Mi último adiós hacia ti queda ahora escrito.
Te vuelvo palabras que quedarán en el baúl del recuerdo,
porque sé que pronto tus besos dejarán de existir en mis labios,
tus palabras serán al final arrastradas por el viento,
y las heridas que sanaste, junto con las que curaste, algún día se irán de mí.
Este es mi último adiós, probablemente lo último que escriba de ti,
porque a pesar de todo tú sí eras arte y yo sí amaba admirarte.
Eras un arte incomprendido, uno que no podía ser explicado
y yo era, una niña curiosa que adoraba explicar lo inexplicable
y es por eso tal vez que me he fijado en ti,
pero eso no importa ya,
porque ya te he amado, ya te he admirado,
ya me has lastimado y yo a ti,
ahora solo nos queda seguir cada uno su camino,
tal vez esperando que la vida vuelva a unirnos
o que se lleve por completo el amor que alguna vez sentimos.
Ahora solamente me queda expresar cada lágrima de mi pecho
para algún día poder soltarte,
ahora, lo único que tendré de tu recuerdo son mis poemas,
mis letras, las que no me abandonarán nunca como lo hiciste tú,
justo ahora, lo único que eres es arte,
una especie de arte incomprendida que irá a lo más profundo,
lo más refundido del museo de mi corazón…