Dime "¡no!"

CAPÍTULO 5. Profecía y pistas

Primero, en la sala reinaba el silencio. Luego, empezó un ruido terrible. Todos comenzaron a correr en diferentes direcciones. Casi todos los invitados se lanzaron hacia la salida en pánico.

—¡Un dragón, un dragón! —gritaban las mujeres aterrorizadas.

El rey y la reina se levantaron de inmediato, y a su lado aparecieron soldados y magos en sus túnicas. Todo era un caos. Una joven pasó corriendo junto a mí, tropezó y cayó al suelo. Salté desde la plataforma y corrí hacia ella. La ayudé a levantarse.

—Gracias —me dijo, agradecida—, ¡esto es una pesadilla! ¡Escuché que el dragón de la Fortaleza ha despertado! ¿Qué vamos a hacer, qué vamos a hacer?

Y empezó a llorar.

—No te preocupes tanto, solo es una profecía. Quizás no sea tan grave. Puede que aún falte mucho para que suceda.

La chica sollozó y explicó:

—Mi abuela murió la última vez que el dragón atacó nuestra ciudad. Yo era pequeña, pero recuerdo lo horrible que fue ver nuestra casa arder, cuando todos estaban desesperados, cuando perdí a alguien tan querido... —La joven temblaba de tanto llorar.

La abracé por los hombros para tranquilizarla.

—¡Atención, por favor! ¡Silencio! —La voz del rey, amplificada mágicamente, resonó por toda la sala.

Al mismo tiempo, las puertas principales se cerraron de golpe, y dos guardias con bastones mágicos se colocaron junto a ellas.

—Queridos invitados, les pido que dejen de lado el pánico —continuó el rey—. La profecía ha sido revelada. No es muy alentadora, porque la reina Glarela nos ha informado que el dragón ha despertado. Mi gente está verificando esta información en este momento. Aun si es cierto, tenemos tres días para prepararnos antes de que el dragón llegue. Eso, en primer lugar. En segundo lugar, en la profecía hay una pista clara de cómo resolver este problema.

Todos los presentes escuchaban al rey con la respiración contenida. La expresión de pánico en sus rostros comenzó a desvanecerse poco a poco. Algunos hombres empezaron a gritar: "¡Debemos preparar al ejército! ¡Defenderemos el reino! ¡Fortalezcamos la protección mágica de la ciudad! Esta vez estamos listos, el dragón no nos vencerá tan fácilmente".

Pero a las mujeres les gustaron las palabras del rey sobre eso de "en segundo lugar", ya que para muchas la noticia del dragón había eclipsado la segunda parte de la profecía, que hablaba sobre el amor y el príncipe... y su prometida.

—¿Así que el príncipe debe casarse? —preguntó una dama con un vestido amarillo de encaje—. ¿Eso nos salvará del dragón?

—Y la elegida del príncipe debe tener una Marca en su cuerpo. Es decir, una de las trece jóvenes que hoy voltearon el Reloj —confirmó una alta hechicera que estaba junto a la reina.

—¡Pero tres días! —gritó otra señora, abanicándose el rostro rojo como el carmín—. ¡Es imposible organizar una boda en tres días!

—¿Qué boda? ¿Qué boda? —resopló una tercera, una madre imponente con cuatro hijas que la rodeaban como polluelos—. ¡No se dijo nada sobre una boda en la profecía! ¡Una prometida! ¡Un amor!

—¡Ohhh! —exclamaron casi todas las mujeres en la sala.

—¡Qué lindo! —chilló una joven toda vestida de rosa, ruborizándose mientras casi todos los presentes la miraban.

—El príncipe debe encontrar a una joven, se enamoran, es decir, se comprometen, o sea, se convierten en prometidos, y eso de alguna manera protegerá el reino del dragón. ¿Entendí bien? —preguntó una señora mayor, apoyándose en su bastón tallado.

Todos miraron al rey y a la reina. La reina tenía una expresión de desconcierto. El rey susurró algo al hombre que estaba junto a él y luego declaró:

—¡Mis queridos súbditos! Cada año realizamos la Ceremonia del Reloj Volteado, cada año escuchamos la profecía de la reina Glarela y seguimos sus consejos. Gracias a eso, nuestro reino ha prosperado. Las profecías varían. Hace quince años, cuando mi padre, el rey Cordel el Astuto, aún gobernaba, y el dragón atacó nuestro reino, la profecía fue igualmente desalentadora. Pero, al igual que entonces, la profecía de hoy contiene una clave para vencer al dragón. En aquella ocasión, como bien saben, el dragón fue puesto a dormir por el gran mago Martius en su Fortaleza en las Montañas Granuladas. Mientras el dragón duerme, no puede ser destruido, ya que está protegido por la magia dracónica. Por eso, el mago Martius se ofreció a vigilar al dragón, tarea que lleva cumpliendo quince años. Hasta hace dos días, Martius se comunicaba con la Academia Mágica de la capital, y hasta ayer el dragón seguía dormido. Hoy, no podemos contactar al mago. Es probable que algo haya ocurrido en la Fortaleza. Supongamos que el dragón ha despertado. Entonces, debemos hacer todo lo posible para evitar que llegue a nuestro reino esta vez. Y lo ideal sería destruirlo. Para resolver este problema, la profecía nos indica que el príncipe debe encontrar una prometida. No sé cómo está relacionado con la derrota del dragón, pero cumpliremos con esta condición. Así que, hoy se celebrará el baile planeado, y no será solo la celebración del Día del Reloj Volteado, sino también la Fiesta de la Elección. Las candidatas a prometida del príncipe serán todas las jóvenes que participaron en la ceremonia de hoy, es decir, aquellas que tienen la Marca. ¡Todas ellas deben estar presentes en el baile! Ahora, queridos invitados, les pido que mantengan la calma. La situación está bajo mi control personal.



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En el texto hay: verdadero amor, pruebas

Editado: 03.03.2025

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