Dime Que Si Otra Vez

CAPITULO 9

Estoy ansiosa estoy esperando a mi superior Diaz, el corazón me late fuerte y las tripas me rujen de hambre, debí desayunar, pero me urgía llegar aquí.

La sala está vacía, ni una sola mosca, y el silencio me está matando.

Escucho el rechinar de la puerta, miro de inmediato, veo entrar a mi superior, me pongo de pie para saludarlo.

—¿Qué hare contigo Lara? A donde vayas me haces un caos.

—Yo no he hecho nada.

—Si, si siempre lo mismo, todos tienen la culpa menos tú, lamento de haberte mandado con el presidente, hasta en tus castigos eres un caso perdido.

—Lo que le molesta es que soy una mujer que no se deja, nunca me dejare humillar ni por usted ni por nadie, no me importa sus lloriqueos, estoy fuera ¡Renuncio!

—Mira Lara no me vengas con tus cosas de feminismo y esas tonterías, No sé qué has hecho para enamorar al presidente, pero ya me imagino que.

Me hierve la sangre escucharlo decir eso.

—Espero que le dé una disculpa a Sofia comandante Diaz

Ambos volteamos, para ver a Adam entrar por la puerta, sabía que iba a estar aquí, después de que no llegue a la base y solo avise por correo que no asistiría a Jordania, que tenía pensada quedarme como guardaespaldas del presidente.

y justo anoche recibí la contestación el comandante Diaz me cito.

—Señor presidente

—Estoy esperando una disculpa para la señorita Sofia, usted la está difamando, que yo este enamorado de ella no es por lo que ella pudo o no hacer.

—Conozco a Lara mejor que usted señor — el idiota le contesta.

—¿Y cómo es según usted?

Lo miro intrigada quiero saber cómo este hombre que me odia habla de mí, pero no lo hace

—La voy a dar de baja, seguramente quiera seguir trabajando para usted y yo no la necesito— por fin habla.

—¿No me necesita? Soy de las mejores y lo sabe, incluso mejor que usted —digo.

—No le voy a permitir… —se acerca a mí.

Adam al ver la acción camina y se pone delante de mí.

—Si ya ha terminado es mejor que se vaya.

Quisiera decirle más ahora que ya no es mi jefe, pero no es lo mejor los guardaespaldas están aquí, y por la cara de Michael, tampoco soy de su agrado, es mejor llevar la fiesta en paz.

Esperamos que salgan todos, Adam le ha hecho una señal a Michael para que también salieran ellos.

—Debemos hablar Sofia…

La voz de Adam no me gusta, algo no está bien.

—¿Qué pasa Adam?

—Sentémonos.

—No he podido terminar mi relación ficticia pero lo hare en cuanto pueda, pero no te preocupes, no volveré a estar a solas con ella hasta que terminemos.

—Me conmueve su empeño de hacer que confié en él.

—Tranquilo, Adam confió en ti y además recuerdo que vuelvo hacer tu guardaespaldas te estaré vigilando

Se ríe con picardía

—Nunca me había encantado que me cuiden.

—Entonces señor presidente vayamos a trabajar, tiene una agenda muy apretada el día de hoy.

—Me parece muy bien.

Adam me da un beso antes de salir.

Llegamos a la casa, Adam tendrá dos visitas super importante y secretas, ya hemos preparado todo, yo estoy en mi hora de comida a sí que nos veremos después de sus reuniones.

—Buen provecho —la señora Katia me pone un plato en la mesa.

—No debió molestarse yo puede hacerme la comida.

—Por supuesto que no señorita usted es muy importante para Jeremy.

—Siéntese conmigo, no me gusta comer sola—digo.

—Jeremy le habría encantado comer con usted, pero ahora que es el presidente tiene muchos compromisos.

—Lo sé, tiene mucho peso sobre los hombros.

—Y un gran corazón, ayuda desinteresadamente, antes y ahora también.

Eso lo sé porque siempre fue un hombre que se preocupaba por los demás, recuerdo muchas veces como él y algunos de sus amigos hacían tortas y repartían afuera de los hospitales, o en tiempo de frio repartía abrigos y cobijas, siempre supe que después de graduarse haría más cosas para ayudar, aunque nunca imagine que sería el presidente, cuando me llego la noticia que el sería el nuevo presidente, no negare que primero dije algunas maldiciones, pero por otro lado estaba feliz por él.

—Me da gusto que te haya convencido de darle una nueva oportunidad, estaba tan triste con la idea de perderte.

—¿Tu conoces a sus padres?

—Claro por desgracia, no son tan buenas personas, no me gusta hablar de los demás y menos de la vida de Jeremy, él me ha salvado la vida, desde que falleció mi hija yo…

Le tomo de la mano por qué sé que sus ojos se estremecieron, debe ser difícil perder a un hijo.

—En fin, nunca han valorado a Jeremy sobre todo su madre, pero claro fueron los más felices cuando gano las elecciones.

—Katia, déjame a solas con ella —Leonardo llega sin avisar.

Katia pone los ojos en blanco y luego se levanta para marcharse.

—Un por favor no está de más —musito.

—Te subestime hace días, pensé que solo eras un caprichito para el presidente, pero resulta que está enamorado. —recalca esto último.

—Hablemos con sinceridad a ustedes no le gusta que yo esté aquí, y a mí no me gusta que me estén molestando, así que vaya al grano para continuar con mi día.

—Yo pensé que serias una buena opción para el presidente, pero llegamos a la conclusión que no es así

—¿Llegamos?

—Deberías saber que hay muchas manos detrás de todo, y muchos no están contestos con el rendimiento de Jeremy estos últimos días y la razón eres tú.

—Creo a ver dicho que vaya al grano me está aburriendo.

—Adam no tendrá una relación publica contigo, sé que son sus planes, pero no lo harán, él tiene mucho que perder.

—Ustedes no pueden decidir eso, solo Adam y yo.

Leonardo no me contesta en cambio me da una carpeta <<Si otra carpeta>>

La abro, cierro los ojos al ver lo que contiene.

—Esto es clasificado ¿cómo tiene esto?

—No seas un dolor de cabeza Lara, puedes quedarte como guardaespaldas, pero harás lo que nosotros digamos.



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En el texto hay: deseo, amor, presidente

Editado: 27.08.2024

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