Camino hasta el tambo afuera del restaurante y lanzó las bolsas pesadas llenas de basura, seguro que en la mañana pasa como siempre el camión y se lleva toda esta basura.
— ¡hey! Isla ven con nosotros — me volteo y sonrió, allí esta el pequeño grupo con el que me llevaba en el colegio.
— es de noche —me excuso y niego.
—vamos, anímate hoy es sábado y la noche es joven — anima Jackson
— no lo se — niego sabiendo perfectamente que son las 10, hoy trabaje unas horas más ya que el restaurante estaba lleno.
— iremos solo a una fogata, te lo prometo — menciona Jackie, ella es la hermana melliza de Jackson. Niego.
— las dos sabemos muy bien que no solo habrá eso. — todos ríen al igual que yo.
— llevamos meses sin vernos, ándale tu solo eres excusas — menciona Carl. Bueno esta bien — volteo los ojos sonriendo y es que si tienen razón hace mucho no salgo con ellos pero ¿como hacerlo si me salen trabajos y no estoy estoy condición de rechazarlos?
Corro hasta alcanzarlos, ya me había quitado mi delantal, en la salida cambie mi camisa blanca de mangas larga y me puse una camisa negra simple con mangas y abajo ando el pantalón negro de trabajo que ya esta algo gastado.
Caminamos un poco hasta llegar a la casa de Carl y nos subimos en su coche el era mayor que nosotros por unos meses y ya tenia su licencia. Para en medio de la calle y miro que se mete con todo y carro al bosque.
— pero que mierda haces? Estas enfermo?
— relájate Isla, es para que no me lo bandalizen— yo lo miro como si tuviera 4 ojos pero al ver que los demás están frescos dejo de lado eso y trato de calmarme.
— bajen se, presiento que esto va a estar bueno — habla Jackie, nos bajamos y Jackson nos guía a los 5 min llegamos. Habían unos chicos entre 10 personas en la fogata y correteando cerca.
— quiero cerveza— habla Carl. No se cuanto paso pero yo tenia algo de alcohol en mi sistema, aunque no mucho ya que el ponche de frutas solo trae el 10%.
— que tal si jugamos a algo muy divertido — habla una chica bien borracha, la cual ni en pie se podía mantener ya.
— Marie ven a sentarte — le habla una de cabello rizado hasta los hombros. La tal marie solo pone un dedo en sus labios en señal de silencio.
— ¿quieren saber que tengo aquí? — ella muestra su cartera color verde oscura. Todos la comienzan a animar y ella ríe a la vez que saca un paquete, todos callan por unos segundos, yo miro a todos sin saber que pasa, después de unos segundos más todos gritan y saltan gritando— cocaaa— abro los ojos con gran sorpresa entendiendo, puta madre tiene un kilo mínimo en su mano. Ella lo levanta con orgullo, después de que se juntaran grupitos y pues consumieran no se por que mi mirada se dirige a uno de los chicos que estaba consumiendo, el cual ni camisa lleva.
— la policíaaa— grita fuerte, todos se levantan y se ponen en alerta, al segundo todos empiezan a correr cuando digo a ver a donde tenia ubicados a mi amigos veo que corren.
— Islaa corree — me gritan, yo a duras penas pude moverme por el shock, corrí lo más que pude por el bosque pero no sabía en si a donde iba solo que pasaba tan deprisa qué ni veía las pequeñas ramas qué me lastimaban al pasarlas, cuando de pronto me voy para al frente y empiezo a rodar, mierda e caído en un barranco a medida que rodaba iba cerrando mis ojos hasta que ya no pude abrirlos más solo me quedo ver negro y ya no supe mas de mi.
Abro los ojos asustada y miro para todos lados, junte el entrecejo al notar que ese no era mi techo, me siento de una y miro a mi alrededor ¿que es esto? ¿donde estoy? Me pregunto, me levanto y me dirijo hacia la puerta antes de abrirla entra una chica yo la miro asustada, me hago para atrás aun en la cama.
— oye ¿tu quien eres? — mi voz sale ronca por la falta de agua.
— Marta señorita, un placer. — yo la miro como si tuviera 4 ojos ¿por que me habla tan fresca?
— oye ¿sabes donde estoy ?
— si, en la mancion del alfa Baxter. — yo la miro como si ella fuera la más tonta del mundo.
— me refería a una alguna avenida o dirección mas exacta— ruedo los ojos. Ella solo me observa como no la miro como alguien que me podria hacer daño mas si como una desconocida, la cual al parecer siento que anda mas perdida de que, ja de seguro ayer ella tambien fumo lo de la chica de la fogata.
Siento que al final solo estoy perdiendo mi tiempo así que salgo de la habitación para así quizás ubicarme camino un pasillo hasta encontrar unas grada, después de bajarlas me dirijo a una gran puerta, ni me molesto en ver a mi alrededor, solo busco la salida.
— señorita, señorita no se vaya — escucho que grita, yo volteo a ver a la chica de hace unos segundos que esta parada arriba de las escaleras.
— y ¿como por que no?
— por que el alfa ordenó que se quedara hasta que el viniera y hablara con usted. — yo la miro como si tuviera 4 ojos y me río. ¿a esta que le pasa? Seguro sigue drogada.
— oye fumaste mucho lo de la chica cierto — digo aun riendo, ella me mira sorprendida.
— pero a ¿que se refiere?
— pues hablas y te refieres a un alfa todo muy ... animal — arrugó la cara — y eso esta muy fumado. — escucho unos pasos, me volteo y miro a una señora.
— ya a despertado — se acerca a mi y me pone una mano en la frente yo me alejo por inercia pero ella se las arregla y toca mi frente. Sonríe. — ya no tiene fiebre. — yo la veo aun más raro — pero eso no quiere decir que no tenga que estar en reposo, lo que le paso no es algo que se pueda aliviar tan pronto más sabiendo que usted no es una de nosotras — yo no podría verle más raro ¿una de ellas? Acaso eran trans? — le pido porfavor señorita que suba a la habitación, le llevaremos algo liviano. — yo niego.
— yo lo que quiero es irme de aquí — doy unos pasos hacia atrás, ellas se miran entre si — yo a ustedes no las conozco, quiero irme a mi casa.
— no se preocupe, yo soy Guadalupe y ella Marta y nosotras nos encargaremos de cuidarla por orden de nuestro alfa— yo niego. Estas dos están muy locas.