1. Fortuito

23 años despues

Cortando a través del verde bosque , un grupo en forma de cuña vestidos con capas y sombreros negros , se dirigia con rapidez guardando en medio del contigente un anciano con barbilla grande que se dirigio directamente hacia la persona que iba pasando con cierto apuro por el lugar.

—Espere un momento — se escucho mientras todos se posicionaban delante del chico..

—¿Quienes son ustedes?.

—Ya sabe quienes somos , queremos entregale un paquete especial , que el le envia —dijo el anciano y lider aparente del grupo — Podríamos haber venido antes si inmigracion nos hubiese permitdo el paso.

La cara de Bael se arrugó.

—Nadie parece entender que no quiero ningun contacto con nadie , menos con esa persona —dijo Bael.

—Su abuelo siempre lo tiene en cuenta y estima , usted es parte de su familia.

—No me importa lo que el diga , tengo cosas que hacer , ¿podrian apartarse?.

—Sucesos de una naturaleza imprevista surgieron y esta sera la ultima vez que nos veamos , deberia alegrarse. No deberíamos demorarnos aquí más de lo necesario —dijo el lider — mientras sacaba de su bestimenta un pequeño paquete para entregarselo a Bael.

—Solamente por tan insignificante han venido? —dijo Bael.

—Insignificante y muy valioso . No debe mencionar a nadie de nuestro encuentro.

—Hubiese preferido que no nos hubieramos encontrado.

—Mientras todos se marchaban , con ojos vigilantes el lider exclamo —dijo su abuelo que cuando completara lo que el le pida , vaya a la capital , el los estara esperando.

Descendiendo rápidamente despues de ese inesperado encuentro , la ciudad tenía un diseño ordenado que era una obra maestra del arte. Para algunos, era la antítesis de la mayoría de las capitales . A pesar de estar alejado de la principal Capital , antes había sido la provincia de un clan bancario durante varias generaciones, pero fue abandonado ya que los recursos escasearon y la riqueza se fugo hacia nuevos sueños. Conviritiendose en un lugar tranquilo y agradable para los visitantes.

—Vine tan pronto como pude señor Gacco —dijo Bael en tono exhausto.

—Hasta que por fin apareces Bal , pense que te habias perdido camino a mi consultorio —dijo el Doctor Gacco — Ven pasa , te revisare antes de que cierre. 

—Perdone que haya tenido que esperarme hasta estas horas — dijo Bael.

—Parece ser que has seguido mis recomendaciones , tu pulso se mantiene estable , si sigues con el rendimiento adecuado no creo que tengas mas complicaciones —dijo Gacco con una sonrisa — Y no te preocupes por la hora , siempre atiendo demas cuando se me es necesitado.

—Gracias vendre la proxima semana , sin demora —dijo Bael mientras se relajaba de alguna manera.

—No deberías demorarte aquí más de lo necesario. El transporte debe estár esperando , ve a casa.

Ante un gesto se despidieron mientras Bael se marchaba con silenciosa urgencia.

En las zonas de comercio libre , se ocultaban edificios de bajos precios , angostos y casi sin ventanas era un lugar ideal para vivir para quienes odiaban el ruido de las calles repletas y tumultuosas. 

Ya en su pequeño departamento Bael pudo descansar del largo y agitado dia , inclinando la cabeza hacia el peculiar paquete perfectamente sellado y mientras intentaba abrirlo , una carta cayo al suelo , su contenido solamente decia ;  

Puedes descubrir por ti mismo lo que te rodea , representado en lo blanco . 

A.C

—¿A.C? ¿representado en lo blanco? — dijo Bael en tono de curiosidad— Ya abierto el contenido , un maltrecho libro salio con partes desprendidas que parecian de metal y unas extrañas escrituras en su frente , de todas las hojas manchadas y sucias , solamente una se conservaba lo bastante bien como para ser utilizada , casi inconsientemente y a desgana empezo a dibujar una firme y sencilla figura que se asemejaba a un rostro , con una gran sonrisa y ojos oscuros .

Luego de un rato y de quedarse dormido , una presencia comenzaba a saturar la atmosfera de la habitacion , persistente e incorpórea, atrapado pero preparado para afectar al mundo material a través de las acciones de seres de mente débil a los que pudiera incitar, persuadir o forzar a la acción. No buscaba pasar su mente al cuerpo de otro, sino nada menos que el cuerpo y mente sería suficiente.