CAPÍTULO 25. Bialmados

CAPÍTULO 25. Bialmados

—Si la sombra no recibía energía de la persona a través del espejo durante mucho tiempo, intentaba formarse por sí sola, pero no en el mundo del espejo, sino en la vida real. Los científicos escriben que así se producían las formas más antiguas de desdoblamiento, hasta que se descubrieron los métodos con reflejos —concluyó Barmuto—. Por eso nuestras sombras, Marta, intentan salir al exterior. Son ellas las que hemos visto cerca.

—¡Pero nosotros no somos bialmados! —repliqué—. ¿Quieres decir que tengo dos almas?

—Y aquí llegamos a una cuestión muy interesante —Barmuto asintió con la cabeza—. Las sombras salvajes.

—¿Sombras salvajes? ¿Qué es eso?

—Son almas cuyos dueños murieron repentinamente en la etapa final de formación de la sombra. Son invisibles al ojo humano, vagan por el Valle e intentan entrar en cualquier persona con energía mágica para terminar su formación y obtener un cuerpo.

—¿Qué? —salté de mi sitio—. ¿Quieres decir que tengo a alguien dentro ahora mismo? ¡Puaj! ¡Dime que es una broma!

—Magda, no hemos pasado el ritual absoluto, como lo hacen todos los habitantes de este extraño lugar. No tenemos el sello del absoluto: la protección contra las almas salvajes. Alguna de esas almas ya se ha instalado tanto en ti como en mí.

—Entonces hagámoslo cuanto antes.

—Durante ese ritual, las personas con un solo alma pierden la memoria. Orést también lo olvidó todo.

Bajé la cabeza. No, no quería hacerlo. No quiero olvidar nada.

—¿Y qué pasa cuando nuestras sombras se formen? ¿Se separarán de nosotros como seres humanos? ¿Dioses, seré otra yo? —me cayó el veinte.

—Moriremos, y nuestros cuerpos quedarán con un alma salvaje en su interior.

No me asusté. Me pareció que Barmuto exageraba.

—¿Y qué debemos hacer?

—Pensar, Marta, pensar. Seguramente hay una salida. Por eso estoy estudiando los escritos de los grandes científicos del Valle de las Sombras. Por ahora tenemos tiempo, porque aunque en los magos poderosos el desdoblamiento ocurre relativamente rápido, aún nos quedan tres a cinco meses.

—Es extraño —reflexioné—, si aquí en el Valle viven personas tan peculiares con dos almas, ¿por qué no existen en Salixia o Ledum, fuera de sus fronteras?

—Dicen que está relacionado con los yacimientos de maronio —explicó Barmuto—. Aquí hay muchísimo, todo un altiplano de maronio. En las personas comunes bloquea la magia, pero en los bialmados y sus sombras no tiene ningún efecto. El ritual absoluto también sirve como adaptación de los magos forasteros a las condiciones del Valle y a la influencia del maronio. Orést cambiará por completo, incluso físicamente. Se convertirá en otra persona.

Suspiré con pesar, recordando las manchas negras en los ojos de Orést en la fotografía del periódico.

—¿Y por qué en el artículo lo llamaban “el absoluto”?

—Porque recientemente pasó ese ritual. A los que lo han hecho, suelen llamarlos así. Es una jerga local.

—Pobre Orést —me compadecí de mi amado—, ¡ha vivido tanto! Y yo ni siquiera lo he visto aún…

—Pronto lo verás —me aseguró Barmuto—. Estará en el baile junto con la princesa Zoria. ¿Irás con Rozía como sanadora para vigilar su estado?

—Esa era mi intención —sonreí—. Pero aún no me dijiste por qué crees que quieren matar a Rozía.

—Porque creo que ella es la sombra, y no Zoria, quien por alguna razón se hace pasar por una sombra.

—¿No entiendo? ¿Zoria no es una sombra? ¡Pero en todas partes lo dicen y escriben! ¿Cómo es posible?

—Las sombras salvajes nunca atacan a las verdaderas sombras. ¿Recuerdas que en el artículo decían que Orést protegió a Zoria de las sombras salvajes? Nadie prestó atención a eso. Significa que Zoria no es una sombra. Y cuando me contaste sobre la chica encerrada en la habitación, de pronto lo recordé.

—¿Y por qué lo haría la princesa?

—Solo puedo suponer —Barmuto sacudió la cabeza—. ¿Recuerdas que te hablé de una propiedad especial que adquiere una persona tras el desdoblamiento: la inmortalidad, pero bajo cierta condición?

Asentí.

—La condición es que debe invocar a su doble a un duelo mágico… y matar a su sombra.