Y duele, te juro que duele
saber que éramos todo lo que queríamos
pero no estábamos cerca de ser
aquello que más necesitábamos.
Duele, te juro que quema
el saber que tus dedos encajaban con mi piel,
que tus besos coincidían con mis labios
y que tus ojos danzaban al mismo compás que los míos.
Duele, te lo juro,
porque queríamos todo junto al otro,
queríamos una vida, un beso, y algo más que una noche...
Queríamos un sueño, un futuro... Lo queríamos todo
y nos lanzamos sin paracaídas
pensando que el otro estaría para detener la caída y no fue así...
Que lastima, te lo juro;
me quema y me destruye que fueras todo
lo que encajaba en mí,
que yo fuera todo lo que encajaba en ti,
pero que nuestro amor no fuera suficiente
para encajar con los planes que la vida tenía escritos por ahí.