Diario: Notas -Anexo III

Día 96 desde la implementación del Proceso de Singularidad Genética.

No puedo negar la emoción que me embarga cada vez que avanzo en este abismo científico. El Anexo II marcó un hito con la integración del Núcleo de Sombra, pero mis ambiciones no tienen límites. Mientras Zaun arde bajo sus propias luchas internas y Noxus continua con sus políticas de expansión, yo sigo avanzando hacia un destino que estos mediocres jamás comprenderán.

Es Anexo es mi declaración definitiva de superioridad sobre la biología convencional y el entendimiento humano.

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SECCIÓN I: LAS REVERBERACIONES DE LA NIEBLA NEGRA

No esperaba que la exposición continua al Código Necrótico y a los fragmentos de la Niebla Negra alterara no solo a los sujetos experimentales, sino también a mis propios sentidos. Durante los últimos días, he percibido susurros, ecos distantes que parecen emanar del propio núcleo de mi laboratorio.

Al principio, lo consideré un efecto secundario de las toxinas presentes en el ambiente, pero tras analizar mis fluidos corporales y descartar cualquier alucinación inducida químicamente, debo aceptar una hipótesis más oscura: la Niebla Negra está viva en algún nivel más allá de nuestra comprensión. Su esencia parece responder a mi obra, como si reconociera mi genio y me otorgara un permiso tácito para utilizar su poder.

En este contexto, he modificado mi método de infusión genética:

1. Inmersión profunda en niebla líquida: Los sujetos son sumergidos durante horas en un tanque lleno de un compuesto que combina niebla condensada con un suero estabilizador que he llamado Válor Ichor.

2. Asimilación resonante: Los cuerpos comienzan a resonar con la esencia de la niebla, absorbiendo su energía y transformándola en pura potencia destructiva.

3. Ajustes de comportamiento: Aunque muchos pierden completamente la razón, un porcentaje reducido mantiene fragmentos de intelecto, suficientes para ser utilizados como estrategas o líderes de escuadrones.

Resultados:

Una fuerza desmedida, capaz de romper incluso las aleaciones hextech más avanzadas.

Resiliencia mental y física, pero con tendencia a episodios de violencia incontrolable.

Conexión intuitiva con la Niebla Negra, permitiéndoles manipular pequeñas cantidades de niebla como proyectiles o barreras defensivas.

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SECCIÓN II: EL PRINCIPIO DEL HÉCATE

Inspirado por el mito del dios triple, Hécate, he diseñado un sistema trinitario para la perfección de mis guerras

He diseñado Modificaciones genéticas que otorgan habilidades físicas superiores.

La Mente Fragmentada: Implantes neurológicos que los convierten en expertos tácticos, aunque a costa de su estabilidad emocional.

El Espíritu Vacío: Una conexión directa con la Niebla Negra, que los convierte en emisarios de su furia.

Para probar esta teoría, he creado tres prototipos únicos, los cuales he designado como Las Tríadas Oscuras:

1. Draven Primordial – Guerreros cuerpo a cuerpo, diseñados para actuar como avanzadas implacables. Cada uno posee una capacidad de regeneración tan avanzada que puede volver a levantarse minutos después de ser descuartizado.

2. Vórtice de Tarmon – Unidades tácticas especializadas en controlar la niebla a su favor. Capaces de generar campos de oscuridad para desorientar a los enemigos.

3. Lamentos de Oknir – Los heraldos de la destrucción. Estos guerreros portan en su interior una cantidad contenida de energía de niebla que puede liberarse como un cataclismo explosivo, sacrificándose en el proceso.

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SECCIÓN III: EL ANTÍDOTO DE LA ESPERANZA.

Un hecho curioso surgió durante mi última prueba: los sujetos que mostraron mayor afinidad con las técnicas de la Genomancia Oscura presentaban antecedentes específicos de traumas profundos. Parece que la desesperación es una especie de catalizador. Esto plantea una posibilidad fascinante: ¿y si pudiera transformar la desesperanza en un arma?

He comenzado a desarrollar un compuesto basado en este principio, llamado Somniera. Su efecto es simple y brutal:

Al inyectarse en un ser vivo, el compuesto amplifica sus emociones más oscuras y erradica cualquier vestigio de esperanza, dejando un vacío que puede ser llenado con las energías de la Niebla Negra.

El proceso parece irreversible, aunque la vida de los sujetos se acorta drásticamente debido a la carga que el compuesto ejerce en sus sistemas nerviosos y endocrinos.

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SECCIÓN IV: EL HERALDO FINAL.

Mis prototipos son impresionantes, pero insuficientes para mi ambición final: la creación del Heraldo de la Aniquilación, una criatura que no solo será el pináculo de la Genimancia Oscura, sino también mi legado eterno.

Los planos para el Heraldo incluyen:

Estructura cuasi-humana: Para maximizar su capacidad de adaptarse a los entornos cambiantes.

Matriz de Niebla Interna: Un sistema cerrado que le permitirá generar niebla ilimitada desde su propio núcleo.

Conciencia dividida: Tres mentes independientes, conectadas entre sí, capaces de analizar y ejecutar estrategias con una eficacia nunca antes vista.

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CONCLUSIÓN.

No soy un hombre ciego por la ambición. Sé que mis experimentos no serán aceptados por este mundo tan limitado en su comprensión. Pero, ¿acaso importa? El progreso real requiere sacrificio.

Mis obras avanzan, y pronto Zaun, Noxus, y cualquier otro necio que se atreva a enfrentarse a mi genio caerán de rodillas ante el esplendor oscuro que estoy a punto de desatar.