda en silencio, por mi falta de respuesta, escucho como alondra suspira.

“Que fue lo que te dijo”

“Caín”, es lo único que digo, escucho que alondra corta la llamada, guardo el teléfono sigo caminando.

Llego a la playa, esta soleado, me siento en la arena trato de contener el nudo que se ha formado en mi garganta, recuerdos de Greta llegan a mi mente, porque tengo que recordarte, a pasaron 10 años sigo aquí siendo tu esclavo.

—Solo quiero poder respirar sin que duela — murmuro — No quiero morir, porque sé que merezco todo esto

Las lágrimas empiezan a caer, trato de controlarlas, veo como las olas se vuelven salvajes al punto de tocar mis pies, pienso…seria hermoso que me arrastraran con ellas, me paro camino más hacia el mar, que puedo hacer, siento que tengo la respuesta, pero no sé qué hacer, me pongo ambas manos en la cabeza. Pasa como mínimo una hora, en la que las lágrimas dejan de caer, mis pies duelen por estar parado, mis ojos arden, la luz que refleja el mar lastima, mi pecho deja de sentirse pesado, caigo de rodillas, sintiendo un gran vacío.

El teléfono vuelve a vibrar, lo saco y veo que es alondra, contesto la llamada lo que me dice me devuelve un poco de esperanza, me levanto y voy a la dirección que me ha dicho, cuando llego empiezo a golpear la puerta, hasta que la abre una chica…la chica de ese día.

—Quien te crees para tocar la puerta de esa manera, animal — reclama

—Maldita basura, te dije que no te atrevieras a tocarla — murmuro




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