Dime Que Si Otra Vez

CAPITULO 8

—¿Estas segura de lo que vas a hacer? —me pregunta Gerardo.

—Es lo que tengo que hacer, Gerardo.

—Puedes hablar con él, decirle lo que ese tal Leonardo te ha pedido.

—Da igual Gerardo, entre Adam y yo no podemos tener nada, yo no soy buena para él.

—¿Quién te dijo esa estupidez?

—Adam es el presidente, y yo he sido una distracción estos últimos días.

—Es porque te ama, y ahora sé que tú también.

—No importan mis sentimientos —digo.

—Te estas equivocando Lara.

—Mi vuelo sale en cinco horas es mejor que me apure hacer la maleta.

—¡¿Me estas echando?!

—No, pero ya no quiero hablar de esto.

—Me iré entonces vendré por ti para llevarte a la base.

—Gracias —digo

No es mucho lo que llevo, no sé a dónde me mandaran, vere al comandante Diaz en Jordania. Tomo la fotografía de mis padres, siempre los traigo conmigo a cada misión que vaya, los extraños mucho y me duele mucho no haber estado tanto tiempo con ellos estos últimos años. Aún recuerdo la llamada de mama cuando papa murió, por la misión no llegue a tiempo a despedirlo, casi lo mismo paso con ella. Acaricio el rostro de mama, dejo caer una lagrima.

El celular del trabajo o mejor dicho de mi antiguo trabajo, no me fijo quien es porque lo se Adam sigue llamando a pesar de todo lo que le dije cuando vino esta mañana, Leonardo tiene razón, Adam a perdido la cabeza estos tres días conmigo, y no puedo hacerle eso, y ya no puedo seguir negándolo, lo quiero ahora me doy cuenta que a pesar que han pasado siete años, su cercanía me ha recordado lo que siento por él, y por eso he tomado la decisión de alejarme de él.

Estoy esperando a Gerardo, le he llamada y no me contesta espero no se me haga tarde ¿Dónde estará? Le estoy escribiendo otro mensaje cuando escucho dos toques en la puerta.

—Llegas tarde Gerardo—Salgo sin mirar.

Pero ese perfume, no es de Gerardo, eso me hace voltear.

—Adam…

—No te dejare huir una vez más.

—Me iré, ni tu ni nadie podrá evitarlo.

Canino a un lado de él, pero la mano de Adam me detiene.

—Sabes Sofia, dejé que me mintieras en mi cara en la mañana, porque me has mentido, lo vi en tus ojos.

Sin poder evitarlo Adam me lleva adentro, y cierra la puerta.

Saca el celular, marca un numero

Escucho la voz de la persona que contesta, han pasado muchos años, pero se perfectamente quien es.

Adam me da el teléfono, es una videollamada así que no solo la estoy escuchando si no viendo.

—Hola Sofia—su voz suena temblorosa.

—Hola—digo.

—¿Mami es papa?

La voz de un pequeño se escucha.

—No es papa amor, el llamara al rato, ve con tu hermano a jugar. —le dice con dulzura.

Creo que está esperando que se aleje para volver a mirarme.

—Se que te preguntaras porque estoy aquí, después de mucho tiempo, pero es justo que escuchen la verdad, le pedía Adam que estuvieran los dos para decirles.

Adam se acerca a mi para también escuchar a Johana.

—Adam se lo que escucharas te dolerá mucho y aunque sé que la mayor parte de todo lo que paso fue mía, siempre tuve una ilusión contigo, alimentada por nuestras madres y te lo juro que en un momento pensé que tú también lo estabas, y yo pase por un proceso muy difícil quería aceptación de mis padres y sentí que la única forma de tenerte es hacer que tu relación termine, se lo Conte a mi madre, yo solo quería darte un beso mandarle una foto y es todo, pero no sé en qué momento nuestras madres entraron a la ecuación y pase solo a seguir órdenes.

—¿Por qué no me lo dijiste cuando te enfrente?

—Por que tu madre nos amenazó, no nos fuimos lejos por ti si no por ella, después de todo no quería que la descubriéramos.

Escucho en silencio como cuenta todos los detalles de aquel día, los padres de Adam nunca estuvieron de acuerdo con nuestra relación y claro para ellos yo siempre fui poca cosa, era becada, mis madres tenían que trabajar para poder solventar los gastos, no teníamos todos los lujos, pero eso si siempre fuimos muy honestos.

—Lo siento mucho, les debo una disculpa, si no lo hice antes fue porque tenía miedo, pero ahora estoy en un lugar donde tus padres no pueden dañarme, lo siento Adam fui una estúpida y créeme que intento ser la mejor persona ahora para mis hijos, y deseo de todo corazón que puedan perdonarme.

—Te agradezco tu sinceridad, no dudo que mi madre haya tenido que ver con esto, pero ahora lo único que me importa es que Sofia sepa que todo fue una trampa.

—Sofia lo lamento mucho, no tenía nada contra ti, y te hice daño sin merecerlo, lo siento de verdad.

—Son cosas que ya pasaron —digo porque realmente no tengo nada que decir.

Johana fue la causante de muchas cosas, odie tanto tiempo a Adam por su engaño y darme cuenta que el no hizo nada.

Adam dice algo, pero yo ya no lo escucho, sé que ha cortado la llamada porque ya no tengo el celular en la mano, me siento aturdida.

—Sofia ¿Estas bien? —Adam me pregunta

—No lo se.

—Ven siéntate.

—Todo fue un engaño, lo siento Sofia yo no sabía que mi madre tuvo algo que ver en todo esto, ahora entiendo tantas cosas que pasaron hace siete años, fui un tonto en no darme cuenta perdóname— me toma de las manos y las besa con ternura.

—Nada cambia Adam me tengo que ir, mi comandante me está esperando y debo ir.

—¡No! — Estas mal si piensas que te dejare ir, una vez lo hice, pero no se volverá a repetir

—Olvida Adam tu eres el presidente y yo no tengo nada que hacer en tu vida.

—Dame un mes, si en un mes sigues pensando lo mismo entonces no hay nada que hacer te dejare ir para siempre.

—Lo nuestro no es bueno para ti, debes ser el mejor presidente y yo soy una distracción, solo te hare daño.

—¿Has hablado con Leonardo? — me pregunta desconcertado.

Estoy por negarlo.

—¿Por eso te vas?

—Adam…

—Les voy a demostrar que puedo ser el presidente que ellos quieren junto a ti.



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En el texto hay: deseo, amor, presidente

Editado: 27.08.2024

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