Y te diré sinceramente
que mi más grande miedo es que quieras irte,
porque sé que si haces tus maletas entre ellas te llevarás mi corazón,
los recuerdos y la mujer que ahora soy.
No quiero que te alejes,
pero tampoco quiero que te pierdas
por rescatarnos a nosotros.
Justo ahora mi corazón se volvió un dilema,
en donde no puedo estar sin ti
a pesar de que en el amor nunca creí,
pero a la vez no quiero retenerte en mí pecho
porque quiero que me elijas aunque eso implique poder perderte.
Ya sea en tu encuentro u en otros ojos curiosos
que se topen con tu alma
y sientan la misma magia que sentí yo
la primera vez que te vi,
pero con seguridad te digo que,
aunque elijas las maletas antes que a mí,
aunque veas a otra como me viste a mí,
yo te juro, yo te prometo, que siempre te querré,
que siempre tendré tu nombre grabado
en lo más profundo de mi corazón,
tus jadeos impregnados en mi piel
y todos nuestros recuerdos cosidos a mi alma;
porque si te vas,
que se vaya tu cuerpo pero no tu alma, no tu recuerdo...
Quiero por favor, que, si te vas,
que, si no me elijes,
por favor tengas piedad y aunque sea
me dejes a tu fantasma para poder bailar cada noche
con los sueños que tuve a tu lado, con la vida que quería compartir,
con el amor que no me eligió, pero al cuál yo me entregué
hasta que mi alma se vuelva cenizas, y aún así, más allá de ello...