Diferencias [one shot]

Capítulo único

—Volví —Káiser dejo la bolsa ecológica con estampado de pandas que le había regalado su vecina ecologista en la desgastada mesa de la sala y sacó un paquete de sardinas secas—. No encontré la marca que querías pero la empleada dijo que esta era igual de buena.

Normalmente se esperaría que el hogar de un poderoso dragón de más de mil años venerado por cientos de pueblos humanos fuera un enorme castillo con adornos de oro y servidumbre por doquier pero en cambio (al menos en su caso) era solo un pequeño departamento en ruinas ubicado en un callejón olvidado por Dios.

Si le dijeras al Káiser de hace unos siglos que estaría más preocupado por conseguir un trabajo para pagar la renta que buscar un lugar donde poner todo su oro seguro se reiría en tu cara y luego te haría pedazos con sus poderosas garras.

—Estoy seguro de que sólo lo dijo para que compraras, es imposible que otra marca siquiera se compare con esa— Se quejó una voz proveniente de alguna de las pocas habitaciones de la triste estructura.

—Bueno, no me importa si mintió o no, tendrás que comer esto aunque no te guste —Káiser que aún estaba sacando algunas cosas más de su bolsa detuvo sus movimientos de golpe cuando escuchó correr agua del mismo lugar del que había salido la voz, abandonó su tarea de inmediato y se apresuró hacia el baño—. ¡Ace! por Dios, te he dicho miles de veces que no puedes llenar la bañera y dejar la llave abierta mientras finges que aún estás en el océano.

En la dicha bañera se encontraba... una criatura extraña llena de escamas que cubrían parte de su cara y torso, además, en lugar de piernas poseía una larga cola de pez. A pesar de tener estas características sumamente extrañas y para algunos perturbadoras, si se prestaba atención suficiente esta criatura de nombre Ace podía considerarse muy hermosa.

Al menos así era para Káiser. Conoció a Ace hace algunas décadas cuando todo el mundo ya había olvidado a los vampiros, hombres lobo, zombis, dragones, etc. Y se habían convertido en simples leyendas o cuentos para asustar niños.

Káiser se había resignado a ser un simple humano y a estar rodeado de ellos. En esas épocas ya era sumamente extraño encontrarse con otra criatura sobrenatural por más grande que haya sido su población (Incluso toparse con un fantasma era extrañó a pesar de que eran humanos muertos y estos perecían a cada segundo) por lo que al ver a un joven tritón tirado a la orilla de la pequeña playa cerca de su, en ese entonces, departamento, lo hizo ser impulsivo. Tomo en sus brazos a la criatura y la llevo a su departamento para cuidarla hasta que mejore pero cuando esto sucedió, ella no quiso irse y él no quiso echarlo.

Así fue como Káiser y Ace terminaron en una extraña relación interracial que había durado aproximadamente tres décadas.

Pero el hecho de que a ojos humanos su relación ha sido muy longeva, esto no hizo que la diferencia de especies y costumbres sea menos notoria entre ellos. A pesar de que Káiser era un dragón, él había pasado mucho más tiempo con humanos (y siendo uno) de lo que Ace había hecho por lo que fue difícil para él adaptarse.

Sus discusiones más grandes en los últimos tiempos habían sido a causa de la necesidad de Ace por sumergirse en el agua.

A diferencia de Káiser que no tenía ninguna necesidad especial de dragón (aparte de tener escondida una gran parte de su tesoro con lo cual Ace estába de acuerdo sabiendo lo importante que es si tesoro para un dragón), Ace necesitaba estar en el agua por al menos tres días seguidos para mantener su apariencia humana por unas semanas. Y considerando el hecho de que actualmente el agua ya no era gratis (ni barata) Ace solo podía hacerlo un tiempo máximo de un día sin dejar correr el agua para ahorrar dinero pero constantemente olvidaba hacerlo, esto también significaba que Káiser no podría ducharse en un tiempo y Ace solo tendría cinco días antes de que sorpresivamente le salieran escamas, colmillos y una cola.

—Lo siento, no me di cuenta—en un instante la larga cola que colgaba de una esquina de la bañera desapareció dejando solo un par de piernas morenas a la vista, Ace cerro la llave y luego salió de la bañera para abrazar a su esposo—. Cariño, no te enojes...

—No estoy enojado, creí que ya había quedado claro que no tenemos suficiente dinero para pagar la factura del agua de este mes—tomó una toalla y la puso en los hombros de Ace mientras lo besaba—. Resulta que ahora no puedes conseguir un trabajo con paga decente a menos que tengas un "título universitario".

No es como si no hubiera tratado alguna vez de falsificar esos documentos pero ahora la gente sabía cómo identificarlos y pagar a un experto no era una opción; y para alguien de su especie, el que su vida dependa de otros había hecho que los últimos años su humor este más sensible que antes pero nunca conduciría su ira hacia su esposo.

—Yo...conseguí un trabajo—soltó a Káiser antes de continuar hablando—. Y ya tengo mi primer pago.

Káiser estaba por decir algo pero Ace ya había salido del baño así que solo fue tras él. Habían hablado muchas veces sobre la idea de Ace trabajando pero siempre llegaban a la conclusión de que sería muy peligroso para él por no saber cuándo se podría transformar.

Ace saco un manojo de billetes del cajón de la mesita de noche que tenían junto a su cama y se lo entrego a Káiser.

—Vi las factura y es un poco más de lo que me pagaron pero junto con lo que tu conseguiste de ayudando a los señores del mercado es más que suficiente—su rostro estaba lleno de expectativas y felicidad lo que hizo difícil que Káiser le cuestionara por no avisarle que trabajaría y recalcarle lo peligroso que es.

Su relación se basaba en total confianza y apoyo mutuo por lo que nunca habían peleado porqué alguien hubiera ocultado algo del otro. Tampoco interferían en la independencia de la otra parte asique el hecho de que Ace no le contara que había estado trabajando hizo que Káiser se sintiera preocupado por qué tipo de trabajo era.




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