Días

Día 18

 

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MIÉRCOLES
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Dos semanas.

Dos semanas sin la presencia de Rebeca.

En el momento en que realicé la pregunta de cuándo volvería a hablar con ella, no esperaba que se la tomaran a pecho y me dejaran en un margen de dos semanas completas sin poder verla.

Los primeros días me la pasé como un tonto esperando en la salida a ver si de casualidad me topaba con ella. No quería recurrir a Olivia por nada del mundo por dos cosas; no creo que quiera ver al amigo de la persona que le robó un beso por el momento, y quiero hacer esto por mi cuenta.

Quiero acercarme a ella de forma natural, aunque quizás no se vea así si la ando esperando en la salida. Pero al menos es un esfuerzo, un esfuerzo vano porque realmente no me sé su horario, así que estoy al tuntun de la suerte.

Al tercer día pensé en dejar de actuar como un bobo y me encaminé a donde supuestamente Rebeca estudia con las indicaciones que me proporcionó Olivia.

Aunque el exterior de ambos edificios son iguales, el interior es completamente diferente. Siendo en mi facultad con tonos azules marinos y sombríos. En este en cada sección de la pared hay un dibujo pintado representativo de algún tipo de lema del cual por el momento no estoy interesado.

Antes de subir al segundo piso, me informé primero qué clases daban. En el primero resulta que son pintores de esos con sus lienzos, lo cual no me es relevante. El tercero son diseñadores de los cuales tampoco eran importantes. Pero el segundo en efecto sí le di miramiento, allí dan para los ilustradores.

Cuando subí y giré a la derecha, había pequeñas secciones de dibujos con unas frases cortas. Ya estaba por pasar de la clase B cuando uno en particular me llamó la atención. Por supuesto, ver grabado en la pared el nombre de Rebeca me supuso un punto de atracción.

El dibujo que ilustraba la frase jugaba con las sombras y las líneas, formando a dos personas de perfil, donde se intuía que uno era hombre y la otra mujer por sus largas pestañas, ambos se tocaban la punta de los dedos de la mano donde sostenían a tres retoños que deberían ser sus hijos. Los hijos de las esquinas parecían estar de perfil dando la cara a sus padres y el del medio, siendo el más chiquito de los tres, miraba al frente.

«El equilibrio familiar no debe ser alterado».

¿A qué se refiere con eso? ¿Habla del favoritismo?

Alejé la vista de allí y continué caminando. Cuando llegué a la clase C y pregunté por Rebeca, me informaron que ella estaría ausente por varios días.

Con eso dicho, ahora sí quería indagar por el paradero de Rebeca con Olivia.

Al encararla, solo me mencionó que ella fue asaltada el martes por un hombre con pistola y que sus padres no querían que viniera por unas semanas.

Eso me impresionó. Y me hizo sentir un poco nervioso por ella. Pedí su número, pero Olivia se negó a dármelo, indicó que a quién debía pedírselo era a Rebeca y no a ella. Y cuánta razón tenía. Ese era mi objetivo, pero al escuchar lo que le sucedió, mi mente se llenó de pensamientos en procurar conseguir el número de inmediato, sólo para consultar si se encontraba bien.

Aunque claro, Olivia respondió a mi inquietud sin siquiera escucharla.

Así pasaron los días, tampoco me atrevía a pedir la dirección de Rebeca, no creía que me la diera ni veía correcto eso porque apenas nos conocíamos, así que por el momento estaba descartado.

Lo que sí me extrañó con el pasar de los días era no recibir ningún mensaje de Zafiro. Coincidentemente el último mensaje fue el mismo día en que Rebeca pisó la universidad. Podría parecer ahora un loco al considerar el asunto de esta manera, pero el pensamiento recurrente de querer relacionar a estas dos personas iba y venía.

No solo por esto, poco a poco empezaba a adquirir pequeñas pistas que generaban sospechas respecto a ella.

Si debería reunir las pistas y poner cada una en orden para explicar por qué Zafiro y Rebeca podrían ser la misma persona, sería de esta forma:

Uno, el enlace que hay de lo que estudian. Zafiro mencionó en ese intercambio de preguntas que le gustaba aprender de ilustración.

Hace poco descubrí la carrera que estaba haciendo Rebeca.

Dos, siguiendo el hilo de las preguntas, en cuanto a la citación de lugares que Zafiro me diría para descubrir su nombre. Esto lo puedo dividir en dos pistas circunstanciales.

La primera; que casualmente al día siguiente en que Zafiro me dio la ubicación del Restaurante El Bocaito, estuviera Rebeca coincidentemente allí y que tiempo más tarde, Zafiro revelara que fue junto a una amiga. Rebeca estaba con Olivia.

El segundo; es el nombre del lugar. Aunque Zafiro no dio una sugerencia de cómo podría formar su nombre, la lógica dicta que lo haga con la primera letra de cada palabra.

Restaurante.

El.

Bocaito.

Y mi mente, quizás plagada por estas teorías, ve formada principalmente tres letras que encajan con el nombre de Rebeca.



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En el texto hay: amorjuvenil, universidad, mensajes

Editado: 31.08.2021

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