Dime Que Si Otra Vez

CAPITULO 1

 

—Lara estas lista para tu primer día de trabajo. —me pregunta mi amigo Gerardo.

—No lo estoy no quiero trabajar para el presidente.

—¿por qué no? Muchos queremos trabajar para él.

—Yo no —contesto

—Eso hubieras pensado cuando el coronel Diaz, te pidiera que te quedaras quieta

—¡Es un bastardo!

—Cuida tus palabras Lara o te puede ir peor.

—Peor, tengo que trabajar para Jeremy que puede salir peor.

—Lo dices como si fuera el peor hombre del mundo—estuve tentada en decirle que lo conocía muy bien, tan bien, que me rompió el corazón, jugo conmigo para luego irse con su mejor amiga.

—Me tengo que ir, entro a las ocho de la noche, porque hasta eso el coronel se encargó de darme el peor horario posible.

—Buena suerte pequeña y por favor no hagas enojar al presidente, no te quiero ver en la cárcel.

—Posiblemente me veas —Gerardo piensa que estaba bromeando, pero yo no lo estoy, no sé cómo voy a reaccionar al ver a Jeremy, hace 7 años que no nos vemos y no es como si yo quisiera verlo.

Voy a mi casa para cambiar de ropa, a mi nuevo uniforme que consta de un pantalón de vestir, una blusa blanca y un saco negro y zapatos cómodos.

Me recojo el cabello y me maquillo muy poco, guardo mis armas y salgo de casa, estoy un poco nerviosa, no sé si Jeremy sepa que seré su nueva guardaespaldas, jamás imagine que sería el presidente, aunque debí imaginarlo siempre fue muy listo, tan listo que me engaño y rompió mi corazón y yo como una estúpida caí en su engaño

Llego a la oficina, mi nuevo jefe me recibe.

—Buenas noches Lara, el coronel Diaz me ha puesto al día respecto a ti.

—¿Cosas nada buenas? Supongo.

—Eres muy buena en tu trabajo y eso habla por ti, solo tienes el detalle que no sigues órdenes y no respetas las reglas.

Le sonrió, porqué es verdad, y no pienso hacer la excepción.

—Estamos hablando de la seguridad de nuestro presidente, él tiene los ojos de todo el mundo nuestro deber es que llegue a casa sano y salvo Todos los días

—Hare lo posible por no ser yo quien lo mate— sonrió para que sienta que lo digo en broma

<<claro que no lo es>>

—¿Sentido del humor? Lara.

—Eso parece — le contesto.

—El presidente está en su despacho, cada veinte minutos damos rondines, el siguiente te llevare y te presentare para que él te conozca.

Claro que me conoce, no hay ningún rincón en mí que Jeremy no conozca—digo para mí.

Trato de estar tranquila, mi jefe me está enseñando el recorrido para después hacerlo yo sola, llegamos a una puerta, imagino que adentro esta Jeremy.

El jefe toca una vez —escucho la voz de Jeremy decir un adelante.

El jefe entra primero.

—Michael buenas noches —saluda él.

De repente mis piernas no me responden y he quedo en la entrada, donde no me ve Jeremy, no pensé ponerme nerviosa, al menos no tan nerviosa.

—Señor presidente, le quería presentar a un nuevo miembro del equipo de seguridad, es muy buena en su trabajo, es de las mejores, y a partir de hoy está a su servicio. —yo sigo sin moverme, hasta que el jefe viene a buscarme, logro caminar. Levanto la mirada para ver la mirada de Jeremy, por su reacción sé que no sabía de mi llegada.

La sorpresa de Jeremy se refleja en su mirada.

—Gracias Michael— déjame a solas con ella quiero entrevistarla.

Michael duda un minuto en la petición de Jeremy, ya que él no es quien entrevista a su equipo de seguridad. Pero de igual manera obedece.

—Tantos años sin verte Sofia— me llama por mi segundo nombre

—Si ojalá siguiéramos a si Adam —yo lo llamo por su primer nombre.

—Sigues siendo la misma.

—Espero que tu si hayas cambiado, aunque sea un poco.

Jeremy camina a su escritorio, saca una carpeta, saca una hoja.

—Siéntate Lara

—A si estoy bien gracias.

—¿A sí que estas aquí por tu comportamiento?

—Diría que estoy aquí, por que necesitas que alguien cuide tus espaldas, y yo soy muy buena en mi trabajo.

—No me sorprende lo que leo siempre fuiste buena, soy testigo de eso.

—Gracias, supongo.

—¿Cómo están tus padres?

—Papa murió hace 3 años y mama hace 2

—Lo siento, eran muy buenas personas

—Lo eran—Si no vas a entrevistarme, prefiero irme.

—Me da gusto que estes aquí.

—No te emociones, solo es un castigo de mi superior, no estaré mucho tiempo aquí.

Jeremy me mira, su mirada va a mis pechos.

—No las vas a volver a tener jamás —le digo antes de salir y cerrar la puerta

No sé cómo me pude retener, quería darle una cachetada, esa cachetada que tanto deseé darle.

—El comandante me estaba esperando para saber cómo me había ido con Jeremy  

—¿Cómo te fue con el presidente?

—Es un idiota —digo malhumorada.

—¿Como que un idiota? —deberías ser más respetuosa en tu trabajo

—Lo siento jefe

—Espero no seas un dolor de cabeza Lara, porque le estoy haciendo un favor a tu superior.

<<Lo seré para Jeremy>> pienso para mí.

—No se preocupe comandante Michael hare un excelente trabajo.

—Vamos volvamos a la base ya darás sola el siguiente rondín.

—Como usted ordene señor

—Serás un dolor de cabeza —El comandante se aleja diciendo cosas que no logro entender.

 

Yo voy tras de él, pero guardo la distancia.

 

—Comandante Michael —un guapo y fornidite chico llama al comandante.

—Oliver ¿Has llegado tarde de nuevo?

—He llegado y eso es lo importante.

—Me volverán loco, ojalá se comportaran como personas civilizadas.

—¿Hoy entraba la nueva? — su mirada ahora esta puesta en mí, que lindo ojos tiene azules como el océano.

—Hola buenas noches bella dama

—Oliver recuerda las reglas deja de fastidiarme por favor.




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